¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
2 de abril del 2025 – Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María
§1: Busquen el Sacramento de la Reconciliación, límpiense
§2: El demonio y sus legiones se encuentran en la tierra sedientos de almas
§3: Oren, llegó la fuerte enfermedad
§4: Es necesario para ustedes llevar el Escapulario de Mi Madre

§1
“Amados hijos: Son Mi gran tesoro, a todos amo, aunque algunos no Me amen…
Hasta el último momento de vida, Mi Misericordia se mantiene con ustedes esperando se decidan a la conversión.
Hijos Míos, busquen el Sacramento de la Reconciliación, límpiense para que su obrar y actuar sean de paz, bien y fraternidad.

Necesitan recibirme [1], es importantísimo para la salud espiritual, para el cambio de vida y para el servicio en Mi Casa. ¡Tanto que les he llamado a contener la lengua para que no la usen contra sus hermanos, ya que con ella Me reciben! (Sant. 3, 5-6; 8-9).
Hijos Míos, siendo ustedes los que mantienen el desamor, la intranquilidad en sus mismas familias cuando no son portadores de paz y en donde vayan luego de que Me reciben en Mi Cuerpo y en Mi Sangre, Me causan gran dolor y Me crucifican de nuevo.
A donde lleguen sean luz (Mt. 5,14-16), sean motivo de paz, de fe, prediquen con el ejemplo y lleven luz a donde haya oscuridad.
§2
El demonio y sus legiones se encuentran en la tierra sedientos de almas, mirando a Mis hijos cometer errores para llegar a doblegarles, para que obren y actúen con sus lineamientos de orgullo, separación, soberbia, llevándolos con cada obra u acto a fortalecerse más en los actos que distinguen al Demonio, hasta que les tiene en sus garras.

Amados Míos: ¡Manténganse en alerta espiritual!
El Demonio se mantiene como león rugiente en busca de sus debilidades para atraparlos en sus redes (I Ped. 5,8).

No deseo perder una sola alma, a todos Mis hijos amo, a todos espero.
§3
La humanidad se encuentra en el padecer, recrudecen las contiendas, las potencias le dan poder a los países pequeños para que tomen parte de la gran guerra. Han escuchado de guerras y rumores de guerras, pero este momento no es de rumores de guerra, sino del camino del gran padecer como nunca antes lo han vivido Mis hijos.
Llamo a los dirigentes de los países en contienda, a reflexionar sobre la responsabilidad de pasar a ser quienes sean responsables del mayor genocidio nunca antes cometido en la historia de la humanidad.
Ante tanto peligro, Mis hijos se ríen de Mis alertas, se mofan de Mí como lo hicieron los soldados romanos y los fariseos; llegará el momento en que de las risas pasen a las lágrimas y clamen por la salvación de su vida, pero no del alma.
Oren hijos Míos, oren a Mi Madre, solicítenle como intención en el Santo Rosario que les mantenga con fe firme e inmovible.
Oren hijos Míos, oren, llegó la fuerte enfermedad y sale del país en donde se encuentra dispersándose por el mundo con rapidez afectando no solo la piel, sino el sistema respiratorio y otros órganos.

Utilicen la mora en agua [2], tómenla durante el día.

Sumerjan la medalla de Mi Madre conocida como Medalla Milagrosa en el agua que van a tomar [3].
§4
Lleven con fe los sacramentales:
Es necesario para ustedes llevar el Escapulario de Mi Madre bajo la advocación de Nuestra Señora del Monte Carmelo [4], conocida también como Nuestra Señora del Carmen. La Medalla de San Benito y la medalla de la Inmaculada Concepción, conocida como la Medalla Milagrosa. De no poseer uno de estos sacramentales, pueden llevar una advocación de Mi Madre.

Hijitos, vientos fuertes se acercan, grandes terremotos están por llegar en todos los continentes. El núcleo de la Tierra ha variado en su estado permitiendo que los rayos solares afecten más a la Tierra.
Los amo, hijos Míos, a todos amo. Reciban Mi Bendición.
Su Jesús.”
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Comentario de Luz de María

“Hermanos los invito a orar:
Amado Señor de mi vida, te anticipas a mí sin que yo te reconozca, vienes a mí por Amor y Misericordia y aun así no te reconozco.
Ven Señor de mi vida, ven límpiame de la ceguera espiritual, de la sordera espiritual, que me impiden mirarte y reconocerte.
Ven Señor de mi vida, como oveja perdida recorro valles tropezando con tantos obstáculos que me impiden llegar a Ti.
Ven Señor de mi vida, con tanta oscuridad y mi poca fe fácilmente me extravío como oveja perdida no reconozco tu voz.
Y es que me acuerdo de Ti solo cuando necesito un favor de Ti. Señor mío y Dios mío, infinita misericordia dadme vista para verte y voz para hablar de Ti.
Dadme manos santas, para que mis obras sean para Tu Gloria y no para la mía. Me propongo no ofenderte y caigo una y otra vez, te ruego envíes a Tu Espíritu Santo para que me auxilie.
Ven Señor mío y Dios mío, ven y permíteme beber el cáliz amargo para que deseando ser reconfortada te busque, te reconozca y me entregue a Ti por siempre. Amén.
- Nuestro Señor Jesucristo se refiere a recibirlo a Él en la Sagrada Eucaristía.
- Se puede hacer con la mora un batido en agua o tomarlo como un refresco durante el día en la cantidad que cada uno desee.
- Me explicó Nuestro Señor que cuando llegue la enfermedad, en cada vaso de agua que vayamos a tomar sumerjamos con mucha fe la Medalla Milagrosa y la luego la saquemos y tomemos el agua. Me indicó que está recomendación es solamente para el agua que se va tomar no para cocinar ni otros usos.
- Se refiere Nuestro Señor al Escapulario color café de la Virgen del Carmen, conocida así en algunos países.
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."