¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
25 de marzo del 2025 – Mensaje De La Santísima Virgen María a Luz de María
§1: Soliciten la presencia en ustedes de los Dones del Espíritu Santo
§2: Les ordeno prepararse con lo que dispongan
§3: Caminan hacia el padecer de la guerra

§1
“Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, reciban Mi Bendición Maternal.
Deseo tenerles albergados en Mi Corazón para que lo mundano y el maligno no les toque.
Esto lo pueden lograr: pídanmelo y dedíquense a obrar y actuar rectamente para que sean criaturas de bien. Cada día pídanme que les tome de la mano y les conduzca en el camino hacia Mi Divino Hijo.
Oren a la Trinidad Sacrosanta, sin que esta oración sea a prisa, sino sobre todo con gran respeto y amor.
Soliciten la presencia en ustedes de los Dones del Espíritu Santo y Sus Virtudes (Lc. 11, 9-13) para que la transformación sea al unísono.
Quienes poseen mal carácter díganle al Espíritu Santo que les transforme, es necesario que lo soliciten.
Quienes poseen envidia, discordia, rencor, los presuntuosos, los impenitentes, quienes persisten en el pecado, deben arrepentirse profundamente y acudir al Sacramento de la Reconciliación.

§2
Hijos de Mi Divino Hijo: Se encuentran en grave peligro espiritual…
Quienes persistan en continuar aliados a lo que les mantiene en pecado, son accesibles al Demonio y este les somete con su astucia para que contristen al Espíritu Santo (Ef. 4, 30-31).
Hijos amadísimos de Mi Divino Hijo, como humanidad se mantienen en el momento de los “ayes”. Este momento es muy doloroso, es angustiante, es triste y es señal de juicio inminente. (Apoc. 8,13; 9,12-14; 11,14)
La humanidad se encuentra entre el abismo del mal y la salvación; es importante para cada uno de ustedes ser criaturas de bien. Las legiones del mal no se detienen ante Mis hijos débiles, con poca fe o sin fe.
Como Madre de la humanidad les ordeno prepararse con lo que dispongan económicamente.

Quienes no posean económicamente con qué prepararse, si poseen un grano de un alimento, guárdenlo como un tesoro y luego los Ángeles de Mi Divino Hijo les proveerán; únicamente en los casos en los cuales no posean con qué prepararse.
§3
Las fuerzas del mal mueven a quienes no desean saber de Mi Divino Hijo para que se encarguen de propiciar la hecatombe mundial.
Hijos, este momento es muy serio y grave para la humanidad. Yo les protejo con Mi Manto Materno, soy Su Madre y deseo que todos Mis hijos sean adoradores de Mi Divino Hijo.
En este momento la oración debe ser mayor a la del pasado; deben clamar para que no caigan en las garras del demonio infernal y sus secuaces.
¡La traición llega! Las naciones se alían con el enemigo, el que luego les ataca sin piedad.
Caminan hacia el padecer de la guerra.

Oren hijos de Mi Divino Hijo, oren, el terrorismo [1] ataca varios países.
Oren hijos de Mi Divino Hijo, oren, la enfermedad [2] se expande rápidamente afectando el sistema respiratorio y la piel; mantengan con ustedes los medicamentos que la Casa Paterna les ha revelado para este momento.
Oren hijos de Mi Divino Hijo, manténganse fieles al verdadero Magisterio de la Iglesia.
“No teman, ¿no estoy yo aquí que soy Su Madre?”
Me mantengo atenta mirándoles para auxiliarlos.
Les amo, les bendigo. Mamá María.”
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Comentario de Luz de María

“Hermanos: Nuestra Madre Santísima es tan maternal que no desea que nos perdamos.
Nuestra Madre me ha permitido una visión clara de un ataque de improviso y del inicio de la guerra mundial y el caos mundial y la gravedad del uso de armas de largo alcance que en pocos minutos logran su objetivo.
Deseo llamarles a reflexionar sobre las palabras de Mamá María, sobre todo en el significado de la palabra hecatombe: “mortandad, calamidad, desgracia, infortunio, catástrofe de grandes dimensiones”.
Oremos para que Nuestra Madre Santísima en este día de la Solemnidad de la Anunciación del Señor nos ayude a decir nuestro sí a Dios. Amén.”
- Sobre el terrorismo: leer…
- Recomendaciones del Cielo para el Sistema Respiratorio y la Piel, libro “Plantas Medicinales”: descargar…
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."