¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(M2.4.6-25) Extractos de mensajes de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz a Marcos Tadeu Teixeira Jacareí, Brasil
1. Seguid rezando cada día Mi Rosario
2. El Señor ya no puede soportar tanto mal en el mundo
3. Innumerables pecados claman al Cielo venganza

§1
1. Seguid rezando cada día Mi Rosario
María Santísima: «Queridos hijos, hoy os invito de nuevo a la Oración, al Sacrificio y a la Penitencia. Sólo a través de estas tres cosas podréis subir al Cielo.
Os invito también, en este tiempo de renovación y conversión, a volver como nunca vuestros corazones al Señor, a la oración, a la meditación. Así vuestros corazones recobrarán la paz y el sentido de la vida.
Que también meditéis más Mis mensajes de Heede (Alemania) [1] que han sido tan olvidados.
Sufro por cada hijo que permanece obstinado, pero Mi Corazón se consuela y se alegra por cada hijo que decide seguirme por el camino de la oración, del sacrificio y del amor a Dios.
Seguid rezando cada día Mi Rosario.

Y no olvidéis, hijos Míos, que al final de vuestra jornada en esta tierra, cada uno de vosotros tendrá que comparecer y rendir cuentas al Señor. Por eso, no perdáis el tiempo en cosas terrenas y dedicad vuestra vida completamente a Dios, a la oración y a hacer el bien.
No perdáis más tiempo en juegos, pasatiempos y deportes. Dedicaos a la oración y luchad conmigo en mi ejército contra todos los enemigos y adversarios de Mis mensajes, porque éstos son los secuaces del enemigo.
§2
2. El Señor ya no puede soportar tanto mal en el mundo
“Queridos hijos, secad Mis lágrimas con la oración y con el sacrificio más grande que deseo de vosotros: que es la renuncia a vuestra propia voluntad, a vuestros propios deseos, a vuestra propia manera de pensar para obedecer Mis mensajes y seguirme por el camino de la oración, del amor a Dios que conduce al Cielo.
Os invito a todos a mirarme más de cerca en La Salette y a Mi Secreto [2], que ahora se realiza y se cumple ante vuestros ojos.
Pero ahora todos deben dedicar cada minuto, cada hora a la salvación de su alma, porque ahora el tiempo correrá aún más rápido porque el Señor ya no puede soportar tanto mal, tanto pecado en el mundo.
¡Seguid rezando el Rosario meditado todos los días!”
§3
3. Innumerables pecados claman al Cielo venganza
“Hijos Míos, yo soy la Señora de las Lágrimas. Rezad, rezad todos los días el Rosario de las Lágrimas [3].

Sólo una gran fuerza de oración puede detener los castigos que están llegando a la humanidad.
Sí, di Mis mensajes en La Salette, Heroldsbach (Alemania) [4], Olsene (Bélgica) [5] y en otros lugares, pero la humanidad no escuchó Mis llamadas a la oración y a la penitencia. Ha seguido el camino del alejamiento de Dios, del mal, de la impiedad, de los vicios, y por eso, cada día innumerables pecados claman al Cielo venganza, y ¡he aquí que la venganza vendrá!
Para detenerla, lo que dije en Akita [6], Japón, lo repito aquí: ¡oración y penitencia! Sólo cuando el número de almas muy amorosas y reparadoras sea grande, se aplacará la justicia del Padre. Los que confíen plenamente en Mí se salvarán. Los que pongan su confianza en otros se desilusionarán y se perderán.
Lo que dije en Akita se está cumpliendo hoy: la Iglesia está llena de gente que ha hecho pactos. Satanás ha oscurecido y llenado la Iglesia con el humo de su maldad, y está invadida de errores, de ideologías contrarias a la verdad de mi hijo Jesús. Sólo no se perderán los que recen Mi Rosario Meditado y sean completamente obedientes a Mis mensajes. Por tanto, vivid verdaderamente vuestra consagración a Mi Corazón Inmaculado obedeciendo Mis mensajes y rezando al menos tres horas al día.
¡Penitencia y oración! Lo que dije en Erechim (Brasil) lo repito aquí: ¡penitencia! Penitencia para la conversión de los pecadores. El pueblo ya no es digno de señales, ¡sino de castigos! Y vendrán, porque el Padre Eterno ya no puede soportar tantos crímenes, tantos pecados, tanta violencia, tanta maldad en todo el mundo, tanta desobediencia a mis mensajes. ¡Por eso vendrá el castigo!
Toda desobediencia, toda sordera, ¡pronto serán castigadas!
Os bendigo a todos con amor: desde Pontmain (Francia), desde Lourdes (Francia) y desde Jacareí (Brasil).”
- Apariciones de Heede, 1937-1945, Alemania:

Jesús: «La humanidad no ha escuchado a Mi Santa Madre, revelada en Fátima para exhortarla a hacer penitencia. Ahora Yo mismo he venido, en esta última hora (¿100 años, 1937-2037…?) a advertir al mundo; ¡los tiempos son graves! Que los hombres hagan por fin penitencia por sus pecados; que se aparten del mal de todo corazón y recen, recen mucho, para que la ira de Dios se apacigüe. Especialmente que recen a menudo el Santo Rosario: esta oración puede mucho ante Dios. ¡Menos diversiones y pasatiempos! … Estoy muy cerca, estoy con vosotros, no temáis. Os alegraréis y me daréis gracias. Los que esperan en Mí tienen Mi ayuda, Mi gracia y Mi amor. Pero para los que no están en estado de gracia, será temible. Los ángeles de la justicia ya están dispersos por el mundo. Me daré a conocer a los hombres. Cada alma Me conocerá como su Dios. ¡Ya voy! ¡Estoy a la puerta! Mi amor ideó esa operación antes de la creación del mundo. Los hombres no escuchan Mis llamadas; cierran sus oídos, se resisten a la gracia y rechazan Mi misericordia, Mi amor, Mis méritos. El mundo agoniza en el lodazal de la culpa. El odio y la envidia llenan los corazones de los hombres. Todo esto es obra de Satanás. El mundo yace en densas tinieblas. Esta generación merece ser aniquilada; pero Yo quiero mostrarme misericordioso. El Ángel de la Paz no tardará en descender a la tierra. Yo curaré y salvaré. Sobre las heridas, que ahora sangran, triunfa la misericordia y triunfa la justicia. Pero que Mis fieles no duerman como los discípulos en el Huerto de los Olivos, sino que saquen constantemente del tesoro de Mis méritos. Que se preparen para grandes cosas. Yo mismo vendré y manifestaré Mi voluntad.
Todos los que han sufrido en estos últimos tiempos son Mis mártires y preparan la nueva cosecha para la Iglesia. Ellos han participado en Mi camino doloroso. Hijas Mías, vengo pronto, ¡muy pronto! Lo que sucederá superará con mucho lo que ha sucedido. La Madre de Dios, Mi Madre, y los ángeles tomarán parte. El infierno se cree seguro de la victoria, pero Yo se la arrebataré. Muchos blasfeman contra Mí y por eso debo permitir que las desgracias caigan sobre el mundo, porque así muchos se salvarán.
Bienaventurados los que lo soportan todo en reparación de los que Me ofenden. Yo vengo, y conmigo vendrá la paz. Con un pequeño número de elegidos construiré Mi Reino. Este Reino vendrá de repente, antes de lo que pensáis. Haré brillar Mi luz, que para unos será en bendición y para otros, oscuridad. La humanidad reconocerá Mi amor y Mi poder. Daré a conocer Mi Justicia y Mi Misericordia.
Mis queridos hijos: la hora se acerca. Rezad sin cesar y no seréis confundidos. Reuniré a Mis elegidos. Ellos convergerán juntos de todas partes del mundo y Me glorificarán. ¡Ya voy! Bienaventurados los que están preparados, bienaventurados los que me esperan». (Leer más…)
- Aparición y Secreto de la Salette. 1846, (Francia): Leer más…

- Rosario de las Lágrimas de la Virgen: Oración…
- Apariciones de Heroldsbach 1949, (Alemania): Leer más…
- Apariciones de Olsene 1933, (Bélgica): Leer más…
- Apariciones de Akita 1973, (Japón): Leer más…
Fuente: Avisos do Ceu








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."