¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
05 de marzo de 2025 – Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María

“Amados hijos de Mi Sagrado Corazón, son Mi Tesoro y a todos amo.
Esta generación se aleja continuamente de Mí… Aun así los amo y Mi Divina Misericordia se derrama sobre toda la humanidad, no deseo que ninguno se pierda.
Mi Dolorosa Pasión se encuentra continuamente ante cada uno de ustedes; mírenme crucificado y glorioso por Amor Divino a cada uno de ustedes. Continúan deseando mantenerme crucificado, sin reconocer que Me entregué por Amor y la Cruz es Mi más grande prueba (I Ped. 2, 24; Fil. 2, 5-11; Rom.5, 8-11).
Deseo que cada uno de Mis hijos sea más misericordioso, más fraterno, más espiritual.
Adéntrense en Mi Amor durante esta Cuaresma especial, en la que serán testigos de la dureza en el corazón de la criatura humana.
La humanidad continúa indiferente a cuanto sucede por necedad, se niega a mirar el peligro continuo al que es sometida.
Obran y actúan contrario a Mi Voluntad, rebelándose ante Mí. La humanidad continúa entregándose al mal que le sujeta como un imán al que le es difícil resistirse.
El empeño en negarse a conocerme, la constante falta de profundizar en la anchura de Mi Amor y en la profundidad de Mi Misericordia (Ef. 3,16-19) les limita a lo inmediato de lo mundano.
Toman lo que alcanzan sin esfuerzo, acostumbrados al mínimo esfuerzo. Este obrar y actuar de la humanidad los acerca al Anticristo [1], que les recibirá por unas monedas, como Yo fui entregado.

¡Necesitan despertar espiritualmente!
Sean criaturas de fe inquebrantable [2], mantengan la oración permanente, háblenme, los escucho, Me encuentro en cada uno.
Hijos, oren para que ante lo inesperado no caigan.
Hijos, oren, el corazón de la mayoría de la humanidad se mantiene endurecido, por eso no creen en Mí.

Hijos, oren, vengan a Mí, les espero como un Padre espera a Su hijo perdido y este hijo regresa.
Amados hijos:
- Vivan para dar, para ser amor…
- Vivan a Mi Semejanza…
- Vivan de Mi Costado…
- Aliméntense de Mi Amor…
- Sean Mi Amor (I Cor.13, 4-13).
Hijos, les bendigo. Su Jesús.”
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Comentario de Luz de María

“Hermanos: Nuestro Señor nos exhorta a amarle y me ha explicado que debemos comprender el bien que nos hace reflexionar sobre el Amor Divino. Si obramos y actuamos como Nuestro Señor Jesucristo nos pide todo cambia en nosotros, seremos mejores hermanos, mejores criaturas, mejores hijos de Dios, ya que en quien radica el amor, da amor que es lo que conoce.
En esta Cuaresma debemos aprender a dejar de lado lo que el “ego” quiere y no nos conviene y reflexionar ante las Palabras de Nuestro Señor Jesucristo:
“Son Mi Tesoro y a todos amo”.
Recordemos que somos llamados a crecer espiritualmente para superar cuanto se nos presenta en la vida. Se nos ha dado todo para ascender espiritualmente; pidamos al Espíritu Santo que nos auxilie y permitamos que nos moldee para nuestro bien. Amén.”
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."