¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
13 de febrero del 2025 – Mensaje de La Santísima Virgen María a Luz de María
§1: Estoy y estaré con ustedes en todo momento
§2: Las Legiones Celestiales les guían para que no se pierdan
§3: Como Madre los preparo, les aviso, les alerto

“Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, reciban Mi Bendición Materna. Coloco Mi Manto sobre cada uno de los hijos de Mi Divino Hijo.
§1
Estoy y estaré con ustedes en todo momento. Para ello necesitan amar a Mi Divino Hijo, mantener la fe en Él como verdadero Dios y verdadero hombre. Mantengan la fe, la fidelidad, la esperanza y sean caridad.
Amados hijos, sean fervientes adoradores de Mi Divino Hijo, oren sin cansarse; tengan presente que Mi Divino Hijo no se cansa de esperarles.
El que oren el Credo, profesión de fe, ahuyenta al Demonio, pero deben permanecer en estado de Gracia.
El orar el Santo Rosario, en el que oran el Credo, el Padrenuestro, las Avemarías y las Jaculatorias, hace que el Demonio sienta dolores fuertes y huya.

Hijos Míos, no miran lo que sucede sobre ustedes: es una batalla constante entre el bien y el mal, una fuertísima batalla por las almas.
§2
Para Mi Divino Hijo cada alma es un tesoro precioso…
Para el Demonio las almas son un trofeo…
Por ello cada criatura humana que se esmera por salvar almas, por ser fraterno, por vivir dentro de la paz, por llevar la luz de Mi Divino Hijo a sus hermanos es invaluable ante el Trono Celestial.
Estos momentos fuertes para la humanidad son los que deben transitar con mayor cuidado; cada paso deben darlo con Mi Divino Hijo para que no caigan en terreno minado.
Las Legiones Celestiales les guían para que no se pierdan y, aun así, Mi Divino Hijo les permite el uso del libre albedrío y cada uno elige por donde desea caminar.
Continúan mirando el actuar de los elementos sobre la humanidad; es el llamado de la Tierra para que le limpien del pecado que la humanidad vierte sobre ella. La criatura humana continúa siendo necia, desobediente, sumisa al mal y se resiste al bien.
§3
¡Oh, hijos Míos, cómo llevarlos a comprender cuanto van a enfrentar!
Como Madre los preparo, les aviso, les alerto…
Como Madre el mirarlos padecer es doloroso, por ello les protejo…
Vengan a Mí, cobíjense con Mi Manto Materno.
El cambio de vida debe darse ya, de ipso facto (inevitablemente), sin mirar ni a la derecha ni a la izquierda, sino de frente para que no sean confundidos. Hijos Míos, con el amparo de esta Madre, miren con la vista espiritual para que no les ciegue lo mundano.
Oren hijos Míos, oren, las aguas del mar se agitan, mantengan la prudencia.
Oren hijos Míos, oren, la salud de la humanidad se encuentra en peligro.
Oren hijos Míos, sin tomar a la ligera los síntomas de la enfermedad [1], manténganse atentos.
Hijitos de Mi Divino Hijo, han recibido lo necesario para utilizar en las enfermedades, tengan lo que se les ha indicado.

Las plantas medicinales son necesarias para enfrentar las enfermedades, manténganlas en el hogar [2].
Adéntrense en el estudio de la Sagrada Escritura.

¿Qué es tarde?
Ustedes no lo saben, lo necesario para la criatura humana es el actuar y obrar pronto, en obediencia.
Les convoco a orar cada día el Santo Trisagio [3], es gran protección de la Trinidad Sacrosanta para ustedes.
Manténganse en alerta espiritual, lleven con ustedes la Medalla de San Benito y colóquenla en las puertas y ventanas de la casa internamente.

Oren, no se olviden de orar.
Les llevo dentro de Mi Manto Materno. Les bendigo con Mi Amor. Mamá María.”
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Comentario de Luz de María

“Hermanos, Nuestra Madre Santísima, con su excelsa Maternidad, nos llama a unirnos bajo Su Manto Materno para mantenernos aislados del mal, que al oído nos susurra que utilicemos el libre albedrío y no seamos obedientes a Nuestra Madre. Nos llama a mantenernos atentos en cuanto a la salud, anticipándonos la cercanía de la enfermedad. Hermanos, oremos y llevemos la oración a ser acción y como hermanos en la fe, obedezcamos a Nuestra Madre para el bien de todos. Amén.”
- Sobre las enfermedades: leer…
- Plantas medicinales: descargar…
- Santo Trisagio: Oración…
Fuente: Revelaciones Marianas





Dios Padre: «



“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”




"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."