¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
29 de enero del 2025 – Mensaje de San Rafael Arcángel a Luz de María
§1: Vengo a llamarles a la conversión
§2: Mantengan la fe ardiendo con el mejor aceite
§3: Las enfermedades se esparcen

§1
“Amados hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo:
- Vengo a ustedes por Voluntad Divina.
- Vengo a traerles la palabra que da calma en la angustia, la palabra que calma la sed y da de comer al hambriento, la palabra que es única y veraz (Mt. 7- 24; Lc. 11,28).
Amados hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo:
Vengo a llamarles a la conversión… encuéntrense a ustedes mismos en su interior y así se encontrarán con Cristo, Verdad y Vida.
La humanidad está sumida en su propio error y lo repite una y otra vez:
- La falta de amor a Dios…
- El vivir sin convertirse…
La arrogancia de la criatura humana la lleva a encontrarse tan bajo que para llegar a la sublime humildad deben orar, reparar y pedir perdón. No es difícil pedir perdón, pero esto lo hace el humilde no el soberbio y es esa soberbia la que ha llevado a la humanidad a destruir la Creación (Lc. 1, 51-53).
§2
Temen la oscuridad que se acerca a la humanidad y no tienen santo temor de Dios: no es que le teman a Dios, es que se abandonen en el Padre que ama a Sus hijos (Heb. 13, 5-6).
En la oscuridad no ven la luz porque la oscuridad no atrae la luz. Si en un momento la criatura se arrepiente y pide perdón, nace un rayo de luz y despeja el temor. En la oscuridad no verán la luz exterior, pero si la criatura vive en la búsqueda del bien y del bien común, la luz del Espíritu Santo le hará ver la luz (Jn. 8,12).
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, mantengan la fe ardiendo con el mejor aceite. Se aproximan eventos que moverán las entrañas de las criaturas humanas, pero no apagarán la fe de quienes mantienen la fe firme, fuerte y están convencidos.
§3
Las enfermedades se esparcen por la Tierra y yo les auxilio en cada enfermedad que les aqueja.

En este momento en especial, varias enfermedades se encuentran en medio de ustedes alojándose en las criaturas con sistemas inmunes bajos.
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, el aparato respiratorio será muy afectado. Los sentidos se verán afectados, la piel se afectará y en casos agudos se verá comprometida la capa interna de la piel. Los ojos se irritan fuera de lo normal y las infecciones toman fuerza.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por toda la humanidad, la guerra toma fuerza.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por México, se estremece.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren, Chile, Perú y Argentina se estremecen con fuerza.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren, varios países del mundo entran en caos social y los alzamientos armados en los países aumentan la crisis mundial [1].
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por Italia se estremece, Albania se estremece.
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, manténganse atentos, miren a lo alto [2], no se sorprendan; sino al contrario, oren el Santo Rosario y el Santo Trisagio.
La humanidad vive su crisol, vive su escarmiento debido a tanto mal que se mueve en medio y en las criaturas humanas.
La Tierra se encuentra en peligro, aunque no lo anuncien: el sol esparce fuertes llamaradas [3], la Tierra será centro de una de ellas.

Por ello, los hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo deben orar con el corazón; la fuerza de la oración detiene tanto daño, que la criatura humana no es consciente de ello. Ustedes oren y ofrezcan, prepárense para cuanto se acerca (Sant. 5, 16; Fil. 4, 6-7).
Les traigo la unidad, les traigo el mejor aceite para que mantengan la lámpara encendida, les traigo la fraternidad y les ofrezco la salud del cuerpo y del espíritu.
A todos unjo con el óleo de la salud para que poco a poco se impregnen de él. Cada acto de bien los lleva a ser mejores, en la Divina Voluntad todo se ejecuta para el bien del alma, no solo la sanidad del cuerpo es un milagro, sino también la misma muerte es un milagro porque es un paso a la Vida Eterna.
Oren en todo momento. Les bendigo, San Rafael Arcángel.”
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Comentario de Luz de María

“Hermanos: Hoy en especial nos encontramos regocijados con este llamado de San Rafael Arcángel, es una bendición para nosotros hijos de Dios. Recibimos las recomendaciones ante las enfermedades y cuanto se avecina. Ante una humanidad, que en su mayoría no sabe lo que sucede en el mundo, por su desinterés al mirar únicamente lo que pasa ante su mirada, se debe redoblar la oración, los buenos actos y las buenas obras: el darse al hermano, el propiciar la fraternidad, teniendo presente que el amor a Dios y al prójimo es la base para dar los pasos necesarios para ser criaturas que logremos minimizar cuánto se puede minimizar, siempre de la mano de Nuestra Madre Santísima.
Hermanos, no es casualidad que en este momento el Cielo adelantándose a los eventos que afectarán la salud de la humanidad, nos envíe a San Rafael Arcángel. ¡Gracias San Rafael Arcángel! Cristo hoy, mañana y siempre. Amén.”
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Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."