¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Extractos de mensajes de Jesús, la Bienaventurada Virgen María, a John Leary, E.E.U.U.
(D424-D1024) Jesús: «Después de predicar a la multitud durante tres días, Me compadecí de ellos y multipliqué siete panes y unos pocos peces que alimentaron a cuatro mil personas. Recogieron siete cestas con los fragmentos que sobraron. Fui generoso al alimentarlos, y esto es una prefigura de cuando instituiría Mi Eucaristía que recibís en cada Misa.
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Os he hecho varón y mujer con el fin de la procreación.
Cuando intentáis cambiar de sexo, vais en contra de Mi plan para la humanidad. Las personas trans no producen hijos, así que las estáis haciendo infértiles. Esta industria mueve miles de millones de dólares, ya que gana dinero con las hormonas y las operaciones. A las personas que están haciendo esto, les importa más el dinero que el daño que están haciendo a la vida de los niños.
Incluso con los abortos, es la misma razón para ganar dinero en lugar de preocuparse por la pérdida de la vida de los bebés. Esas personas, que están fomentando las operaciones trans para niños y los abortos, tendrán que pagar por su destrucción de estas vidas en su juicio».
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«Aprendan a seguir la sabiduría de Mis palabras en las Escrituras, y serán capaces de resolver sus problemas con Mi ayuda en la oración».
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Muchas personas ponen luces, muñecos de nieve y renos afuera como decoraciones para Navidad.
[…] Este es verdaderamente el espíritu de Mi venida a Belén como vuestro Niño Salvador. Vine a la tierra como hombre para ser el Sacrificio perfecto que trajera la salvación a toda la humanidad. Este fue Mi plan desde el momento en que prometí que habría un Mesías para salvar a Mi pueblo.»
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«Desde la victoria [del Presidente número 47], ha habido algunos planes para buscar un cese al fuego en estas dos guerras. [la nación del Oso] ha estado amenazando con usar su arsenal nuclear si la [nación con bandera azul-amarilla] sigue enviando misiles de largo alcance a [la Tierra del Oso]. Les he pedido algunas oraciones de la Novena para detener estas guerras antes de que las armas nucleares puedan ser usadas.
Estad preparados para venir a Mis refugios si vuestras vidas están en peligro a causa de estas guerras. Guerras y rumores de guerras son también otra señal del fin de los tiempos».
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«Navidad: Este es un buen tiempo para poner vuestra vida en orden espiritualmente, mientras venís a buscar Mi perdón de vuestros pecados.
Yo tengo misericordia de vuestras almas cuando perdono vuestros pecados. Sed agradecidos por las muchas bendiciones que os concedo cada día. Os amo tanto a todos vosotros, y curo a aquellas personas que claman a Mí con fe.
Orad también para que cesen las guerras que están teniendo lugar en [la Tierra donde vivió Jesús] y en [el país con bandera azul-amarilla]. Orar por la paz en la tierra es una buena causa en Navidad».
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«El 7 de diciembre de 1941 [la nación de los Samuráis] atacó Pearl Harbor y comenzó la Segunda Guerra Mundial para [la Tierra del Águila]. Esta guerra mató a mucha gente en [la Tierra del Águila, el Viejo Continente y la Tierra de los Samuráis]. La Segunda Guerra Mundial terminó en 1945. Ahora están al borde de una posible Tercera Guerra Mundial con [la nación del Oso] en la [tierra del país con la bandera azul-amarilla], y en [la Tierra donde vivió Jesús]. La gente malvada está presionando por la guerra para que los fabricantes de armas puedan hacer su dinero sangriento. Seguid rezando por la paz y para que [el Presidente número 47] pueda haber un alto el fuego en estas guerras. Oren también para que las armas nucleares no sean usadas que podrían matar a mucha gente como ustedes vieron en [la nación de los Samuráis]».
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(D824) «Seguid rezando por la paz».
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La Santísima Madre: «Mis queridos hijos, hoy estáis celebrando Mi Inmaculada Concepción, así que Yo estuve sin pecado por designio de Dios para Mi vida.
Durante Mi vida también estuve sin pecado, así que pude presentar un lugar santo en Mi Vientre para el Hijo Unigénito de Dios. Como consecuencia del pecado original de Adán y Eva, toda la humanidad, excepto Yo y Mi Hijo, tenemos pecado original al nacer, el cual es limpiado con el Bautismo. Fue la Muerte de Mi Hijo en la Cruz la que limpió el pecado de vuestras almas para aquellas personas que se arrepintieron de sus pecados. Mientras se preparan para la Navidad, estén agradecidos por el regalo de salvación de Mi Hijo».
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Jesús: «Te estás arrepintiendo de tus pecados y tu alma está ganando en gracias desde esta hora.
Confías en Mí para sanarte de cualquier enfermedad, y también te ayudaré con cualquier problema financiero. Es tu fuerte fe en Mi poder que responderá a cualquiera de tus peticiones que serán respondidas en Mi tiempo y en Mis maneras. Sigue rezando tus Rosarios por tus muchas intenciones».
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«No quiero perder ni un alma. Habrá más alegría en el Cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de arrepentimiento. Así que, tiende la mano para ayudar a salvar almas con tu buen ejemplo, e incluso evangeliza a la gente para que puedan llegar a conocerme y amarme como tú».
Fuente: John Leary
“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”
"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)" 
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)." 
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."