A Mis hijos les espera gran padecer. Me duelo ante su desobediencia

¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.

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10 de diciembre del 2024 – Mensaje de la Santísima Virgen María a Luz de María

§1: La conversión debe darse ¡YA!
§2: Les invito a orar en todo momento
§3: Me duelo ante su desobediencia

«Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, les envío Mi Amor Materno. Cada uno de ustedes posee Mis Bendiciones, Mi Intercesión, Mi continua Protección. Soy Su Madre y les auxilio cada momento, no les desamparo jamás.

§1

Amados hijos, la conversión debe darse ¡YA! en cada uno, no deben esperar, el momento es ¡YA!, no es otro.

Las nubes oscuras llegaron a la mayoría de países con palabras engañadoras y Mis hijos han caído en el error acogiendo modernismos que les alejan de Mi Divino Hijo.

A Mis hijos les espera gran padecer: los elementos continúan azotando a la humanidad; el agua, el viento, el fuego y la tierra que, como si fuera hueca, continuará con derrumbes por doquier.

Ciudad de Guatemala. Vista aérea del gigantesco socavón que se tragó un edificio de 3 plantas.
Nachterstedt, Alemania. El enorme socavón se abrió en un agujero de unos 350 m (1.150 pies) de diámetro y 150 m (500 pies) de profundidad.
Pensilvania, Estados Unidos. La profundidad es de unos 18 m (60 pies).
Ciudad de Guatemala. Profundidad de unos 328 pies (100m).
Bernburg, Alemania. Profundidad de unos 131 pies (40m).
Milwaukee, Wisconsin. Unos 19 pies (6m) de diámetro.
Tiefenort, Alemania. Profundidad de unos 65 pies (20m).

El aire cargado de ambición y de soberbia enfermaron a Mis hijos, llevándolos a luchar por territorios que son ajenos, enfrentándose entre hermanos como grandes enemigos.

Eso desea el maligno, que Mis hijos caigan en sus garras y no se levanten.

§2

La guerra de hoy es una amenaza para toda la humanidad, no solo para los países involucrados sino para toda la humanidad.

Les invito a orar en todo momento, les llamo a mirarse a sí mismos y transformar el obrar y actuar.
Les invito a un cambio radical en el ego, en el carácter, en el proceder con sus hermanos.

Este cambio es urgente para que sean más de Mi Divino Hijo y menos de lo que han venido cargando, que los lleva a no encontrar paz ni amor al imponerse ante sus hermanos (Rom. 12,16; Ef. 4,1-3).

(Rom. 12,16) “Vivan en armonía unos con otros, no quieran sobresalir, pónganse a la altura de los más humildes. No presuman de sabios.”

(Ef. 4,1-3) “Yo, que estoy preso por el Señor, los exhorto a comportarse de una manera digna de la vocación que han recibido. Con mucha humildad, mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por amor. Traten de conservar la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz. Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida.”

§3

Esta Generación palidece en las sombras que les alejan de Mi Divino Hijo gustando de lo que no es Divino, sino que es diabólico. ¡Cómo sufrirán en el momento del Aviso! [1] ¡Cómo Me duelo por ello, Me duelo ante su desobediencia!

Oren hijos Míos, oren, las provocaciones de unos y otros los llevan al uso de armas nucleares; prepárense, hijos de Mi Divino Hijo, prepárense espiritualmente.

Oren hijos Míos, oren, Argentina es sorprendida, su suelo se estremece con fuerza.

Oren hijos Míos, oren, Brasil se estremece en su suelo.

Oren hijos Míos, oren, Australia se estremece en su suelo.

Oren hijos Míos, oren, la tierra se estremece en Japón con fuerza.

Oren hijos Míos, oren, la tierra gime ante la insensatez del hombre.

Oren hijos Míos, el sol [2] lleva a Mis hijos a padecer.

Amados hijos, soy su Madre y les llamo a orar por toda la humanidad.

Hijos Míos: Esta celebración del Nacimiento de Mi Divino Hijo será diferente; la paz en la tierra no será paz.

Los llevo en Mi Corazón Materno. Correspondan a Mi Divino Hijo. Sean amor como Mi Divino Hijo es Amor.

Les bendigo hijitos, les bendigo. Mamá María».

Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida

Comentario de Luz de María

«Hermanos: En este Mensaje nuestra amada Madre nos llama a la conversión en medio del desatino de la criatura humana que acoge el mal y desprecia a Su Divino Hijo.

Somos llamados al discernimiento y nos llama a ser más espirituales para que como Ella nos dice, que las nubes oscuras han llegado a todos los países y que el aire contaminado por la ambición y la soberbia ha enfermado a la criatura humana en su ego para que olvide que el hermano es el hermano y luchen unos contra otros.

Vivimos en este momento en el que como generación palidecemos entre las sombras de la maldad que, como cadáveres ante el mal, todo pasa desapercibido y no se reacciona ante las maquinaciones del Demonio.

Hermanos, ¡en cuántas ocasiones Nuestra Madre nos ha llamado a la conversión, pero se cree que el llamado es para otros y no para nosotros! Cada uno en particular debe tomar este llamado a transformarse para caminar hacia la conversión; el llamado es personal, no es para otros. No continuemos sordos y ciegos, no seamos necios, respondamos a Nuestra Madre y con fe continuemos sobre el camino que nos lleva a puerto seguro.

Nuestra Madre me ha permitido mirar la Tierra y me ha mostrado revueltas en varios países. Miré a las criaturas humanas deformadas con aspectos impactantes, las que representan las deformidades espirituales; esto me lo explicó Nuestra Madre.

La tierra oscurecida sin luz alguna, en total oscuridad, representa la posesión que ha tomado el Demonio sobre las criaturas humanas. Pero no todo es malo, Nuestra Madre me permitió mirar un remanente fiel, almas que por toda la Tierra se escuchaban adorando a Dios Uno y Trino, orando con fe y con corazones contritos. Pude mirar a esas criaturas que, adorando a la Trinidad Sacrosanta, se unían al unísono a Coros Angélicos que permanecen en la Tierra custodiando a esas criaturas que adoran y no desean caer para siempre en el lago eterno.

Se me permitió mirar cómo esas almas que adoran, forman pequeñas luces que poco a poco se van mirando sobre la Tierra y de un instante a otro, la Tierra posee esas luces que permiten ver que la tierra no es posesión del mal, sino que aún el bien existe y las almas buenas dan amor al prójimo y les hablan de Nuestro Dios. En medio de la oscuridad surgen algunas criaturas humanas a las que los Ángeles les cambian sus vestiduras fétidas por el pecado, por otras limpias. Entonces Nuestra Madre me dice:

“Hija Mía, ese es el poder de creer que Dios es Dios y ustedes sus criaturas. Esa es la humildad de saber que para Dios no existen imposibles. Ven y llamemos a los que viven en tinieblas a retomar el camino correcto; nunca es tarde para que se ministren entre hermanos.”

Hermanos, Dios es Misericordioso y tenemos a Nuestra Madre Santísima que nos ama e intercede por nosotros. Demos gracias a Dios por ello y seamos diferentes, más llevaderos y demos gracias por la vida y consagrémonos a los Sagrados Corazones; es necesario. Amén».