¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Mensajes de Nuestra Señora de Emmitsburg a Gianna Talone, USA
§1: Busquen sólo a Dios y aspiren a la Gloria en Su Amor y Voluntad
§2: Vengan bajo Mi Manto de Protección

§1
1 de noviembre de 2024 – Día de Todos los Santos
Nuestra Señora: «Mis queridos hijitos, ¡alabado sea Jesús!
Este país (la Tierra del Águila) está en una seria guerra contra el mal. Todos los líderes mundiales están pendientes de estas próximas elecciones [1] para ver quién será el próximo gobernante.
Por favor oren, oren, oren.
La integridad de esta elección ha sido comprometida. Las fuerzas y poderes del fascismo, comunismo, y el poder de los medios de comunicación están comprando y controlando a la gente con falsas promesas y mentiras.
Nunca tendrán un país libre si a los inmigrantes ilegales se les paga para votar a quienes ni siquiera son ciudadanos de su país. Guarden sus almas y defiendan la Verdad de Dios, la Libertad y la Justicia para Todos.
Busquen sólo a Dios y aspiren a la Gloria en Su Amor y Voluntad.
La oración es la respuesta.
Hijitos del Verdadero Amor, tengan una confianza infalible en Mí, su Madre.
Dios nunca ha dicho no a Mi oración.
Acérquense, Yo no los rechazaré. Oren a los Santos que alaban y adoran a Dios. Fusionaos en la gloria y el resplandor de la vida, el amor, el calor, la salud y el consuelo de la Voluntad de Dios.
Yo intercederé por vosotros y os ganaré la gracia de la victoria y la fuerza.
Estén en paz, hijos Míos. Les invito a que su conducta sea como la Mía. Sean amables, orantes, confiados y confíen en Dios. Conserven un corazón humilde y no sigan la búsqueda de la gloria del mundo, o la estima de la gente a través del honor del mundo.
Los Santos están aquí para ministrarles y ayudarles. Oren a ellos.
Paz a vosotros. Gracias por responder a Mi llamada.
Ad Deum».
§2
30 de noviembre de 2024
Nuestra Señora: «Mis queridos hijitos, ¡alabado sea Jesús!
Les recuerdo que Dios Padre nunca ha dicho “no” a Mis peticiones de oración.
He ofrecido todas sus oraciones a Dios Padre. La victoria reina sobre el mal a través de la oración.
Sean agradecidos a la Santísima Trinidad y al Santo Coro de los Ángeles.
También, hijitos, agradezcan que se les haya dado el don de la Fe y que lo practiquen.
Muchas personas no practican su don [de la Fe] y ya no creen en Dios.
Esto abre portales para que el mal los posea y trate de destruir la vida, la libertad, el amor y el cristianismo en general. Vivir su Fe mantendrá al mundo a salvo y le permitirá recibir muchos regalos Divinos.
Esta temporada de Adviento es una de espera del Niño recién nacido [Jesús] y la expectativa de que Él también vendrá de nuevo al final de los tiempos para juzgar a los vivos y a los muertos.
Mi Hijo les ha indicado cómo deben rezar.
Una oración íntima es el amor entre ustedes y Dios. Una simple mirada de Amor hacia Dios, y veréis la Verdad. El ve todo lo que hacen y escucha todas sus oraciones.
Oren con el corazón, hablen con Él y escuchen. Él les dará Su Divino Conocimiento y ustedes podrán discernir qué acciones deben practicar en Su Divino Amor.
Él les protegerá. Él les ama y nunca les abandonará.
Cúbranse con Su Preciosa Sangre.
No permitan que pensamientos inútiles invadan su paz para sólo causarles angustia y pena.
ÉL ES EL ÚNICO CAMINO, VERDAD Y VIDA.
Vengan bajo Mi Manto de Protección. Estarán seguros Conmigo bajo Mi Manto. Adoraremos al Rey recién nacido.
Paz a ustedes.
Gracias por responder a Mi llamada.
Ad Deum».

- Elecciones presidenciales de 2024 en la Tierra del Águila el 5 de noviembre de 2024
Fuente: Our Lady of Emmitsburg








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."