¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
23 de agosto del 2024 – Mensaje de la Santísima Virgen María a Luz de María
§1: Preparando a cada uno su refugio interior
§2: Se encuentran en el momento de las pestes y grandes enfermedades
§3: Poseen los medicamentos para que puedan combatir y sanar las enfermedades
§4: Breve lista de próximos eventos
«Amados hijos Míos, amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
§1
Como Madre que les ama, como Madre que vela por Sus hijos, vengo ante ustedes para invitarles una vez más a que recapaciten sobre su vida, (I Tim. 4,16; Ef. 4, 22-24) a que prepare cada uno ese refugio interior y que su conciencia, su obrar y actuar sean acordes a la Voluntad de Dios, reflejada en Los Mandamientos, en Los Sacramentos, en las Obras de Misericordia, reflejadas en cada paso que Mi Hijo dio en la tierra.
§2
Amados hijos, se encuentran en el momento de las pestes y grandes enfermedades que azotarán a toda la humanidad, pero la peor enfermedad y que no tiene cura es la enfermedad del rechazo a Dios en la vida de cada creatura humana. La enfermedad que no tiene cura es esa que la creatura humana con sus sentidos, y con su palabra pronuncia:
“No creo en Dios, no le amo y no le necesito.”
Esa es la peor enfermedad que no tiene cura. Por ello les llamo a limpiarse espiritualmente, a ir a pasos acelerados al reencuentro con Mi Divino Hijo para que pidan perdón (I Jn. 1,9).
§3
Hijos, en cuanto a los virus que se van a dar en secuencia por todo el mundo, han recibido de la Casa Paterna por Voluntad Divina los medicamentos que poseen en la naturaleza [1] para combatir esas enfermedades. Si utilizan otros medicamentos, será Mi Hijo el que disponga; pero ustedes poseen los medicamentos que hemos dado por Voluntad Divina para que puedan combatir y sanar las enfermedades que vienen y las que se encuentran en este momento ya en la Tierra, contagiando a Mis hijos.
Cuando no posean aceites para tener la mezcla de lo necesario para tratar una enfermedad, busquen alguna de las plantas principales y colóquenselas con fe, porque si le dicen con fe a un monte que se mueva, se moverá; (Mc. 11, 22-23) si le dicen con fe a Mi Divino Hijo que les sane, Él les sanará.
§4
Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado:
- Oren por [el país del Águila], su suelo se va a estremecer fuertemente, hijos.
- [El país del Sombrero] padecerá fuertemente un sismo de una magnitud elevada.
- Oren por [los estados del país del Águila] que va a padecer la guerra.
- Oren hijitos por el mundo entero, oren por [el país con el Estrecho de Magallanes]. [Este país] va a sufrir un gran terremoto de una gran magnitud.
¡Cuánto les hemos alertado, hijos, y no han creído! En este momento verán concretarse esos avisos ante sus propios ojos.
- Oren por las Antillas, hijos Míos, oren porque la sangre correrá y serán estremecidas fuertemente ante el gran terremoto.
- Oren hijos Míos por América del Sur, correrá la sangre en varios países. Padecerán ante el espectro del comunismo, el cual será aplastado y los pueblos liberados prontamente.
- Oren porque un tsunami llegará a Sudamérica y padecerán Mis hijos por ello.
- Oren hijos Míos, oren por [el país con la Torre Eiffel], mirará correr la sangre de sus hijos por las calles, porque [el país con la Torre Eiffel] ha ofendido gravemente a Dios Padre. Ha sido cuna por unos días del Anticristo que ha enfermado la mente de la juventud.
- Oren hijos Míos porque [el país de la Corrida de toros en Europa] es invadida desde dentro, me duelo por ello.
- [La Tierra de Albión] padece la guerra.
- [El país del “Bel Paese”] padece por la guerra y es estremecida como objetivo primero del Anticristo.
- [El país del Oso] padecerá, grandemente padecerá.
Hijitos Míos, y no es que los países que no nombre no van a padecer porque todos van a ser purificados, todos van a ser purificados, unos más que otros, pero la guerra la sentirán y la vivirán en carne propia.
- Ustedes oren, hijos Míos, por Mis hijos del [país con el río Dnipro]. ¡Cuánto dolor y cuánto sufrimiento causa a un país una sola creatura! ¡Cuántos inocentes han perecido, no solo del [país con el río Dnipro], sino del [país del Oso] también! Y cuántos son preparados por las grandes potencias para combatir en un instante, con un solo llamado.
Necesito como Madre que los hijos de Mi Hijo sean velas encendidas que no se apaguen orando con la palabra, con el corazón y orando con sus actos.
A todos les amo porque a todos “les recibí al pie de la Cruz”.
Les bendigo en el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Mamá María.»
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Comentario de Luz de María
«Hermanos: Nuestra Madre Santísima nos mantiene constantemente en alerta. Nuestra Madre nos habla para que seamos más de Dios y menos de lo mundano.
En este momento difícil y de extrema urgencia, es cuando el maligno aprovecha cualquier medio para lanzar su aguijón en contra de la juventud especialmente, para llevarlos a ser más de lo demoniaco y menos de Dios. Pero, así como Cristo venció a la muerte, así el mal será extinguido de la Tierra. No sin antes llevar a padecer a la humanidad en general y llevarse su botín de almas.
Las enfermedades recrudecen; unas creadas por el hombre y otras que llegan como mutaciones a enfermedades anteriores. Nuestra Madre nos alerta y nos llama a la fe, a la fraternidad y menciona a los inocentes que padecen y nos da un ejemplo, [el país del Oso] y [el país con el río Dnipro], así es el Amor infinito de Nuestra Reina y Madre.
Hermanos, oremos y esperemos con paciencia, sin desatinarnos, sino al contrario, sabemos que todo se encuentra en Manos de Dios y que, como hijos Suyos, si nos mantenemos siendo cumplidores de Su Ley, Su Amor Divino siempre nos acompañará. Unidos en la fe. Amén.»
- Libro de Plantas Medicinales: descargar…
Fuente: Revelaciones Marianas
“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”
"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)" 
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)." 
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."