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La guerra avanzó a pasos acelerados. La humanidad iniciará el vivir en angustia. Oren el Santo Trisagio

Coloquen la cruz de palma bendita en la puerta del hogar hacia dentro de la casa. Y vuelvan a colocar aceite bendito en el marco de la puerta y sobre todo sean criaturas humildes, criaturas de Dios y conságrense nuevamente a los Sagrados Corazones
photo ¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.

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12 de agosto del 2024 – Mensaje de San Miguel Arcángel a Luz de María

§1: La guerra avanzó a pasos acelerados
§2: La humanidad iniciará el vivir en angustia
§3: La Tierra acelera el estremecerse
§4: Necesidad del compartir con sus hermanos los alimentos
§5: Santo Trisagio e instrucciones para proteger el lugar y a las personas

San Michele Arcangelo

“Amados hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, vengo a ustedes por Voluntad Divina.

Son amados de Dios. Cada criatura humana forma parte del Corazón de la Trinidad Sacrosanta.

Vengo a pedirles que se mantengan unidos y se unan fraternalmente, que sean precavidos y obedientes.

No es un mensaje más, es un llamado a la obediencia a las revelaciones que han recibido y háganlas vida.

§1

La guerra avanzó a pasos acelerados; avanzó y se posicionó de la mente y del corazón de las criaturas humanas.

Inició la persecución a los cristianos, por lo que se mantienen desde ya todas Mis Legiones Celestiales en la Tierra protegiéndoles y auxiliándoles.

Toda vida es de valor infinito para la Trinidad Sacrosanta; cada criatura humana es un Tesoro Divino y posee hasta el último instante de su vida para declararse pecador y pedir perdón.

§2

  • La humanidad iniciará el vivir en suspenso, en angustia por sus hermanos y por sí misma.
  • La guerra no se quedará estacionada, sino avanzará hasta generalizarse.
  • Mirarán escenas inimaginables…
  • La guerra es feroz, sin piedad, olvidando que todos son hermanos…
  • La guerra se levanta hasta arder, como arde el fuego sin control, avanzando y destruyendo, desintegrando familias, quedando niños huérfanos.

Todo preparado como lo desea el Nuevo Orden. Ninguna criatura humana es esclava del mal (Rom. 6,16), si la criatura misma no lo desea y no lo permite. La mente y el corazón nadie se los puede arrebatar, por ello es indispensable la fe adulta en cada uno de ustedes.

(Rom. 6,16): “¿No saben que al someterse a alguien como esclavos para obedecerle, se hacen esclavos de aquel a quien obedecen, sea del pecado, que conduce a la muerte, sea de la obediencia que conduce a la justicia?”

No tiemblen, sino al contrario, teman ofender a Dios (Prov. 8, 13).

(Prov. 8, 13): “El temor del Señor es detestar el mal: yo detesto la soberbia, el orgullo, la mala conducta y la boca perversa.”

§3

La Tierra acelera el estremecerse, se dan los terremotos que no se han dado y las magnitudes ascienden. Prepárense, tengan con que alumbrarse y con que preparar alimentos. Mantengan agua dentro de los hogares.

§4

Hijos de la Trinidad Sacrosanta e hijos de Nuestra Reina y Madre de los Últimos Tiempos, tengan la conciencia de la necesidad del compartir con sus hermanos los alimentos, pero sobre todo la Palabra Divina. 

Deben salvar el alma y parte de la salvación del alma es ser a la manera de Cristo. Sin la humildad, sin el buen trato, sin la fraternidad, sin ser mansos y humildes de corazón, más arduo será el camino para que lleguen a alcanzar la vida eterna.

§5

Oren el Santo Trisagio [1] (al final de la sección) con amor y reverencia. 

Coloquen la cruz de palma bendita en la puerta del hogar hacia dentro de la casa. Y vuelvan a colocar aceite bendito en el marco de la puerta y sobre todo sean criaturas humildes, criaturas de Dios y conságrense nuevamente a los Sagrados Corazones.

Les bendigo y Mis Legiones esperan el llamado para defenderles.

Oren a Nuestra y vuestra Reina y Madre. ¡Llámenme, estoy presto a socorrerles!

Sin temor, sino por amor a la Trinidad Sacrosanta y a Nuestra y Vuestra Reina y Madre, manténgase preparados espiritualmente.

Los bendigo. San Miguel Arcángel.”

Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida

 

Comentario de Luz de María

Luz de Maria de Bonilla

Hermanos: Oremos en fraternidad unos y otros, enviando las oraciones para nuestros hermanos y para quienes nos han causado el mal. En este Llamado de San Miguel Arcángel, Él me ha dado a sentir la necesidad de escudriñar el corazón y sobre todo la conciencia. Me ha permitido sentir que hay una urgencia especial en este Llamado, una urgencia ante un peligro inminente que se dará en la Tierra.

El espectro de la guerra ha dejado de ser espectro para ser una realidad que nadie desea, pero que llega sin ser llamada. Es la necedad humana la que continúa siendo implacable por su deseo de vencer.

Hermanos: debemos ser más de Dios, más de Nuestra Madre Santísima, recordemos que donde existe el mal, sobreabunda la Gracia. Acojamos esa Gracia que sobreabunda para que sea de crecimiento para nuestra alma y para todos los hermanos. Unidos en oración y en fraternidad. Amén.”

 

[1] Trisagio a la Santísima Trinidad

Trinidad Sacrosanta

En el Nombre (+) del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Bendita sea la Santa e indivisible Trinidad, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

  • V. Abrid, Señor mis labios.
    R. Y mi voz pronunciará vuestra alabanza.

  • V. Dios mío, mi defensa te encomiendo. 
    R. Señor, a mi socorro acude presto.

Gloria sea dada al Padre, Gloria al eterno Hijo, Gloria al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

Acto de Contrición

Amorososìsimo Dios, uno y Trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en quien creo, en quien espero, a quien amo con todo mi corazón, cuerpo y alma, sentidos y potencias, y por ser vos mi Padre, mi señor y mi Dios infinitamente bueno y digno de ser amado sobre todas las cosas, me pesa, Trinidad Misericordiosa, me pesa, trinidad amabilísima, me pesa Trinidad Santísima, de haberos ofendido sólo por ser vos quien sois: propongo y os doy palabra de nunca mas ofenderos, y de morir antes que pecar; espero en vuestra suma bondad y misericordia infinita que me habéis de perdonar todos mis pecados y me daréis gracia para perseverar en un verdadero amor y cordialísima devoción de vuestra siempre amabilísima Trinidad. Amén.

Himno

Ya se aparta el sol ardiente
Tu, luz perenne. Unidad
Danos un amor ferviente,
Santísima Trinidad.
En la aurora te alabamos
Y en la tarde ¡oh sumo bien!
Confiados esperamos
Que allá en el cielo también.
Al Padre, al Hijo, y al
Santo Espíritu, con fervor
Demos en piadoso canto
Gloria, alabanza y honor. Amén.

Ahora en su rosario, en el primer misterio rezar Padre Nuestro y Gloria, decir en las 9 nueve perlas siguientes:

“Santo, Santo, Santo eres en verdad Señor Dios de los Ejércitos, Rey del Universo, llenos están los cielos y la tierra de la majestad de Tu Gloria. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo.

Y el coro responde:

“Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.”

Y al terminar las 9 veces se dice:

“Por infinitos siglos de los siglos. Amén”

Hacer lo mismo en el segundo y tercer misterio, hasta completar 27 veces Santo, Santo, Santo…

 

Antifonía

  • A Tì, Dios Padre ingénito; a Tî Hijo unigénito; a Tî, Espíritu Santo paráclito, santa e indivisible Trinidad de todo corazón te confesamos, alabamos y bendecimos: a Tì se dé Gloria por los siglos de los siglos.
  1. V. Adoremos al Dios de las alturas.
    R. Alabémosle en la tierra todas sus criaturas.

Oración

Amabilísimo Señor, Dios Uno y Trino, dadnos continuamente vuestra gracia, vuestra caridad y la comunicación de Vos para que en tiempo y eternidad os amemos y glorifiquemos, Padre, Hijo y Espíritu Santo, una deidad, por infinitos siglos de los siglos. Amén.

Gozos a la Santísma Trinidad

Dios Uno y Trino, a quien tanto
Arcángeles. Querubines,
Angeles y Serafines
Dicen: Santo, Santo, Santo.

Santísima Trinidad,
Una esencia soberana,
De donde en raudales mana
La Divina Caridad,
De tu inmensa majestad
Ante el trono sacrosanto.

Angeles y Serafines,
Arcángeles y querubines
Dicen Santo, Santo, Santo.

Oh misteriosa deidad
De una esencia y tres personas,
Pues que piadosa perdonas,
Nuestra miseria y maldad,
Oye con benignidad
Este fervoroso canto.

Angeles y Serafines,

El Trisagio que Isaías
Escribió con tanto celo,
Lo cantan siempre en el cielo
Angélicas jerarquías;
Tan piadosas melodías
Son de las almas encanto.

Angeles y Serafines,

Este Trisagio glorioso
Voz del coro Celestial
Contra el poder infernal
Es auxilio poderoso,
Y en este mar proceloso,
Puerto en que cesa el quebranto.

Angeles y serafines,

De la muerte repentina
Del rayo exterminador,
De la peste y del temblor,
Libra esta oración divina;
Ella la mente ilumina
Y disipa nuestro llanto.

Angeles y Serafines,

Es el iris que se ostenta
Precursor de la bonanza
Es áncora de esperanza
En la desecha tormenta,
Es la brújula que orienta
Al tender la noche el manto.

Angeles y Serafines,

Es escudo soberano
De la divina justicia,
Con que de infernal malicia
Triunfa el devoto cristiano,
Y hace que el dragón tirano
Huya con terror y espanto.

Angeles y Serafines,

De la guerra fratricida
Que ensangrienta nuestro suelo,
El Trisagio, don del Cielo,
Nos preserva con su egida;
Y en dulce paz bendecida
Suba hasta Dios nuestro canto.

Angeles y Serafines,

Yo confío en vuestro amor,
Santo Dios, fuerte, inmortal,
Que en el coro celestial
Cantaré con gran fervor
El himno que tanto honor
Causa, cuando en su canto,

Angeles y Serafines,

Dios Uno y Trino a quien tanto
Arcángeles, Querubines,
Angeles y Serafines,
Dicen: Santo, Santo, Santo.

Antífonía

Bendita sea la santa e indivisible Trinidad, que todas las cosas crea y gobierna, ahora y siempre y por los infinitos siglos. Amén

  • V. Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo.
    R. Alabémosle y ensalcémosle por todos los siglos.

Oración

Omnipotente y sempiterno Dios, que te dignaste revelar a tus siervos la gloria de tu eterna Trinidad, y que adorasen la unidad de tu augusta Majestad en la confesión de la fe; te suplicamos rendidos que por la misma confesión de la misma fe, nos veamos siempre libres de las adversidades y peligros. Por Jesucristo Señor nuestro, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Ofrecimiento

Rogàmoste, Señor, por la santa iglesia católica, en especial por nuestro Santo Padre El Papa y todos los prelados que la gobiernan, por la exaltación de la santa fe católica, la conversión de los infieles, herejes y pecadores, paz y concordia entre los príncipes cristianos, perseverancia de los buenos y arreglo de las costumbres, por los perseguidos, afligidos, enfermos y agonizantes, por las almas del purgatorio, por el acierto en los gobiernos de las naciones, unión en los matrimonios, ejemplo en las familias y santa educación de la juventud; por nuestros amigos y enemigos y por todas las necesidades espirituales y temporales del pueblo y del estado.

  • Sagrado Corazón de Jesús, fuente de bondad y misericordia.
    Ten piedad de nosotros.

Tres Padres Nuestros, Avemarías y Glorias por el remedio de todas nuestras necesidades.

  • Sagrado Corazón de Jesús, en vos confiamos infinitamente.

Acto de desagravio

Divino Salvador de las almas; cubiertos de confusión nuestros rostros, nos posternamos en vuestra presencia soberana y dirigiendo nuestra vista al solitario Tabernáculo, donde gemís cautivo de nuestro amor, pàrtense nuestros corazones de pena al ver el olvido en que os tienen los redimidos, al ver esterilizada vuestra sangre, e infructuosos los sacrificios y escarnecido vuestro amor. Pero ya que con infinita condescendencia permitís que unamos esta noche nuestros gemidos a los vuestros, nuestras lágrimas a las que brotaron por nuestra causa de vuestros Sacratísimos ojos, a las lágrimas de sangre que vertieron vuestros Divinos ojos, os rogamos dulce Jesús, por los que no ruegan, os bendecimos por los que os maldicen y os adoramos por los que, despiadados os ultrajan, y con toda la energía de nuestras almas, deseamos bendeciros y alabaros en todos los instantes de nuestra vida y en todos los Sagrarios de la tierra y con los valiosos afectos de vuestro amante Corazón. 

Suba, Señor, hasta Vos, el doloroso grito de expiación y arrepentimiento que el pesar arranca de nuestros contritos corazones.

  • V. Por nuestros pecados, por los de nuestros padres, hermanos y amigos, por los del mundo entero.
    R. Perdón Señor, perdón.

  • V. Por las infidelidades y sacrilegios, por los odios y rencores. 
    R. Perdón Señor, perdón.

  • V. Por las blasfemias, por la profanación de los días santos. 
    R. Perdón Señor, perdón.

  • V. Por las impurezas y escándalos.
    R. Perdón Señor, perdón.

  • V. Por los hurtos e injusticias, por las debilidades e irrespetos humanos.
    R. Perdón Señor, perdón.

  • V. Por la desobediencia a la Santa Iglesia Católica, la que instituyó Jesucristo, por la violación del ayuno. 
    R. Perdón Señor, perdón.

  • V. Por los crímenes de los esposos, por las negligencias de los padres, por las faltas de los hijos. 
    R. Perdón Señor, perdón.

  • V. Por los atentados cometidos contra el Papa. 
    R. Perdón Señor, perdón.

  • V. Por las persecuciones levantadas contra los Obispos, Sacerdotes, religiosos y Sagradas Vírgenes. 
    R. Perdón Señor, perdón.

  • V. Por los insultos hechos a vuestras imágenes, la profanación de los templos, el abuso de los sacramentos y los ultrajes al augusto Tabernáculo. 
    R. Perdón Señor, perdón.

  • V. Por los crímenes de la prensa impía y blasfema, por las horrendas maquinaciones de tenebrosas sectas. 
    R. Perdón Señor, perdón.

  • V. Por los justos que vacilan, por los pecadores que resisten a la gracia y por todos los que sufren. 
    R. Piedad, Señor piedad.

  • V. Perdón, Señor, y piedad por el más necesitado de vuestra gracia; que la luz de vuestros Divinos Ojos no se aparte jamás de nosotros; encadenad a la puerta del Tabernáculo nuestros inconstantes corazones; hacedles allí sentir los incendios del amor Divino, y a vista de las propias ingratitudes y rebeldías, que se deshagan de pena, que lloren lágrimas de sangre, que vivan muriendo de amor.
     
    R. Amén.

GLORIA A TI SEÑOR JESUS. GRACIAS POR SALVARNOS.

JESUS, MARIA, Y JOSE OS AMO SALVAD VIDAS, NACIONES Y ALMAS. AMÉN.

En el Nombre (+) del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fuente: Revelaciones Marianas