¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
1 de agosto del 2024 – Mensaje de San Miguel Arcángel a Luz de María
§1: Dios les ama
§2: Los momentos tan deseados ¡llegaron!
§3: La gran Guerra, Europa…
§4: El Anticristo
§5: La carestía
§6: Revelación del Segundo Secreto

§1
«Vengo a ustedes enviado por la Trinidad Sacrosanta. Soy Príncipe de las Milicias Celestiales.
§1
Cada criatura humana es amadísima por Dios y custodiada por cada una de Mis Legiones Celestiales.
Son el gran tesoro de Dios:
- Aunque no Le amen, Dios les ama…
- Aunque no Le llamen, Dios les llama…
- Aunque no Le reconozcan, Dios les reconoce…
Ya que Su Misericordia es infinita, como infinito Su Poder y Su Omnipotencia. ¡La humanidad no comprende tanta grandeza y tanto poder de Dios!
§2
¡Tantos momentos difíciles en la historia de la humanidad, especialmente en la espiritualidad y no todos han entendido tanta grandeza en un solo poder! (I Cron. 29,11-13; Col. 2, 9-10)
Hijos de la Trinidad Sacrosanta: si en la historia de la humanidad ha habido una generación engreída, difícil, soberbia, desorientada y desobediente es esta de la que ustedes forman parte y la que mantiene en este momento a toda la Creación expectante (Rom. 8, 19-22).
Hijos de la Trinidad Sacrosanta: los momentos, los momentos que tantos de ustedes deseaban que llegaran, ¡llegaron!
Quienes deseen salvar el alma deben decidirse a un cambio espiritual, el que lograrán únicamente creciendo espiritualmente, acercándose a Nuestro Dios y Señor. Así podrán avanzar y mantener la fe, aun en los momentos más fuertes de la persecución.
§3
La gran guerra de Medio Oriente se acrecienta; la oscuridad será aprovechada para invadir por sorpresa a grandes cuidades de Europa.

Italia será tomada por sorpresa; por tierra y por aire el fuego llega de improviso.

Por el mar llegan grandes buques, hombres casi sin aliento bajan de ellos adentrándose en la tierra y los lamentos se escucharán.
Las bombas que caen de los aviones en el agua del mar provocan un tsunami que se abalanza en la tierra de varios países causando muertes.

Cantidad de países se unen a la guerra, las pérdidas son incontables en la humanidad. Verán la muerte llevándose a tantas criaturas humanas que los lamentos no se detendrán. Demasiados países se unen avanzando sobre los continentes.
Las contiendas no se detienen hasta que interviene Nuestro Rey y Señor Jesucristo y llega el día esperado y temido: el día de la Justicia Divina y el que “es principio y fin” (Apoc. 1,8) coloca su mano sobre la tierra y el fuego cae del cielo.
Las criaturas humanas, temerosas de ese gran poder, lleva a unos a blasfemar y a otros a entrar en la conciencia de que, ante la desobediencia, Dios permite que el hombre se castigue a sí mismo. Muchos se arrepienten rasgándose las vestiduras y ahí se da la conversión.
Cantidad de almas se salvan arrepintiéndose de sus pecados cometidos y ante la lucha espiritual entre el bien y el mal, los hombres no desean seguir al Anticristo [1], que anteriormente ha llevado consigo cantidad de almas habiendo negado la Sagrada Eucaristía, habiendo cerrado los Templos luego de haber logrado grandes persecuciones y realizado graves sacrilegios.
§4
Hijos de la Trinidad Sacrosanta: Llega el momento en que Nuestra Reina y Madre junto a Mis Legiones Celestiales perseguiremos al Anticristo y a los suyos para librar a la humanidad del mal.
Nuestra Reina y Madre triunfará y lanzará y atará al demonio en el lago de fuego de donde no podrán salir. Ahora les llamo a ser criaturas de paz, domínense, no lastimen a sus hermanos, sean correctos en el obrar y actuar cotidianos y sean fraternos.
Este momento dedíquenlo a crecer en el espíritu, sean a la manera de Cristo y prepárense a la vez en lo que materialmente pueda cada uno sin desesperarse; si no logran prepararse, una miga de pan será multiplicada y no se terminará.
§5
La carestía se apropia de los países como parte de lo que el mal oculta para doblegarles. No desesperen, tienen las uvas benditas [2] y donde no posean uvas, utilicen otra fruta consistente; pero, sobre todo, poseen la Sagrada Eucaristía que les fortalece, les saciará el hambre y les mantendrá en gran paz. En esos momentos los mismos Ángeles darán alimento a los inocentes.

Nuestra Reina y Madre bajo la advocación de reina y Madre de Los Últimos Tiempos será vista por cantidad de ustedes, será consuelo para el alma y llevará alimento a los hombres para que no desesperen.
Quienes vivan adorando a la Trinidad Sacrosanta, habrán dejado atrás el hambre; vivirán en adoración en donde tengan que permanecer.
Sin temores hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, sin temor, sino aferrados a la Grandeza Divina, continúen en el camino que conduce a la vida eterna.
Les bendigo como Jefe de los Ejércitos Celestiales que, al amparo de Nuestra Reina y Madre, no les abandonamos.
Las bendiciones del Cielo sean derramadas sobre toda la humanidad, en especial sobre los que padecen injusticias y sobre los que sufren a causa de la tiranía y de la guerra.
Les bendigo, les protegemos. San Miguel Arcángel.»
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Comentario de Luz de María
Revelación del Segundo Secreto…

§6
Hermanos: Es deseo de la Trinidad Sacrosanta revelar hoy el Segundo Secreto [3] de los seis secretos dados el 5 de enero del año 2013, que se me han dado por gracia de Dios y de Nuestra Reina y Madre y ante el amparo de San Miguel Arcángel. Al revelarme el Segundo Secreto se me mostró una colina que sobresale por sobre todos los lugares de la Tierra y en esa colina estaba de pie Nuestra Madre Santísima y a su lado San Miguel Arcángel.
Nuestra Madre Santísima me presenta a un hombre y me dice: es el que llega a flagelar a la humanidad, el que proviene de un lugar ubicado entre tres continentes; crecido y educado en su país ha logrado ser influyente en el exterior. Posee por nombre Alex, pero será conocido con otro nombre. Este es el Anticristo. Hermanos, no divaguemos buscando países o personas, esperemos con Santa Paciencia para no caer en pecado; el Cielo desea que sepamos que el Anticristo existe y que está preparado para cumplir su cometido. Amén.»
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."