¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
4 de julio del 2024 – Mensaje de la Santísima Virgen María a Luz de María

«Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Les llamo a permanecer en un estado de alerta ante los ataques del enemigo infernal.
Ustedes no le miran, algunos no le han sentido ya, pero otros hermanos de ustedes sí le están sintiendo porque están padeciendo bajo la gran sombra, bajo el gran enemigo que es la guerra.
¡Cómo flagela la guerra al mismo hombre y cómo la impiedad humana llega a martirizar a los inocentes sin que se ablande el corazón!
Hijitos Míos: es urgente el cambio interior. Es urgente que se unan a las filas del ejército de los Últimos Tiempos que es el ejército de los Apóstoles de los Últimos Tiempos [1] distinguidos por ser amor, por poseer amor, por alimentarse y vivir de amor (I Cor. 13, 1-8).
Hijitos Míos: aquel, aquellos que maltraten a un hermano humilde, que se lancen a perseguir a los instrumentos de Mi Hijo se encuentran viviendo en la oscuridad y saldrán de esta oscuridad hasta que logren arrepentirse de corazón.
Hijitos Míos: soy su Madre y estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos.
Hijitos Míos: Yo les amo y les mantengo dentro de Mi Inmaculado Corazón y dentro de Mi Vientre Materno para que se gesten siendo expertos en amor (Hech. 20, 35) y lo demás lo recibirán por añadidura.
Hijitos Míos: les amo y Mi Divino Hijo les ama infinitamente…
- Aún hay tiempo para el arrepentimiento.
- Aún ustedes pueden lograr ser creaturas nuevas.
Porque la guerra no es solo con armas, la guerra es una guerra espiritual y la está comandando el propio satanás.
Por ello regocíjense de padecer, regocíjense de sufrir, regocíjense de ofrendar a Mi Divino Hijo lo que otros no pueden, porque el que más da, más recibe y el que más sufre más glorificado es, pero el que sufre por la Voluntad de Mi Divino Hijo no por voluntad propia.
Sean amables, sean caritativos, sean desprendidos, sean pacientes y sean amor.
Amadísimos hijos de Mi Corazón Inmaculado, conforme se acerca más el momento de los momentos gestado por el mismo hombre de poder, se acerca más el momento en que Mi Divino Hijo va a intervenir y va a castigar a la humanidad mediante las revelaciones que ustedes ya conocen.
La misma Creación y la misma naturaleza al saber que todo se está acercando y que va a ser destruida en su mayoría en estos momentos, está reaccionando y continuará reaccionando.

- Por ello las aguas están purificando la tierra, los vientos están estremeciendo todo, el agua de los mares se está abalanzando hacia las costas y más allá.
- Por eso los volcanes entrarán en erupción en cadena, aun los más peligrosos porque la Creación percibe lo que el hombre ha planeado.
- Por esto hijitos, ustedes siendo creaturas de Mi Divino Hijo, cambien, arrepiéntanse antes de que llegue el momento temido.
En todo momento Mi Divino Hijo está en ustedes, les acompaña y esta Madre no les va a desamparar.
Con esa fuerza deben continuar hijitos, difundiendo la Palabra permitida por la Voluntad Divina antes de que todo se apague y ustedes no logren escuchar los Llamados Divinos, pero sí logren escuchar al Espíritu Santo iluminándoles en el obrar y actuar cotidiano.
Les bendigo hijos en el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mamá María.»
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
- Sobre los Apóstoles de los Últimos Tiempos: leer…
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."