¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa…) – 21 de junio de 2024

«Mis muy queridos hijos, Mis Amados,
- ¿Sabéis realmente que os amo?
Os amo más que a Mí mismo, en la entrega total de Mí mismo para salvaros, para atraeros hacia Mí, pero sin ejercer jamás la menor presión, sin hacer jamás la menor exigencia que no sea la de que Me améis a cambio tanto como podáis. El verdadero amor desea la reciprocidad, el verdadero amor os deja libres, el verdadero amor os anima y se da para atraeros hacia sí, pero nunca impone.
El amor con el que Yo os amo, amadísimos Míos, es un amor fuerte, un amor generoso, un amor imposible de disminuir; basta que lo aceptéis, que os unáis a él o, peor aún, que lo desdeñéis, que lo ignoréis.
Amados Míos, quiero atraerlos hacia Mí y lo hago sin cesar. Os amo y por eso preveo lo que os cuesta conocer y os prevengo contra todo lo que Lucifer y sus secuaces están organizando para destruir Mi acción, para destruir Mi obra.
Estad atentos, hijos Míos, porque él, el demonio, es muy fuerte, aunque cobarde e incoherente. Él es lo contrario de la rectitud, es lo contrario de todo lo que es bueno, y nunca, nunca, debéis darle vuestra confianza. Tomen la lista de pecados y vicios y estén convencidos de que él los posee todos. Por lo tanto, nunca debes creerle, ni esperar nada de sus falsas promesas.
Estad seguros de Mí, seguros de Mi Amor, lejos de él y lejos de todos esos depravados que trabajan para él.

Por sus obras los conoceréis y si se esconden para engañaros mejor, sus obras hablan por ellos.
Mis muy queridos Hijos, Mis Amados, mirad los programas electorales [1] y ved a los que predican el respeto a la vida de los más pequeños:
son los únicos que se atreven a reivindicar lo que la modernidad rechaza,
son los únicos que quieren respetar la Voluntad Divina en un mundo que se ha vuelto abyecto.
[Otros candidados] no cumplirán sus promesas electorales porque no defienden las Leyes Divinas, y el diablo no les dejará marchar: agita, coacciona y arrastra, y todo el que pisa su red cae bajo su influencia.

- Hijos Míos, estudiad los programas de vuestros candidatos y por este marcador “la defensa de la vida desde su nacimiento hasta su fin”, sabréis quién está por Mí y quién no.
- Algunos dirán que este mentiroso es mejor que aquel mentiroso, pero Yo os digo: ¡todo mentiroso mentirá y quien no sigue Mi camino, se aparta de él!
¡Que Dios os bendiga! Poneos en Mi presencia y nunca os arrepentiréis.

También quiero acercarme a vosotros, Mis fieles lectores y a todos los que Me lean, para aseguraros Mi protección, Mi previsión y la confianza que podéis tener en Mí. Poneos bajo Mi protección, tomad de nuevo en vuestras manos vuestra vida piadosa, no Me abandonéis.
Y para aquellos que Me han abandonado un poco, vuelvan a Mí y escúchenme, escuchen Mi Palabra y léanla: está en los Evangelios, en el Nuevo Testamento, Yo mismo les he instruido y todo lo que he dicho ha quedado registrado. Creedlo, aplicaos a ello, porque “ancho y espacioso es el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que lo toman; pero estrecha y angosta es la puerta que conduce a la Vida, y pocos son los que la encuentran”. (Mt 7, 13-14).
Sed uno de estos, sed uno de ese pequeño número de Mi pueblo que toma el camino estrecho y la puerta angosta.
Que Dios os bendiga, y os bendiga de verdad.
Así que signaos al leer estas líneas: en el Nombre (+) del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Que así sea.
El que os ama más que a Sí mismo.»
- El actual Presidente (del país con la Torre Eiffel), convocó elecciones anticipadas tras el histórico triunfo de la extrema derecha en las europeas (6-9 de junio de 2024), que tendrán lugar el 30 de junio de 2024.
Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."