¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
28 de mayo del 2024 – Mensaje de San Miguel Arcángel a Luz de María

«Amados hijos de la Trinidad Sacrosanta:
Vengo a ustedes a traerles lo que es Voluntad Divina. ¡Quién como Dios, nadie como Dios!
La humanidad continúa ciega, sin desear cumplir la Voluntad Divina. Viven de su ego humano mal utilizado, como perros mudos, ocultando la esencia de cuanto se desarrolla ante las criaturas humanas y es contrario a la Voluntad de Dios (Rom. 12, 2; I Jn. 2, 17).
La criatura humana en estos momentos se encuentra ante el amor de Nuestra Reina Y Madre, quien vencerá a la serpiente infernal y a todo lo que se levante en contra de Dios (Gen. 3, 15; Apoc. 12, 1-6).
Nuestra Reina y Madre de la humanidad, Estrella de la Mañana, imanta los corazones de Sus hijos para que obren y actúen dentro del bien; pero los hijos de Su Divino Hijo no desean escuchar los Pedidos Maternos que salen fuera del ámbito del libertinaje y les llaman a enmendarse y convertirse.
Amados hijos de la Trinidad Sacrosanta, sean criaturas sabias utilizando la inteligencia humana entregada a la luz del Espíritu Divino, para que les guíe en todo momento y así salven el alma y sean testimonio del Amor y Actuar Divino.
Esta generación, al mantenerse en lo mundano y en su ego soberbio y vanidoso, no logra mirar más allá de donde alcanza su vista, agitándose hacia la confusión que lleva a la división a los fieles de Dios.
La humanidad se estremece en este momento, se tambalea en todos los aspectos: en lo espiritual, en lo social, en la salud, en lo educativo, en lo alimentario y en lo económico con la finalidad de que el hijo de la perdición tome poder ante la humanidad.
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, la humanidad socavada espiritualmente, es el combustible que el demonio necesita para ir en contra del Cuerpo Místico de Nuestro Rey y Señor Jesucristo.
La guerra se da y la humanidad padece lo indecible.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren unos por otros sin descanso.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por California, Japón y Chile, se estremece su suelo fuertemente.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por Italia, Inglaterra, España y Noruega, la naturaleza les azota fuertemente y su suelo se mueve.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por la conversión de ustedes y de sus hermanos, oren para que sean perseverantes en la fe.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren, la tierra pierde fuerza ante los constantes embates del sol que continúan con fuerza, aumentando la oscuridad en la Tierra.
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo y de Nuestra Reina y Madre, sean perseverantes en la fe;
La enfermedad ya se encuentra en la humanidad y ha sido diseminada en algunos países para que se extienda a más lugares.
¡Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo proclamen con fe!
- Ante todo embate proclamen: Preciosa Sangre de Cristo, líbrame de lo que no sea Tu Voluntad.
- Ante toda amenaza proclamen: Preciosa Sangre de Cristo, líbrame de las insidias del demonio.
- Ante toda injusticia proclamen: Preciosa Sangre de Cristo, envía a Tus Legiones Angélicas a defenderme.
- Ante las carencias de fe proclamen: Preciosa Sangre de Cristo, lléname con Tu Espíritu Santo.
Ante estos momentos de lucha espiritual proclamen: Preciosa Sangre de Cristo, envía a Nuestra Generalísima de los Ejércitos Celestiales a mantenerme dentro de Su Inmaculado Corazón, al que el demonio teme y huye de horror y espanto.
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, sin descuidarse espiritualmente, sean adoradores de la Trinidad Sacrosanta y amantes de Nuestra Reina Y Madre.
Los Sagrados Corazones son el refugio de los hijos de Dios.
Les bendigo y les amparo con Mis Legiones Celestiales. San Miguel Arcángel.»
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."