¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
24 de mayo del 2024 – Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María

«Amados hijos, les bendigo. Mi Corazón arde de amor por cada uno de ustedes. Yo como Padre amoroso les llevo en Mi Corazón, del que no deseo que ustedes salgan.
Les deseo inocentes (Mt. 5,8; Lc. 6,20), hijos Míos, porque hay tanto ultraje en la humanidad, porque hay tanta maldad en la humanidad que deseo que Mis hijos vivan de Mi Amor, se alimenten de Mi Amor para que no caigan en el pecado y luego no puedan levantarse.
Hijos Míos, este momento en que ustedes por Voluntad Divina viven, es un momento difícil, pero:
- el que posee fe, nada le falta…
- el que posee fe, todo lo tiene…
- el que es amor con sus hermanos deja de vivir en una agonía…
- el que es amor con sus hermanos es sincero…
- el que es amor con sus hermanos merece el perdón de las culpas…
Y Yo, ante cada uno de ustedes, deseo perdonarles pero ustedes tienen que solicitarme ese perdón (Mt. 6, 12-15).
Hay tanta crueldad, tanto interés mezquino sobre la humanidad, que hay creaturas Mías que dolorosamente se distribuyen toda la humanidad como un botín de guerra.
Hijitos Míos, se acerca más el momento de la declaración abierta de la guerra mundial y cada nación tendrá que tomar partido, cada nación dirá: “yo estoy con estos países y no acompaño a estos otros países”.
Hijitos: Vienen momentos en los que les será probada la fe y tienen que tomar este tiempo, ustedes, para aumentar la fe porque es el tiempo de preparación, es el tiempo de gracia para que ustedes continúen viviendo de Mí y se alimenten de Mí y no se separen de Nuestra Trinidad Sacrosanta.
Hijitos, escucho a tantos orar y siento frialdad en la oración; siento a tantos orar, pero no oran con amor.
Deseo que cuando se acerquen a Mí, que cuando oren, oren con el corazón sintiendo y viviendo cada palabra que Me dedican a Mí, a Mi Madre. Deben mantener la claridad en el pensamiento para que el corazón continúe siendo de carne.
Hijitos Míos, Yo les amo y a cada uno le miro como el pobre que necesita que Yo le dé Mi Amor, porque ninguno sobreabunda en Mi Amor; y así ese Amor que Yo les doy, ustedes lo repliquen en sus hermanos en estos momentos tan difíciles y de tensión en que vive toda la humanidad.
Sin que ustedes se enteren, las conversaciones y las reuniones de potencias vienen y van, de países con otros países porque ya todos saben a quién apoyar y a quién no apoyar; los que no saben son ustedes, hijos Míos, pero en esta gran escena tan triste a la que ha llegado la humanidad, deben actuar y obrar en el bien en todo momento.
Es lo que deben hacer: amar con Mi mismo Amor y entregarse en fe para que consuelen a este Mendigo de Amor, porque no solo es llamarme por Mi Nombre, sino es reconocerme como “el Rey de reyes y el Señor de señores” (I Tim. 6, 15-16).
Vendrán otros en Mi Nombre, pero si ustedes Me conocen no serán engañados. Ampárense en Mi Madre, Yo les amo hijos, pero ante las decisiones de la libertad humana Soy respetuoso hasta que las ovejas sientan la ausencia de la voz de su Pastor y deseen regresar a Mí.
Habrá gran sufrimiento sobre la faz de la Tierra, ríos de sangre sobre la faz de la Tierra y aún así el deseo de poder no se saciará hasta que Yo Me vea obligado a intervenir y detener la matanza. Lo hago por amor, por amor a cada uno de ustedes a quienes bendigo y amo, amo y bendigo.
Hijitos Míos, amen a Mi Madre que es Madre de ustedes, acójanse a Ella, no les va a desamparar y Yo Me regocijaré al mirarles a ustedes mantenerse dentro de la fe y dentro de la Ley Divina.
Ámense hijitos como Yo les amo (Jn. 13, 34-35). No son momentos para no perdonarse. Estos momentos son de perdón para que se liberen de las ataduras porque el Demonio no descansa y Yo les llamo a perdonar (Mt. 18, 21-35).
Bendigo, hijos Míos, los Sacramentales que en este momento tenga cada uno, los bendigo porque sé que ustedes poseen fe para llevar los Sacramentales.

- Los bendigo en el Nombre de Mi Padre Todopoderoso, Dueño de Cielo y Tierra.
- Los bendigo para que, estando ustedes en estado de gracia, los demonios huyan.
- Los bendigo para que recuerden constantemente que deben ser fieles a Mí.
Hijitos Míos, los bendigo en el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Su Jesús.»
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."