¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
20 de mayo del 2024 – Mensaje de la Santísima Virgen María a Luz de María

«Amadísimos hijos: Mi Manto Materno les cubre en todo momento para librarles del mal.
Son amados de Mi Divino Hijo y les llamo a la conversión en este momento, a la verdadera conversión para que se transformen y sean más de Mi Divino Hijo.
Es urgente que desvíen la mirada de las obras y actos que ofenden a la Trinidad Sacrosanta: la criatura humana desea superar a Dios Padre (Gen. 11, 1-9) provocando un mayor padecimiento para la humanidad.
Hijitos amados, deben prepararse para transformaciones mayores que llevarán a esta generación a una continua purificación.
(Una nueva enfermedad…)
La salud de la humanidad decae ante la otra enfermedad que les he adelantado, enfermedad provocada por la mutación de una anterior. Esta enfermedad es provocada por la mano del hombre ante el deseo de controlarles, hijitos Míos.
Por ello Mi Divino Hijo ha permitido que les prueben la fe para que sean ustedes mismos quienes descubran este obrar y actuar del mal. Toda la humanidad es probada de una u otra forma y así, el Amor Divino les llama a reconocerle como Su Dios y Su Señor. (Sal. 103, 19-22)
Como un barco a la deriva, demasiados hijos Míos se entregan a todo placer, menospreciando la Misericordia Trinitaria y olvidando que Mi Divino Hijo es Justo Juez. (Jn. 5, 30; II Cor. 5, 10)
Han mirado cómo en este mes aumentaron las enfermedades y a la vez algunas ciudades han sido arrasadas por el agua.
Únanse y oren por lo más mínimo hijos, que detrás de lo que parece inofensivo, se encuentra el tentáculo del mal preparándose para destruirles.
Oren hijos Míos, oren por toda la humanidad.
Oren hijos Míos, oren, los proyectos de mal son vaciarles en el espíritu. Resistan que Dios es Dios.
Oren hijos Míos, oren, la nueva enfermedad será lanzada con fuerza para que se propague y llamarle pandemia.
Oren hijos Míos, oren, Francia es atacada.
Oren hijos Míos, oren, la ciencia mal empleada desea dominar a la humanidad aplicando su fuerza en contra de la criatura humana, negándole cuanto necesita y es de primera necesidad.
Oren hijos Míos, oren, México padece y es movido su suelo con gran fuerza.
Oren hijos oren, España padece y su suelo se estremece.
En este mes la naturaleza ha azotado con fuerza a la Tierra. Mis hijos han ignorado el padecer de sus hermanos, aunque pronto todos padecerán.
Les amo hijitos, les amo. Les alerto por amor para que se preparen. Mamá María.»
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."