¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
23 de abril del 2024 – Mensaje de la Santísima Virgen María a Luz de María

«Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, reciban Mis Bendiciones y Mi Amor Materno.
Amados hijos: Llamo a cada uno en particular para que se examinen nuevamente en cuanto el obrar y actuar personal. Mi Divino Hijo les llama a renovarse interiormente; es urgente que se conviertan ¡ya!
Una y otra vez les he llamado a la conversión; Mis hijos no desean obedecer, ignoran Mis Llamados y continúan despreciando a Mi Divino Hijo. Esta desobediencia genera más padecer para la humanidad (*I Jn. 3, 4-8).
La demencia que padece esta generación es el negarse a caminar hacia Mi Divino Hijo.
Amados hijos, manténganse en alerta espiritual, aliméntense del bien, protéjanse espiritualmente, reciban a Mi Divino Hijo debidamente preparados, deseen el bien a sus hermanos y practiquen el bien en todo momento (**Gal. 6, 9-10); es necesario para ustedes en este momento en el que son atacados continuamente por el Demonio y sus secuaces. La fe debe mantener un cimiento fuerte, firme para que no decaigan ante las pruebas cotidianas.
(La enfermedad…)
Amados hijos, la enfermedad se acerca más a ustedes, se esparcirá hasta contagiar al mayor número posible de criaturas humanas. La enfermedad es de alto y rápido contagio por lo que se verá comprometido el transporte aéreo y toda clase de transporte colectivo debido al contagio.

Les he llamado a usar el Óleo (aceite) Buen Samaritano y la caléndula para evitar la propagación de esta enfermedad, que se expandirá a tantos de Mis hijos. Iniciará con fiebre y malestar en el cuerpo, la tos será fuerte y luego saldrán pequeñas llagas en la piel hasta que estas pasen a ser llagas más grandes, siendo esto el indicativo de esta enfermedad.
Es una variante de la lepra la que afectará a Mis hijos y así continuará su desarrollo, hasta que todo el cuerpo se vea afectado en su totalidad, si no se apresuran a tomar las medidas correspondientes.
(La guerra…)
Hijos de Mi Corazón, la guerra va a ocurrir y en este momento los preparativos para la misma se mueven a gran escala, a espaldas de la mayoría de Mis hijos. La humanidad probará lo amargo de esta tragedia, precipitando la hambruna y una mayor violencia de la criatura humana.
(La naturaleza…)
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, uno tras otro se dan los grandes embates de la naturaleza por toda la Tierra. Los elementos no esperan y en uno y otro lugar purifican a la criatura humana, en su afán de lavar tanto pecado que la humanidad deja caer sobre la tierra.
El asombro de la criatura humana es inmenso al mirar cómo las naciones poderosas poseen armas, que no se han dado a conocer y que la ciencia mal empleada las ha creado.
Amados hijos: Mi amado Ángel de Paz padece al mirar y sentir el desamor de esta generación, que ha deformado la misma palabra Amor, dándole un sentido egoísta, un sentido de posesión, de interés, de libertinaje, de orgullo.
- El amor en las familias se encuentra sujeto a la conveniencia…
- El amor en las parejas es dominado por la superioridad y el egoísmo…
- El amor hacia los hermanos se encuentra estancado en busca del primer lugar…
- El amor se ha deformado por el interés y la ofuscación material.
Por ello les llamo hijitos a mantener el amor a Dios y al prójimo como ustedes se aman (***Mc. 12, 29-31).
El amor mantiene patente la llama de Mi Divino Hijo en ustedes y ante esta carencia, es que Mi amado Ángel de Paz padece, sufre por la criatura humana.
Oren hijos, oren, la tierra continúa estremeciéndose en uno y otro lugar; oren por China y Taiwán, padecerán el moverse de la tierra más fuerte.
Oren hijos, oren, Chile y Ecuador prepárense, la tierra se estremece con gran fuerza, España padece.
Oren hijos Míos, oren hijos Míos, el momento está próximo, habrá otro ataque en medio del silencio.
Oren hijos Míos, oren ante tanta maldad que se ha enquistado en la humanidad.
Oren hijos Míos, oren por México, Estados Unidos, Rusia, la tierra tiembla con fuerza.
Oren hijos Míos, oren por Australia, Nicaragua y Costa Rica, su suelo es estremecido.
(Más sobre la guerra…)
La guerra aumenta, las naciones se provocan y desencadenará la guerra total en todo el mundo. Ante la confusión una nación se precipita y lo no deseado se da.
¡Cuánto dolor!, ¡cuánto lamento!, ¡cuánto padecer de Mis Hijos por desobediencia!
No imaginan la terrible prueba que la criatura humana se pone a sí misma, serán momentos de parto.
Una humanidad que guarda a Mi Divino Hijo en su corazón y otra que le ofende hasta el sacrilegio, la enfermedad de la negación espiritual ha llegado y se da la persecución. Manténgase atentos para que no caigan ante las tentaciones del mal.
Las reliquias de la cristiandad son profanadas por las hordas del demonio.
Hijos, mantengan la fe, la esperanza y la caridad hacia sus hermanos. En los momentos más impensables den gracias y oren siendo más amor, más fraternos, más de Mi Divino Hijo.
Sin temores, caminen a paso seguro; las Legiones de Ángeles les custodian, al mando de Mi amado San Miguel Arcángel, y esta Madre atendiendo las súplicas de cada uno de ustedes, les daré a sentir Mi Cercanía.
- Mi Divino Hijo les consuela y les da signos y señales para que se mantengan seguros de que Él está con Sus hijos y los protege constantemente.
- Mi Divino Hijo dará el “Maná Celestial” para que por el hambre no se entreguen en manos diabólicas.
¡Con fe, manténgase siempre!
Mi Divino Hijo no permitirá que la tierra sea destruida, antes llegará con su poder y detendrá la locura de la humanidad.
Les bendigo, les amo. No teman a lo mundano, teman ofender a Mi Divino Hijo.
Mamá María.»
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."