¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
17 de abril del 2024 – Mensaje de San Miguel Arcángel a Luz de María
«Amados hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo: Vengo a ustedes con Mi palabra a compartirles la Voluntad de Dios.
Son amados de la Trinidad Sacrosanta y auxiliados por Nuestra Reina y Madre.
(El Aviso…)
Como Príncipe de las Legiones Celestiales he de decirles que se encuentran muy cerca del Aviso [1].
Cada uno va a mirar en su conciencia hasta el más mínimo de sus errores, pecados, humillaciones hacia otros hermanos, desprecios hacia los hermanos, con el orgullo y la soberbia en todas sus formas (*I Cor. 4, 3-5).
Verán sus intereses egoístas, sus caprichos, las infidelidades, las mentiras, las negaciones, las faltas de amor hacia el prójimo, el desearle mal al prójimo, las faltas de caridad (**Mt, 25, 31-45).
Verán en cuántas ocasiones despreciaron a Dios o dejaron de amarle, sentirán el dolor de negar a la Trinidad Sacrosanta. Ante todo, lo que más mirarán será la falta de amor a Dios y al prójimo (***I Cor. 13).
Quienes sean amor poseen un tesoro de donde se desprende cada joya: la caridad, el perdón, la sabiduría de la comprensión y la riqueza de la esperanza. El amor todo lo hace posible, todo lo logra, posee a la mano la Ley de Dios y se acerca a lo que es bueno.
¡Han olvidado el Aviso y no debe ser así!
Tengan presente que en el Aviso vivirán el dolor de cada acto contrario a la Voluntad Divina; el dolor será espiritual, pero en algunos momentos sentirán que el dolor se une a la carne siendo casi físico.
Habrá luz en lo alto y luego oscuridad del alma; así como quienes han confesado sus pecados y se han arrepentido de corazón y han hecho propósito de enmienda y no hayan cometido el mismo pecado, esas criaturas humanas sentirán en menor medida el dolor de los indebidos actos cometidos (****I Jn. 1, 9).
(La guerra…)
La humanidad se encontrará padeciendo a causa de las malas decisiones que han tomado, en especial de la testarudez y la desobediencia.
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, se encuentran bajo la amenaza constante de la guerra, palideciendo ante los desmedidos ataques de unas naciones en contra de otras. La guerra no debe ser una opción, sino una locura, bajo la cual tantos niños inocentes fallecen. La guerra va tomando cuerpo y va llevando consigo a otras naciones, así se van involucrando quienes no desean y va en aumento el caos.
¡Permanezcan atentos espiritualmente!
No permitan que el mal les domine, poseen capacidad para discernir entre el bien y el mal.
Del norte al sur y del este al oeste verán caer a sus hermanos y gemirán con gran dolor, como nunca antes ha padecido esta generación. Las manos de la criatura son maravillosas para crear y lamentablemente lo son para crear destrucción.
(Las aguas…)
Amados hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, las aguas se mueven en las costas para limpiar la impiedad humana, siendo estas, purificación. Las maravillas de la Mano poderosa de Dios Padre estarán presentes en los momentos más difíciles para la criatura humana. ¡Dios no permitirá que la criatura humana destruya Su Creación!
En medio de la guerra se darán grandes milagros, maravillosos milagros en las criaturas humanas de fe firme.
Continúen sin temor, el Amor Divino es infinito y no estarán solos. Mis Legiones Celestiales les defenderán y les ocultarán, de ser necesario; pero prepárense y manténganse dentro del amor, para que los “corazones de carne” sean preservados hasta el nuevo amanecer de paz entre los hombres.
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, sin temores, sin miedos, sin ansiedad, sin desesperanza continúen sin retroceder, que los hijos de Dios sabrán distinguir entre la libertad de todo lo mundano y lo pecaminoso.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por el padecer que cargan consigo los volcanes que entran en erupción por toda la Tierra.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren, la tierra se estremece, los fuertes terremotos se dan en uno y otro lugar.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren, la guerra continúa y más fuerte, Oren por ustedes mismos.
Les bendigo con Mi Espada, con la misma con la que les defiendo [2]. San Miguel Arcángel.»
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
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Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."