¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
5 de abril de 2024 – Mensaje de Jesús a Jennifer

(DeepL Translator) «Hija Mía, les digo a Mis hijos que no soy el conductor del miedo, más bien soy el recipiente de la esperanza y del amor, la arteria de la Misericordia para el mundo entero.
Hijos Míos, he advertido a la humanidad con gran repetición que ha llegado el momento de apartarse del pecado y buscar Mi Misericordia.
No os demoréis por miedo o pereza en eliminar la suciedad que ha consumido vuestra alma. Hijos Míos, ustedes no pueden crecer en santidad si no están cuidando el suelo en el cual las semillas deben ser plantadas.
Hijos Míos, hay una gran persecución por su alma y ustedes deben reconocer que las mentiras y el engaño de satanás son implacables.
Yo advierto a Mi pueblo que el velo de protección sobre [la Tierra del Águila] pronto será levantado si no se arrepiente.
Mi Madre ha mantenido esta nación bajo Su Manto, pero si Sus hijos fallan en expiar entonces el velo será quitado por un tiempo. La injusticia traída sobre Mis pequeños (los niños abortados) ha provocado la justa Ira de Mi Padre.
El mundo pronto será llevado al Calvario cuando llegue la hora del Aviso.
Prestad atención, hijos Míos, porque se os está dando este tiempo de gracia para arrepentiros y vivir vuestra vida en conformidad con la Voluntad de vuestro Padre Celestial.
Ahora id adelante porque Yo soy Jesús, y estad en paz, porque Mi Misericordia y Mi Justicia prevalecerán.»
13 de abril de 2024 – La Santísima Madre a Jennifer

«Hija Mía, las ofensas contra Mi Hijo son graves y el mundo está en gran peligro.
Hijos Míos, no os apartéis de Mi Hijo, porque he venido para atraeros a la luz de la Verdad.
Mi Hijo a través de Su Pasión, Muerte y Resurrección sufrió un gran precio por todos y cada uno de ustedes.
Vuestra alma es preciosa, porque El lleva las heridas del mundo en Sus manos y pies, y Sus heridas sangran profusamente.
Hijos Míos, empezad a rezar el Rosario a menudo, porque demasiados se han quedado paralizados en su complacencia.
Este mundo comenzará a sacudirse y temblar a menos que los corazones comiencen a cambiar y acepten la Verdad, acepten a Mi Hijo como el Rey de la Misericordia.
Cuando abráis vuestros corazones a la oración y al rezo del Rosario, Yo como vuestra Madre os mostraré cómo alejaros del pecado y vivir en humildad.
Os ayudaré a hacer una confesión contrita para que pueda venir la curación.
Recordad, hijos Míos, que lo que comenzó en [la Tierra de los descendientes de Caifás] terminará en [la Tierra del Águila].
La hora ha llegado, la hora ha llegado. Os ruego como vuestra Madre Celestial que escuchéis y prestéis atención a las advertencias del Cielo porque el mundo nunca ha estado en un estado tan grave.
Que la paz de Mi Hijo Jesús esté con vosotros.»
- La guerra se levantará y colapsará vuestras capacidades financieras en vuestro país, porque incluso los ricos estarán entre los pobres, ya que pronto se producirán cambios en vuestra moneda
- Los días se acortan y los campos yacerán estériles de toda cosecha. Los alimentos escasearán; el prójimo empezará a depender del prójimo. Cuando el calor seco del verano llegue a su fin, un cambio repentino traerá grandes lluvias y una helada repentina que dará paso a los vientos fríos del invierno. Debéis prepararos ahora porque ...
- Pueblo Mío, solo te advertiré por un tiempo antes de que seas testigo de Mi Ira que despertará esta tierra… Demasiados pecados contra el matrimonio, pecados contra la vida. Satanás ha librado su batalla y demasiados de vosotros estáis siendo manipulados por sus obras engañosas. No podéis servir a dos amos
Fuente: Word from Jesus








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."