¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Profecías de Jesús y María Santísima confiadas a la Beata Sor Elena Aiello sobre el futuro de la nación de la Bota, del Viejo Continente, del Mundo

La Santísima Virgen María: “[La nación de la Bota] será humillada, purificada en la sangre, y tendrá que sufrir mucho, porque muchos son los pecados en esta amada nación, sede del Vicario de Cristo. ¡No podéis imaginar lo que sucederá!”
La Santísima Virgen María: “Pero el castigo de los impíos no tardará en llegar. Ese día será espantoso de la manera más terrible: la tierra temblará y sacudirá a toda la humanidad. Los malvados perecerán en el espantoso rigor de la Justicia de Dios. Envíen un mensaje para advertir de inmediato, si es posible, a todos los hombres de la tierra, para que vuelvan a Dios con oraciones y penitencias.”
Jesús: “El mundo ya no merece perdón, sino fuego, destrucción y muerte. Debe haber mucha penitencia y oración por parte de los fieles para mitigar el merecido castigo que ahora es frenado por la intervención de Mi querida Madre que es Madre de todos los hombres. Se acerca el azote que limpiará la tierra del mal. La Justicia Divina clama satisfecha por las muchas ofensas y males que cubren la tierra. No se tolerará otra cosa.”
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Contenido
- Prólogo
- El mundo se pondrá patas arriba
- La agonía de [la nación de la Bota]
- La tribulación
- El próximo azote purificará la tierra
- Una señal en el cielo anuncia el castigo
- Fuego del cielo
- La Ira de Dios sobre los gobernantes y el mundo
- La gran guerra nuclear
- La guerra vendrá de Oriente
- La naturaleza se rebela, pobre [nación de la Bota]
- Pobre Viejo Continente, Pobre [nación de la Bota]
- El Papa será ultrajado
- Llegan la ruina y la muerte
- El azote de la guerra y [la ciudad de las siete colinas]
- Fuego y sangre: Castigo sobre el mundo
- [R u z i a] extenderá sus errores
- El antídoto, camino de salvación
- La Justicia de Dios pasará sobre la tierra
- Detalles del terrible castigo sobre la humanidad
- Detalles de los tres días de tinieblas
- El Oso [en la ciudad de las siete colinas]
- La acción de los anticristos
- La guerra venidera en el Viejo Continente
- Biografía de Sor Elena Aiello
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Beata Sor Elena Aiello ruega por nosotros
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“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."