¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(DeepL Translator) 28 de enero de 2024 – Las naciones que son ya no serán
“Hija Mía, da estas palabras al mundo:
Hijos Míos, permaneced cerca de Mí porque Yo soy Jesús.
- Sólo a través de la oración obtendréis las gracias necesarias para la conmoción que pronto se extenderá de una nación a otra.
- Las naciones que son ya no serán, porque partes de Europa vendrán a pasar.
Rezad, hijos Míos, rezad por la paz, rezad para que se ablanden los corazones, pues hay muchos hombres hambrientos de guerra porque se han privado de vivir en la verdad.
No hay confusión en la verdad, porque lo que negáis como verdad en esta vida no puede ser negado en la otra.
- Rezad como no habéis rezado antes, porque la hora está cerca. Invoca a la legión de los Ángeles para que os guíen y os protejan.
Pide al Espíritu Santo que os ayude a discernir Mi Voluntad para que podáis vivir vuestra misión en esta vida.
- Recitad el Rosario diariamente, pues es a través de Mi Madre que os acercaréis a Su Hijo, pues Yo soy Jesús.
Este mundo va a empezar a tambalearse y a temblar porque vendrá una ola de luto que cogerá a muchos desprevenidos.
He advertido a Mi pueblo que la inocencia de Mis pequeños está siendo despojada y el sacrificio de estas almas inocentes es por lo que Mi Padre ya no puede contener Su Justa Ira.
- El precipicio en el que la humanidad se ha metido traerá el tiempo del aviso.
- Es tiempo de juntar vuestras velas benditas y orar, porque no hay nada demasiado grande para Mi Misericordia.
Ahora id adelante porque Yo soy Jesús y estad en paz, porque Mi Misericordia y Justicia prevalecerán.”
30 de enero de 2024 – No llores por la pérdida de tesoros en esta vida
“Hija Mía, advierto a Mis hijos que no se vuelvan complacientes. No permanezcan ociosos.
Rezad, rezad con amor, rezad con confianza, rezad con la seguridad de que estáis en esta tierra para una misión que traiga gloria y honor a vuestro Padre Celestial.
- Rezad el Rosario y escuchad la llamada de vuestra Madre del Cielo.
Ella está llamando a Sus hijos para que vuelvan a Su Hijo, porque Yo soy Jesús. Cuanto más recéis, mayores frutos de Mi Amor se manifestarán en vuestra vida.
Venid a Mí en humildad con gratitud por todo lo que se os ha dado, incluso vuestro sufrimiento.
Cuando ofrecéis vuestro sufrimiento con humildad y sin quejaros, os unís a Mi Pasión, Muerte y Resurrección.
No llores por la pérdida de tesoros en esta vida, porque vuestro mayor tesoro está en la eternidad.
- Venid a vivir a la luz de Mi Amor.
- Venid y postraros ante Mí en Adoración.
- Venid a los pies de la Cruz y sumergíos en los rayos de Mi Divina Misericordia, porque Yo soy el Rey de la Misericordia.
Ahora id adelante porque Yo soy Jesús y estad en paz, porque Mi Misericordia y Justicia prevalecerán.”
(Quizá le interese…)
- La guerra se levantará y colapsará vuestras capacidades financieras en vuestro país, porque incluso los ricos estarán entre los pobres, ya que pronto se producirán cambios en vuestra moneda
- Los días se acortan y los campos yacerán estériles de toda cosecha. Los alimentos escasearán; el prójimo empezará a depender del prójimo. Cuando el calor seco del verano llegue a su fin, un cambio repentino traerá grandes lluvias y una helada repentina que dará paso a los vientos fríos del invierno. Debéis prepararos ahora porque ...
- Pueblo Mío, solo te advertiré por un tiempo antes de que seas testigo de Mi Ira que despertará esta tierra… Demasiados pecados contra el matrimonio, pecados contra la vida. Satanás ha librado su batalla y demasiados de vosotros estáis siendo manipulados por sus obras engañosas. No podéis servir a dos amos
Fuente: Word from Jesus








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."