¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa…) – 17 de abril de 2020

(Estado de la Catolicidad…)
(DeepL Translator) “He mostrado al mundo entero Mi Amor por la humanidad, pero pocos son los que Me siguen en rectitud, rectitud y verdad.
- El mayor número de Mis hijos han seguido a la llamada Iglesia conciliar (1) y, a pesar de su buena fe, van por caminos tortuosos. Ya no tienen la fe de sus padres; se han convertido poco a poco en protestantes y no lo saben (2).
Su lenguaje es diferente, sus referencias se han debilitado, Yo sigo siendo su Señor, pero el respeto con el que deberían tratarme se ha desvanecido. Soy su Señor, su Maestro, su Dios, les amo y me alegro de su amor, pero este amor no les da derecho a tutearme ni a reducirme a su igualdad.
Yo soy el Santísimo, el Altísimo, el Poderosísimo y ante Mi Nombre deben doblarse las rodillas e inclinarse las espaldas.
- ¿Quién se dobla todavía cuando oye Mi Nombre?
- ¿Quién se arrodilla todavía en la iglesia?
- ¿Quién sigue siendo cortés conmigo y Me habla con deferencia?
Estas faltas de educación, cortesía y deferencia son tantos pecados de impiedad que Mis hijos ya ni siquiera se dan cuenta.
- Yo soy un Rey de mayor nobleza y dignidad que cualquier rey de la tierra, y un hombre se inclina ante su rey.

- ¿Quién se inclina de rodillas ante Mí?
- ¿Quién pronuncia Mi Nombre con respeto?
¿No es más bien a la ligera, usando Mi nombre de pila como el de una persona conocida?
- Pero, ¿quién Me conoce?
- ¿Quién puede anticipar Mis pensamientos, quién puede conocer Mis planes?
Ninguno de Mis hijos, excepto aquel a quien Yo se lo hago saber.
(Mi Nombre será santificado, Mi Reino vendrá…)
- Santificado sea Mi Nombre y venga Mi Reino.
Sí, Mi Nombre será santificado y Mi Reino vendrá (3).
Está a punto de venir, pero el tiempo previo será un tiempo de penitencia y purificación (4). Los tiempos venideros serán tiempos de privaciones y penitencias, pero Mis fieles no temen estos actos de penitencia. Serán sacrificios y privaciones, pero ¿no les ha dado la Cuaresma el hábito?
Hijos Míos, tomad el tiempo que se avecina como un tiempo de Cuaresma que Dios permite y en el que Él os anima.
Cuando estuve entre vosotros en la tierra, dije a Mis discípulos que era un tiempo de alegría que no ayunaran porque Yo no estaría siempre con ellos. Luego, cuando me fui, llegó el tiempo del apostolado y, como decía San Pablo en sus epístolas, lo experimentaron todo: todas las dificultades, todos los dolores, todos los esfuerzos, todas las privaciones y luego llegó su ofrenda: el tiempo de su paso de la vida terrena a la vida eterna. Su ofrenda fue total y cuando les acogí en Mi Reino celestial, les di una gloria grande, muy grande. Ese tiempo es ahora suyo, para siempre.
- Y vosotros, hijos Míos, no temáis. Experimentaréis dificultades, pero ¿acaso llora el hijo de Dios?
No, claro que no, él es feliz trabajando en la viña del Señor. No se escatima, se entrega por completo, está en los brazos, en las manos de su Dios. Habla el lenguaje de Dios, no dice otra cosa que lo que el Señor quiere oírle decir. Es todo suyo, es suyo.”
- La protestantización del catolicismo: (Leer…)
- Este Concilio… os ha engañado, traicionado, y no lo habéis comprendido: (Leer…)
- Apocalipsis, capítulo 20 de Juan. El reino de los 1000 años. (Secuencia de los acontecimientos…)
- El Aviso y la Gran Tribulación: (Detalles…)
Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."