¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
12 de septiembre del 2023 – mensaje de San Miguel Arcángel a Luz de María
“Amados de la Trinidad Sacrosanta y de Nuestra Reina y Madre, vengo a ustedes por Orden Divina.
Son una generación privilegiada, a pesar de la cantidad de malas acciones y malos actos con los que se sirven para ofender el Corazón de Nuestro amadísimo Rey y Señor Jesucristo y a pesar de esto la Misericordia Divina se desborda sobre esta generación pecadora.
Lo que es el tiempo para la criatura humana, no lo es para la Voluntad de Dios. Viven pensando en que nada ocurrirá y que continuarán mirándose a la cara por un largo tiempo, pero ya no es así hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo. La humanidad entra en el momento en el que continúa siendo sorprendida por la fuerza de la naturaleza (1), del sol y del mismo universo. La luna se hace sentir ejerciendo su fuerza sobre las mareas.
El mal está desatando su ira en contra de los hijos de Dios, llevándoles a atemorizarse por las profecías para que ustedes continúen sin desear la conversión.
Son tantos los hijos de Dios que cada momento incumplen la Ley de Dios permitiéndose, a su parecer lo que consideran pecados veniales, pero viven de los bajos instintos de la carne y no se deciden a superar las tentaciones. (Cf. Rom 8, 5-8)
Saben que existe la Sagrada Escritura y la conocen superficialmente, pero creen ser sabiondos de la religión y de cuanto tema existe, viven señalando a los hermanos, viven a la deriva sin compromisos, viven de sus caprichos y aumentan sus propios errores hasta llegar a ser inoportunos y fastidiosos con sus hermanos.
Este es el momento para que inicien el camino de la humildad reconociéndose a sí mismos pecadores antes de que sea demasiado tarde (Cf. Sal. 51 (50)). Las criaturas humanas tienen que reconocer lo que son: el humilde, humilde; el soberbio, soberbio y luego iniciar el cambio interior.
Amados hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo:
Oren sin descanso y a quienes se burlan de ustedes porque oran, no respondan, guarden silencio y oren por esos hermanos para que se conviertan.
Hijos de Nuestra Reina y Madre de los Últimos Tiempos:
¡EL MOMENTO HA LLEGADO! EL BRAZO DEL PADRE DEJA CAER SOBRE LA TIERRA POCO A POCO LAS ÚLTIMAS GOTAS DE SU CÁLIZ AL IR BAJANDO SU BRAZO OMNIPOTENTE.
Las criaturas humanas se dividen totalmente: quienes creen en la Trinidad Sacrosanta y en Nuestra Reina y Madre y quienes no creen, porque no habrá espacio para los tibios (Apoc. 3, 15-16). La criatura humana llega a tomar una decisión:
- con Dios o contra Dios…
- con Nuestra Reina y Madre o contra Nuestra Reina y Madre…
Ustedes, no juzguen porque la Misericordia Divina permanece en todo momento.
Vivan de la unidad y de la fraternidad, que tanto la fraternidad como la obediencia a los Mandatos Divinos lograrán que el Demonio gima de terror y de espanto.
Han recibido la bendición del Aceite del Buen Samaritano y el que lleva Mi Nombre, úsenlos, ha llegado el momento, son protección para ustedes. (2)
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, la humanidad llagada por los pecados nauseabundos es purificada.
Oren hijos Míos, oren, algunas criaturas humanas, encontrándose solas y confundidas en la vida, desde ahora iniciarán la senda de la tortura en manos de los secuaces del mal.
Una gran señal en el cielo ocurre y Nuestra Reina y Madre de Guadalupe asombra a la humanidad, mostrando lo que no se ha develado. (3)
Continuarán los volcanes (4), el agua, los terremotos (5) y los incendios torturando a la humanidad; que es parte de lo que enfrentarán.
ESTA PALABRA NO ES PARA QUE LA GUARDEN, SINO PARA QUE LA PROFUNDICEN Y LA VIVAN EN ESPIRITU Y VERDAD.
Mis Legiones Celestiales se encuentran atentas a las Órdenes Divinas.
Sean amor y “lo demás se les dará por añadidura”. (Cf. Mt. 6,33)
Les bendigo. San Miguel Arcángel.”
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
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Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."