¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
7 de septiembre de 2023 – Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María
“Amadísimos hijos, reciban todos Mi Bendición.
Les amo cada momento. Les llamo y les envío Mis Auxilios Divinos para mantenerles en Mi camino.
- ¡Son tantas las criaturas humanas que no desean escuchar Mi Llamado ni amarme!…
- ¡Son tantos Mis hijos que han cambiado la Vida Eterna por el libertinaje en el que lo mundano les ha envuelto!…
Las criaturas humanas se permiten ser arrastradas hacia las aberraciones, que el Demonio esparce por la Tierra y la criatura humana las acoge sin reparos, llevándoles a actos inimaginables cometidos por Mis hijos.
- La impureza se multiplica a gran velocidad siendo más agresiva y con esto el Demonio se regocija.
- La perversidad aumenta a grandes pasos, los pecados aumentan y aumentarán tanto que Sodoma y Gomorra serán opacados ante los pecados que se cometen ¡ya! y los que cometerán las criaturas humanas. (Cf. Mt. 10, 14-15)
Les pido se fortalezcan en la espiritualidad, en el conocimiento y la fe aumente en cada uno de ustedes, amados hijos.
Sin conocerme no caminan, buscarán muletas que les servirán por un momento, pero luego…
Yo deseo de Mis hijos todo su amor, no espero hijos tibios. (Cf. Apoc. 3,16)
¡Cuántos dicen amarme y viven criticando a sus hermanos, siendo criaturas que pecan de pensamiento y obra, actuando dentro del pecado con conocimiento de lo que es pecado!
Amados, las enfermedades recrudecen y Mis hijos son sorprendidos sin tener cuanto Mi Casa les ha revelado para que se libren de las enfermedades (1). Unos hacen caso omiso y otros, los más cercanos a Mis Llamados, lo olvidan y se mantienen indiferentes.
Hijos Míos, la costumbre es muy mal hábito en todas las obras y actos de la vida. Nada es más perjudicial que la costumbre, esta logra que se detenga todo en la criatura humana hasta llevarle a que se paralicen los buenos actos y obras, los buenos sentimientos que luego resurgen de las cenizas y se levantan nuevamente para continuar únicamente de apariencias. El actuar por costumbre les lleva a ser hipócritas y a herir a quienes se mantengan a su alrededor perdiendo la verdad.
Cada uno de ustedes, hijos Míos, artífice de su propia historia, por esto deben fortalecerse espiritualmente, deben ser criaturas de fe inquebrantable (2), de lo contrario, no lograrán resistir al enemigo del alma en tanta prueba que se avecina.
Oren hijos Míos, oren por esas almas que en este momento padecen ofreciendo el padecer para bien de toda la humanidad.
Oren hijos Míos, oren unos por otros, es muy necesario que comprendan la urgencia de la oración con el corazón.
Oren hijos Míos, oren, la naturaleza continúa sorprendiendo a los pueblos y los elementos llegan sin ser esperados. El agua continúa adentrándose en las ciudades y causando que la tierra se hunda.
Oren hijos Míos, oren, los hombres buscan el poder con base en el dolor de las criaturas humanas.
Oren hijos Míos, oren, el astro sol (3) les sorprende, no se expongan.
Oren hijos Míos, oren, manténganse firmes en la fe siendo cumplidores de Mi Voluntad.
Oren hijos Míos, oren para que logren ver el Gran Milagro que Mi Madre bajo la Advocación de Nuestra Madre de Guadalupe (4) mantiene consigo.
Hijos Míos, prepárense espiritualmente, el combate es fuerte, es necesario para ustedes. Es urgente que se preparen siendo criaturas firmes, convencidas, fuertes y que Me conozcan.
Estoy con ustedes hijos Míos, permanecen en Mi Corazón que arde de amor en busca de Mis ovejas. (cf. Jn. 10, 11)
Les bendigo. ¡Atentos hijos Míos, atentos! Su Jesús.”
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
- Sobre las enfermedades, leer…
- Sobre la Fe, leer…
- Sobre la actividad solar, leer…
- El mensaje profético de Guadalupe, leer…
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."