¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa…) – Lunes 4 de octubre de 2021
(Procreación médicamente asistida…)
(DeepL Translator) “Hijos míos, estad en paz, soy Yo, vuestro divino Maestro, quien os habla. Quiero que comprendáis el desastre de la procreación médicamente asistida (PMA) y, para ello, debéis comprender que la unión del alma y del cuerpo es una necesidad vital.
(Cuando el hombre se pone en el lugar de Dios…)
Si el cuerpo se reproduce fuera de la Voluntad de Dios, como ocurre en experimentos y manipulaciones que son pecados manifiestos contra la ley divina -el acto de producir un germen masculino fuera de la unión conyugal es una abominación, así como la extracción de la semilla femenina por medios médicos es un grave atentado contra la pureza femenina-, este cuerpo está vacío porque ya no es más que una obra corporal.
(Procreación natural: unión íntima del hombre y la mujer…)
Dios ha concedido al hombre y a la mujer el don de multiplicar la especie humana mediante su unión íntima, y es Él quien decide después si permite o no que esta unión florezca en un futuro ser humano, dotado de razón en la unidad de un alma y un cuerpo.
(La encíclica ‘Humanae Vitae’…)
El hombre y la mujer no pueden decidir este resultado; sólo Dios es el Maestro. Algunas parejas tienen pocos hijos o ninguno, otras tienen muchos, y la moral católica fue defendida y explicada claramente en la encíclica ‘Humanae Vitae’ del Papa Pablo VI del 25 de julio de 1968.
(Anticoncepción y asesinato masivo por aborto…)
Esta encíclica se aplica a todas las edades de la tierra y no es porque la medicina se haya implicado en la búsqueda de la vida corporal por lo que esta encíclica se está quedando obsoleta. No, esta encíclica, reciente en la historia de la Iglesia, llega poco después de la legalización de la píldora anticonceptiva (en Francia el 28.12.1967), que iba a trastornar la moral católica y la moral en general. Como todas las leyes perniciosas, ésta allanó el camino a otras leyes cada vez más inmorales, culminando en el asesinato masivo de niños mediante el aborto. Y mientras tanto, como si el hombre lo necesitara, hombres inmorales, médicos e investigadores científicos intentan crear vida, queriendo reproducir lo que la naturaleza humana ha conseguido desde la noche de los tiempos.
(El hombre desafía al Creador…)
Han llegado a utilizar agujas, jeringuillas, líquido acondicionado y un frasco para recrear el proceso de fecundación de un óvulo. Creyéndose una victoria digna del Creador y ocupando su lugar, entregan médicamente a la mujer un gameto fecundado.
Este sistema de fecundación parece idéntico al inicio de la vida de cualquier futuro niño, pero:
- ¿Qué ocurre realmente?
- ¿Ha dado Dios su bendición a este acto?
- ¿Está autorizado el médico por la moral matrimonial católica y natural a realizar este plagio?
(Condenación de la procreación asistida…)
Como se afirma en ‘Humanae Vitae’, nº 17: “Si no queremos abandonar al arbitrio de los hombres la misión de engendrar la vida, hemos de reconocer necesariamente límites infranqueables al poder del hombre sobre su cuerpo y sus funciones; límites que ningún hombre, sea particular o autoridad, tiene derecho a violar. Y estos límites sólo pueden ser determinados por el respeto debido a la integridad del organismo humano y de sus funciones”.
(Cuando el hombre sobrepasa sus límites…)
- [Pregunta:] El médico que fecunda un óvulo en el laboratorio, ¿está dentro o fuera de los límites infranqueables del hombre sobre su organismo y sus funciones?
- [Respuesta:] Está verdadera e indudablemente fuera, porque está en un laboratorio. De ello se sigue que el hombre y la mujer que han dado su asentimiento a tal fecundación están total, absoluta e indiscutiblemente fuera de los límites queridos por el Creador y enseñados por la Santa Iglesia.
(Vamos a lo importante…)
- ¿Aprueba Dios el mal?
- ¿O cualquier acto que desafíe Su ley?
- ¿No deja más bien que los actores cometan su pecado sin participar Él mismo en él?
Los esposos, así como todos los hombres y mujeres que, desde el principio de los tiempos, se han unido y han dado a luz un hijo, han seguido la ley inscrita por Dios en la naturaleza, y el ser humano así concebido tiene derecho a conocer y amar a su Señor y Maestro.
- [Pregunta:] ¿Pero si el niño es un ser humano nacido de la fecundación en un laboratorio, ha sido concebido según la voluntad de Dios y en colaboración con el Creador, que decide sobre su venida a la vida, destinada a ser eterna?
- [Respuesta:] Es lícito dudar de ello, y Yo, Jesucristo, declaro que estas desgraciadas vidas corporales creadas al margen de toda ley natural y por la sola voluntad humana, están vacías de alma; el cuerpo, tan magníficamente dotado por el Creador para estar en perfecta cohesión con un alma destinada a la vida eterna, está privado de ella. El cuerpo así creado, por decisión humana y sin sometimiento alguno a la ley divina, está vacío y, aunque parezca vivo por el mecanismo extraordinariamente inventivo del Creador, sólo es mortal y vacío.
La primera criatura humana fue creada en la perfección de todas las virtudes, y la obediencia era una de ellas. Adán y Eva fueron desobedientes y soberbios porque quisieron reclamar para sí la ciencia del bien y del mal, y desde entonces el hombre, tocado y hechizado por el demonio, ha seguido intentando medirse con el poder de Dios. Ahora está tocando la vida:
“Dios puso delante del Jardín del Edén los Querubines y la llama de la espada encendida para guardar el camino del árbol de la vida” (Gn 3,24).
De ello se deduce que el pecado actual del hombre es muy grave, porque tiende a comer del fruto del árbol de la vida, pero no tiene ni derecho ni autoridad para hacerlo.
La llama de la espada de los Querubines está a punto de caer sobre la tierra, pues el pecado del hombre clama venganza al Cielo, y la voz angustiada de los niños abortados y liberados sin bautismo se mezcla con esta llamada al Altísimo.
La incoherencia humana no tiene parangón: por una parte mata a sus hijos no nacidos y por otra los crea, eternamente privados (1).
Dios Trinidad, Padre Hijo y Espíritu Santo, mira la tierra con la mayor piedad y, para poner fin a este cúmulo de pecados que está llegando a su clímax, no tardará más en tomar las riendas de la purificación y renovación de esta tierra tan dañada.
Bendito sea el Dios del Amor y de la Pureza, bendito sea el Dios vengador, pero también Misericordioso y Justo. Que la Santísima Virgen María, la augusta Madre de Dios, se alegre de lo que está por venir, y que los ángeles y los santos nos sean propicios.”
- Privados de alma inmortal
Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."