¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
28 DE AGOSTO DEL 2023 – MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A LUZ DE MARÍA
“Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
COMO REINA Y MADRE DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS (1) LES IMPARTO MI BENDICIÓN, LA QUE UNA MADRE LE DA A SUS HIJOS PARA QUE DEN PASOS SEGUROS, ENCOMENDÁNDOLOS A LA VOLUNTAD DE DIOS.
Hijos, son amados, muy amados por esta Madre. Les miro cada momento, Me anticipo a sus obras y actos para invitarles a ser correctos, luego cada uno toma su decisión.
Amados de Mi Divino Hijo:
EL MOMENTO PASA SIN QUE LO PERCIBAN. Todo transcurre en un abrir y cerrar de ojos, aunque Mis hijos se encuentran sumidos entre lo material y lo mundano como para darse cuenta de que todo se ha transformado: miren el clima, el sol, la naturaleza, la violencia…
Enfermedades procedentes de las tormentas solares (2) les afectarán hasta el punto de vivir lo que será una tormenta geomagnética a raíz de una eyección de masa coronal que llevará a que falle tanto avance electrónico. Esto causará graves incendios por lo que deben mantenerse preparados para estar sin energía eléctrica.
- ¡PIENSEN, SIENTAN EL MENSAJE DIVINO!
- PIENSEN HIJOS QUE CADA LLAMADO ES UN SÍ A LA VIDA…
Se acercan reformas en la Iglesia (3) de Mi Hijo que conmocionarán al mundo. Cantidad de Mis hijos se verán confundidos por ello.
VIVEN EN UN INSTANTE AGOBIANTE… POR ELLO NO SE ALEJEN DE MI DIVINO HIJO.
Sean perseverantes, resistan, sean fuertes y confíen en la Protección Divina.
Amados hijos, sin olvidar la ola de enfermedad (4) que vivieron, debo decirles que nuevamente serán probados, no por Voluntad de Dios, sino por voluntades humanas. Tengan cuanto les he recomendado para que se alivien en las enfermedades (5).
Amados hijos, en las profundidades de la Tierra, al rozar las placas tectónicas, unas más profundas que las que conocen, causan fuertes ruidos y hacen que los animales marinos salgan de donde viven en busca de salvación.
Oren hijos Míos, oren por lo que no es Voluntad de Dios que suceda.
Oren hijos Míos, oren unos por otros.
Oren hijos Míos, oren por Estados Unidos, la tierra se moverá.
Oren hijos Míos, oren, en Colombia, Chile, Ecuador, Argentina, Perú y Brasil habrá sismos de alta intensidad.
Oren hijos Míos, oren por España será atacada, Francia invadida, Rusia padecerá y Ucrania será sorprendida.
La oración eleva el alma (Cfr. Rom. 8, 26-27), la oración con el corazón prepara a la criatura humana para adorar eternamente a la Trinidad Sacrosanta en el Cielo.
Les bendigo con todo Mi Amor. Mamá María.”
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
- Libro de la Reina y Madre de los Últimos Tiempos, descargar…
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- Sobre las Profecías para la Iglesia, leer…
- Sobre las enfermedades, leer…
- Sobre plantas medicinales dadas por el Cielo, leer…
Consagración:
Reina y Madre de los Últimos Tiempos, soy Tu hijo, recíbeme, te entrego mi vida y coloco en Tus Manos mi voluntad, cuanto tengo y cuanto soy, mis aspiraciones, deseos y proyectos.
Aleja de mí el apego a lo material para que busque las posesiones que no se miran porque son espirituales.
Te consagro hoy mi vida, Reina y Madre, me entrego libremente a Tu Protección, en tan difíciles instantes en los que vivo, sé Tú el Arca que me lleve a permanecer sin naufragar en medio de la purificación.
Los Rayos de Tus Manos iluminen mi mente, mis pensamientos y mis recuerdos para que sean sanados, mis dolores para que los ofrezca y mis caídas para que Tú me levantes.
Ilumina mi corazón para que no compita con mi fe, sino sea una, la luz de la otra.
Me consagro a Ti y me entrego a Ti dentro de la libertad de los hijos de Dios. Amén.
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."