¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
13 de agosto del 2023 – Mensaje de la Santísima Virgen María a Luz de María
“Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, les bendigo, les amo, son Mis hijos.
- Vengo nuevamente ante cada uno, ante la humanidad para darles la miel de mi Amor Materno…
- Vengo a guiarles hacia mi Divino Hijo…
- Vengo a despertarles de la somnolencia con que miran cuanto acontece, sabiendo que el eje de la vida espiritual es Mi Divino Hijo y sin mi Divino Hijo nada son, y ustedes lo saben…
Les llamo a tomar la iniciativa como hijos de Mi Divino Hijo para que oren en unidad, en fe y en abandono a la Voluntad del Padre.
La humanidad, dominada por cuanto le llega al inconsciente, se encuentra vencida por un sistema que posee una meta: que es el poder sobre los valores morales para socavar a toda criatura humana.
De aberración en aberración, de sacrilegio en sacrilegio, de caída en caída, va la humanidad acercándose a vivir su propia purificación.
En medio de enfermedades (1), de nuevas disposiciones para trasladarse de un país a otro, en continuas contiendas y ataques entre países, la guerra toma peso y explota.
Oren hijos Míos, oren, la guerra la miran lejana y no se encuentra lejana.
Oren hijos Míos, oren por Francia; oren por África ¡es necesario!
Oren hijos Míos, oren por Medio Oriente, es necesaria la oración.
Oren hijos Míos, oren por la humanidad.
Amadísimos de Mi Corazón Inmaculado, la Tercera Guerra (2) se da ante la rebelión, la falta de conversión de la humanidad y por el rechazo hacia Mi Divino Hijo.
Tengan la certeza de que se encuentran en la recta final del cumplimiento de Mis Profecías. Sin esperar, sin demora, ¡conviértanse ya! hijos Míos.
- La oscuridad va cubriendo la Tierra, apagando mentes, endureciendo corazones, alzando las voces en contra de Mi Divino Hijo, dividiendo a los miembros de las familias y alejándolas de Dios.
- La oscuridad, es la oscuridad del Demonio, llegó a algunos de Mis hijos primero, les tomo, les congelo los sentimientos, les vació el amor y les invadió con los intereses de toda clase. (3)
Mi amado Ángel de Paz (4) llega a auxiliar a quienes le pidan que derribe al demonio, que lo saque de las criaturas humanas que viven con un corazón de piedra inundado por intereses materialistas y ajenos al vivir según es la Voluntad de Mi Divino Hijo.
Esa oscuridad espiritual que avanza junto al desamino, al engaño, y hace eco en las criaturas a las que les falta Dios.
- Pidan en oración por la llegada del amado Ángel de Paz.
- Pidan en oración por ustedes Remante Fiel.
¡ARREPIÉNTANSE, REPAREN, ¡OREN!
Les bendigo con Mi Amor.
¡CONVERSIÓN HIJOS MÍOS, CONVERSIÓN!
Mamá María.”
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
Oración a Nuestra Madre:
Madre Santísima, nos miras desde lo alto; y mirando las ingratitudes de estos Tus hijos, no desistes y llamas cuántas veces sean necesarias. Madre, Tesoro del Cielo, luz de la humanidad, dame la fuerza para levantarme cuando caiga en mi camino; sabes que muy dentro de mí, no deseo separarte de mí. Te ruego Madre Misericordiosa, me enseñes a vivir, descubriendo que lo importante, es vivir a semejanza de Tu Divino Hijo; sin que tema al mañana, porque en ese mañana estarás Tú a mi lado. Tú me llenas de un nuevo renacer, de una nueva oportunidad para ser mejor. Enséñame a ser humilde para que Tu Hijo me reconozca. Dame Tu luz Madre, que ilumina cuánto tocas, no quiero brillar ante el mundo, sino deseo que Tu luz me dé la sabiduría para amar a mis semejantes; y saber perdonar al igual que Tú. Bendíceme, Madre para continuar viviendo, y de Tu Mano condúceme hacia Jesús. Amén.
- Sobre las Enfermedades, leer…
- Sobre la Tercera Guerra Mundial, leer…
- Sobre las trampas del Demonio, leer…
- Sobre el Ángel de Paz, leer…
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."