¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
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23 Septiembre 2022 – Jesucristo Nuestro Señor y Salvador, Elohim dice: “UN GRAN SCISIMO HA COMENZADO, debéis advertir a mis amados sobre la falsa iglesia que se ha levantado. No os dejéis atrapar por sus doctrinas y falsas enseñanzas. El falso profeta se dará a conocer por las herejías que saldrán de su boca. El falso profeta está dando paso al anticristo y a su marca de condenación. No se dejen engañar. Los espíritus engañadores saben imitarme. La marca de la bestia pronto será revelada a través de la moneda digital. El colapso económico viene con la agenda de Satanás que conducirá al genocidio. AMADOS MÍOS, refugiaos en mi Sagrado Corazón, donde se encuentran mis tiernas misericordias. Yo soy vuestro Único Refugio seguro contra el adversario, que busca la ruina de vuestras almas. Así dice el Señor”.
23 de septiembre de 2022 – Nuestra Madre Santísima dice: “Queridísima hija, di a mis amados hijos que vuelvan a la oración. Rezad mi Rosario de Luz que os rodea cegando a vuestro adversario que no descansa de buscar la ruina de vuestras almas. Tiempos apocalípticos están sobre vosotros mientras la humanidad continúa sufriendo por las enfermedades y dolencias que asolan el mundo. Yo prescribo las medicinas celestiales para esta generación para protegeros de las enfermedades que han sido genéticamente alteradas. Reconoced a vuestros Ángeles Guardianes que han sido designados para ayudaros y dirigiros a la seguridad durante estos tiempos de peligro. Oren hijos míos, oren por América cuya Libertad será silenciada. Oren hijos míos, oren por Inglaterra que sucumbirá al sistema de la bestia. La marca de la bestia se ha puesto en marcha con una moneda digital que ahora está siendo aceptada en todo el mundo. Hijos míos, volved bajo mi Manto y refugiaos en el Sagrado Corazón de mi Hijo, Jesucristo, porque la hora se ha hecho muy tarde. Hijos míos, recordad siempre Mis Promesas y que vuestras oraciones sean sin cesar. Así dice Vuestra Madre Amantísima.”
23 de septiembre de 2022 – Mensaje de San Miguel Arcángel: “Guardad vuestros corazones bajo el Manto de Nuestra Santísima Madre, Señora del Fin de los Tiempos, rezando su Rosario de Luz, que ciega al adversario y a sus entidades demoníacas. Que vuestro refugio esté en el Sagrado Corazón de Jesucristo nuestro Señor y Salvador. Las fuerzas demoníacas se entregan a la ruina de las almas durante los meses nevados de invierno y de hielo, cuando las prácticas oscuras se intensifican bajo la luz de la luna llena. El fin está cerca. El apocalipsis anunciará el reino del milenio donde la eternidad con nuestro Señor se establece para los moradores del Corazón de Jesucristo nuestro Rey. Pueblo de Dios, preparad vuestros corazones para un juicio en miniatura (el Aviso) con nuestro Señor y Salvador. Buscad su Misericordia y su Perdón con un corazón humilde y contrito. Las fuerzas de la naturaleza chocan con los dispositivos del hombre que se utilizan para la guerra, las etapas iniciales del apocalipsis se establecen. Continuad rezando por la conversión de los pecadores para que sean liberados de las garras de Satanás. Amadísimos de Cristo.
Continuad llevando la luz y la revelación de la Palabra de Dios a los que perecen en las tinieblas. Volved bajo el Manto de Nuestra Señora de los Últimos Tiempos. No abandonéis su Rosario de Luz que ciega al adversario e ilumina el camino de la justicia y de la salvación. Continuad reconociendo a vuestros Ángeles de la Guarda que os conducirán a la seguridad durante los tiempos peligrosos que ahora se ciernen sobre vosotros. Yo estoy listo con multitudes de ángeles para defenderos de la maldad y de las trampas del diablo cuyos días son pocos en número. Así dice Vuestro Vigilante Defensor.”
Fuente: Shelley Anna








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."