¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
(Importante, leer todo…) Anno Domini 2021, martes 7 de diciembre
Lucifer tiene los días contados
(DeepL Translator) “Mi Corazón se duele cuando miro la tierra y sangra como sangró en la Cruz. Tengo tanto sufrimiento en Mi Cuerpo crucificado y a tantos de Mis hijos no les importa. Viven para sí mismos y sus propios placeres o ambiciones, no piensan en Mi sufrimiento que redime sus fechorías.
A través de este sufrimiento, Yo estoy tras ellos porque es por ellos que Yo sufro en gran angustia controlada y en extremo sufrimiento corporal. Soy Dios y me he abajado para hacerme criatura entre Mis criaturas. Me hice uno entre ellas. Quise traerles conocimiento, felicidad, humildad y piedad, pero me crucificaron. No podían soportar que Yo tuviera lo que ellos creían que era un don o carisma superior a ellos, y Mi ascendiente sobre las multitudes les enfurecía. Yo tenía seres queridos, Mis apóstoles, los discípulos, las santas mujeres y a través de ellos construía lo que sería Mi futuro cristianismo.
Yo había venido a traer la paz a los corazones y a las almas y ellos Me crucificaron. Odiaron el bien, odiaron la salvación, odiaron el amor al prójimo y Mi mayor enemigo fue el que Me arrancó la creación: el que quiso ser creador en Mi lugar, el que Me dijo: ¡Non serviam!
Él envenenó toda Mi creación, los mundos visibles e invisibles, la tierra, los hombres, las almas. Lo había creado bello, luminoso, deferente y cercano a Mí, había recibido Mi Creatividad como personalidad, como ser, era Mi mano derecha en Mi obra creadora. Yo le había dado Mi confianza y fue con él que emprendí Mi creación. Muchos otros ángeles tenían sus atribuciones, pero Lucifer era como el maestro de obras. No era el dueño, pero tenía las riendas de Mi obra. Y como se le había dado la capacidad, creó como Yo le había dado el mandato. Yo lo veía todo, sin Mí no hubiera podido hacer nada, conmigo hizo maravillas.
Cuando llegó el momento de crear la tierra, quiso saber qué tenía de especial, pues muchas otras habían sido creadas y él sentía que ésta era especial. Le dije que esta tierra vería nacer a su Dios, que la eligió para estar entre hermanos y hermanas, y que Dios quería crear una familia de muchos hijos a Su imagen.
Este proyecto no le gustaba porque era el elegido entre todas las criaturas visibles e invisibles y ahí se rompía su perfección. El orgullo se destiló en su ser y lo cambió rápidamente. No quería contribuir a este plan divino, no quería que Dios se hiciera inferior creando hermanos, ni que estos hermanos fueran como Él. ¡Se puso en pie con todo su buen aspecto y proclamó: No serviré, Non serviam! E inmediatamente el orgullo que se había apoderado de él lo distorsionó, se volvió oscuro como la noche, su bello rostro se convirtió en una espantosa mueca de desprecio y su voz se quebró. Los demás ángeles que presenciaron esta revuelta se sorprendieron, pero él los llamó, diciéndoles que siguieran trabajando para él.
Así, un tercio de la hueste celestial acudió a ponerse a su lado, mientras que los demás se quedaron junto a San Miguel Arcángel, que se había apresurado a servir de escudo a su Dios. Y el resto ya se ha contado.
La tierra fue entonces infestada en su creación por el príncipe de los demonios, pues habiéndole dado Dios su Creatividad en personalidad, tenía inscrita en su esencia la facultad de molestar, y Dios no elimina lo que ha dado por derecho propio a sus criaturas.
Lucifer no se complacía en su capacidad de participar en la obra creadora de Dios y la Tierra fue objeto de muchas fechorías. Dios, que no restringe la libertad de hacer el mal, decidió crear al hombre y a la mujer en una zona espiritualmente cerrada de la tierra, e instruyó a Sus ángeles para que protegieran los límites del Paraíso. El Paraíso estaba destinado a crecer y expandirse por toda la tierra por la gracia divina y por obra del hombre, amigo de Dios. El hombre y la mujer, tentados, cayeron y el Príncipe de la Mentira retuvo su dominio sobre la joya de Dios.
Se acerca el momento, muy cercano, en que esta tutela será suprimida, pues los hombres de la tierra vivirán una vida santa, piadosa y humilde. La caridad florecerá y Dios será amado, honrado y servido como es debido.
Que Él sea bendecido y alabado y que sea bendecido y alabado sin fin por todos los hombres.”
Fuente: srbeghe.blog








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."