¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
12 DE MAYO DEL 2022 – MENSAJE DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL A LUZ DE MARÍA
Los conflictos avanzan y los ejércitos cegados por la ambición de conquista avanzarán sin miramientos
“Amados hijos de Nuestra Señora del Rosario de Fátima:
EN ESTA FESTIVIDAD LES LLAMO COMO PUEBLO DE DIOS A ACATAR EL LLAMADO DE NUESTRA REINA A ORAR EL SANTO ROSARIO perseverando en este acto de Fe, de amor, de gratitud y a la vez de desagravio por las ofensas que esta generación comete contra Nuestro Rey y Señor Jesucristo y contra Nuestra Reina y Madre.
Las criaturas humanas continúan tropezando ante su prepotente “babel interior”, (Cf. Gen 11, 1-9) dejando atrás el orden, la paz, el respeto, el amor al prójimo, la caridad y el perdón.
La confusión se adentró en la humanidad que elevó su “babel interior”, engrandeciendo egos humanos para que las metas no sean de paz sino de dominio y de poder.
NUESTRA REINA EXTIENDE SU MANO A:
- los sencillos y humildes de corazón…
- a aquellos que aman en “espíritu y verdad”…
- a los que, sin intereses mezquinos, buscan el bien común sin dejar de lado a las criaturas humanas cargadas de pecados, que arrepentidas, buscan el perdón para salvar el alma.
Nuestra Reina y Madre desea que todos Sus hijos se salven, por ello va en medio de esta humanidad moviendo corazones para que se ablanden.
NECESITAN EL ALIMENTO EUCARÍSTICO… ES URGENTE QUE RECIBAN EL ALIMENTO DIVINO CON TOTAL REVERENCIA Y DEBIDAMENTE PREPARADOS.
Este momento y sus acontecimientos los llevan a la prueba, por ello desde ¡ya! ofrezcan, bendigan, oren, sacrifíquense en reparación de los pecados y en ofrecimiento por la conversión personal y la de sus hermanos.
Hijos de Nuestra Señora:
CON EL SANTO ROSARIO EN LA MANO, DISPÓNGANSE A SER FIRMES EN LA FE. ESTE MOMENTO ES DECISIVO.
Los conflictos avanzan y los ejércitos cegados por la ambición de conquista avanzarán sin miramientos, profanarán los templos debiendo cerrarlos para que no sean más profanados, adentrándose en la criatura humana el dolor y la desolación. Por ello, aliméntense del Cuerpo y la Sangre de Nuestro Rey y Señor Jesucristo.
Tengan presente que el Ángel de Paz (1) llegará acompañado de Nuestra Reina. El cielo brillará anunciando tan grande prodigio de Amor Divino, siendo los hombres indignos de tan gran Acto de Amor del Padre Eterno.
EL ÁNGEL DE PAZ ES ESPERANZA PARA LA CRIATURA QUE PERSEVERA, PROTECCIÓN PARA EL HUMILDE Y ATRIBULADO Y AMPARO DEL DESVALIDO.
Sean hijos verdaderos de Nuestra Reina y Madre, permitan que les guíe e interceda por cada uno de ustedes para que bajo Su Amparo resistan con Fe firme el paso de la prueba y no caigan en la perversidad del Anticristo.
Como Príncipe de las Legiones Celestiales les alerto para que maduren en la Fe ante las pruebas a las que se enfrentará la humanidad.
Los terremotos continúan con mayor fuerza, oren por quienes padecen por causa de ello.
Amen a Nuestra Reina y Madre, atesórenla cual perla preciosa, venérenla, es la Madre de Nuestro Rey y Señor Jesucristo.
A NUESTRA REINA Y MADRE, LA TRINIDAD SACROSANTA LE HA CONFIADO LA PROTECCIÓN DE CADA UNO DE USTEDES EN ESTE MOMENTO TAN ÁLGIDO DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD.
Amados, sean firmes en la Fe, mantengan la unidad y el amor fraterno, en eso se reconocen los cristianos, en el amor fraterno. (Cf. Jn 13,35)
Con Mis Legiones Celestiales y Mi Espada en alto les protejo y bendigo.
San Miguel Arcángel.”
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
(1) Revelaciones sobre el Ángel de Paz, leer…
(*) Fátima, Revelaciones y Profecías, leer…
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."