¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
3 de mayo del 2021 – Mensaje de San Miguel Arcángel a Luz de María
Penetró la confusión en el seno de la Iglesia de Cristo, la institución se mantiene en bamboleo
“Reciban la bendición procedente de la Casa Paterna.
SON CRIATURAS COLMADAS DE LA MISERICORDIA DIVINA, QUE NO LES ABANDONA.
Se desplazan aceleradamente hacia el encuentro con lo que tantos de ustedes han esperado por años. SOLICITEN A LA TRINIDAD SACROSANTA Y A NUESTRA REINA Y MADRE EL AUXILIO, LA ASISTENCIA CONTINUA PARA QUE NO DESERTEN EN EL ÚLTIMO MOMENTO.
Empuñen la defensa espiritual para que las tentaciones hacia un aparente cese de la pandemia no los lleve a ser presa del mal proceder de quienes desean exterminar parte de la población mundial.
¡Ya habían sido anunciados!… Los eventos no darán tregua y los países no podrán auxiliarse unos a otros con prontitud. Permanezcan atentos.
El hedor de la Tierra se eleva hasta el Seno Trinitario, los Coros Angélicos alzan su voz:
“SANTO, SANTO, SANTO ES EL SEÑOR DIOS DE LOS EJÉRCITOS”.
La criatura humana se ha alejado de sus deberes como hijos de Nuestro Señor y Rey Jesucristo. La indiferencia e irrespeto hacia Nuestra Reina y Madre es un gravísimo pecado de esta generación, sobre la cual recae su propio desprecio hacia lo Divino.
La ejecución de los planes de exterminio del mal no se hace esperar. La guerra que vivían en silencio se hizo pública con esta peste y el uso de armas está próximo a esta generación, ante la arrogancia de quienes desean mediar su poder.
La invasión de enfermedades en las plantaciones de alimentos llega y con ello el espectro de la hambruna avanzará sobre la Tierra. No olviden preparar las uvas benditas (1), les advierto que es necesaria la Fe.
Pueblo de Dios, les invito a orar por Chile y Bolivia, serán noticia
Pueblo de Dios, oren, oren por Puerto Rico y Centroamérica, se estremecen.
Pueblo de Dios, penetró la confusión en el seno de la Iglesia de Cristo, la institución se mantiene en bamboleo.
Pueblo de Dios, oren por India y no olviden orar por Argentina, el peligro le acecha.
Pueblo de Dios, oren por Italia, experimenta el terrorismo.
Pueblo de Nuestro Señor y Rey Jesucristo: El caos llega por medio de la enfermedad del cuerpo y del espíritu, han olvidado la levadura de la vida: el amor.
EXAMÍNENSE, ES URGENTE QUE CADA UNO SE MIRE AL INTERIOR, NO ES UN JUEGO, CON ELLO ESTÁN DECIDIENDO ENTRE LA CONVERSIÓN, LA SALVACIÓN O CONTINUAR ENGAÑÁNDOSE A SÍ MISMOS Y LLEGAR A PERDER EL ALMA.
SEAN SINCEROS CON USTEDES MISMOS. EN ESTE MOMENTO NO PUEDEN SER LOS MISMOS IRRESPONSABLES ESPIRITUALES DE AYER, ES URGENTE QUE SE DECIDAN AL CAMBIO INTERIOR, ¡YA!
La Tierra envejecida se estremece con fuerza, como aquel que se esfuerza por no desfallecer. Grandes ciudades que han albergado el libre albedrío desenfrenado de la criatura humana son estremecidas fuertemente.
No se cansen de esperar, prepárense, que el arduo trabajo en el alma, los padecimientos, la escasez, unidos a la caída de la economía mundial, llevan a esta generación a la Purificación total.
DEDICAN UN MES ESPECIAL A NUESTRA REINA Y MADRE. ESTE MES RINDAN EL AMOR QUE MERECE LA MADRE DE NUESTRO REY Y SEÑOR JESUCRISTO.
Oren y practiquen la oración. Nuestra Madre intercede, dediquen de manera especial este mes y sean constantes el resto de la vida.
En el Cielo y en la Tierra sea por siempre adorado el Santísimo Sacramento del Altar.
Les bendigo.
San Miguel Arcángel.”
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
Sobre las uvas benditas, leer…
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."