Noviembre 05 2020 - Llamado urgente de María Santificadora al Pueblo de Dios. Mensaje a Enoch.
En cualquier momento estallará el Cisma en la Iglesia de mi Hijo
“Mis amados hijitos, la Paz de mi Señor esté con todos vosotros, y mi Protección Maternal, os acompañe siempre.
Mis niños, estoy muy triste y no paro de llorar, porque muchas almitas se están perdiendo por los pecados de la carne, por el mundo y sus afanes y por el mal uso de la tecnología, que está llevando a muchos hogares y a muchas almas a apartarse de Dios. Esta humanidad cada vez está más perdida. No paro de llorar por el incremento de los abortos en el mundo, por la pérdida de la fe, y por ver como mi Hijo es ultrajado y despreciado por aquellos que dicen ser sus familiares. Mi Corazón de Madre de la humanidad, es traspasado cada día por el pecado y la maldad de esta humanidad ingrata.
Hijitos, el castigo para la humanidad se aproxima, ya no hay marcha atrás; esta humanidad de estos últimos tiempos es perversa, soberbia y la más mala y pecadora de todas las generaciones que han existido; cada día aumenta más el pecado y la maldad, la Justa Ira de Dios muy pronto se descargará sobre los impíos y malvados, sobre las naciones y gobernantes, que han aprobado leyes en contra de natura. Fuego del Cielo se aproxima en cantidad y la tecnología de los hombres de ciencia de vuestro mundo no podrá detenerlo. Las bolas de fuego están ocultas, después del Aviso todo se desencadenará y la humanidad apartada de Dios clamará misericordia al cielo y ya no será escuchada.
Orad mis pequeños con mi Santo Rosario a mañana, tarde y noche, porque las tinieblas ya envuelven la tierra; la maldad como cizaña se está expandiendo, el culto al demonio se está propagando e infectando todo en este mundo; la práctica del ocultismo va en aumento y muchos hijitos por su tibieza y alejamiento de Dios, están siendo atados por mi adversario a través de sus instrumentos del mal. Permaneced en Gracia de Dios y con vuestra Armadura puesta a mañana y noche, reforzada con el Salmo 91, con la oración, el ayuno y la penitencia; invocando a todo instante el Poder de la Sangre y Llagas de mi Hijo, y pidiendo mi intercesión y protección, a través del rezo de mi Rosario, para que podáis repeler mis pequeños todo el ocultismo que abunda en estos tiempos.
Días aciagos están llegando mis niños, estad preparados espiritualmente para que ninguna fuerza del mal, pueda haceros daño. Ya estáis en tiempos de oscuridad y tinieblas, que vuestra oración, fe y confianza en Dios, sea la luz que os guíe en vuestro caminar por este mundo. En cualquier momento estallará el Cisma en la Iglesia de mi Hijo, que será peor que el estallido de muchas bombas atómicas. Millones de almas por los escándalos, perderán la fe y se apartarán de la Iglesia de mi Hijo; la hecatombe espiritual hará temblar los cimientos de la Iglesia y pareciera que la fe en Dios desapareciera. Los emisarios del mal se gozarán y establecerán una nueva iglesia, tratando de destruir la Iglesia de mi Hijo; pero nada de esto sucederá, porque la Iglesia de Dios está cimentada sobre la firme Roca que es mi Hijo, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella, escrito está. Mi Ejército Mariano y la Iglesia Remanente, tomados de mi mano y en compañía de Miguel y los Ejércitos del Cielo y Almas Bienaventuradas, levantaremos como el Ave Fénix, la Nueva Iglesia del Pueblo de Dios, la cual será pobre, sencilla, humilde, pero llena de Amor y de Carismas, para servicio del Pueblo de Dios.
Aferraos pues mis pequeños a mi Santo Rosario y os aseguro que ni vosotros ni vuestras familias se perderán; mi Rosario es el Ancla de Salvación, es la brújula que os llevará seguros a las puertas de la Nueva Creación. ¡Ánimos mis niños, no desfallezcáis, os falta el último tramo el cual está lleno de trampas, obstáculos y tribulaciones, pero si camináis conmigo tomados mi mano y aferraos a mi Rosario, nada os pasará! No temáis mis pequeños, bien sabéis que toda noche tiene su amanecer y toda oscuridad tiene su luz; luz que os hará ver el final del camino y os mostrará la aurora de un Nuevo Amanecer.
Que la Paz de mi Señor, permanezca en vosotros y mi Amor y Protección Maternal, os acompañe siempre.
Vuestra Madre, María Santificadora.
Dad hijitos a conocer mis mensajes y propagad el rezo de mis siete Ave Marías.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor
Orad por la Iglesia, sus Jerarquías, los consagrados válidamente ordenados, durante este tiempo de confusión y apostasía. No caigáis en la trampa de la división, ni siquiera con aparentes buenas razones. Volved la mirada a la vida de los santos, como San Martín de Porres y San Padre Pío de Pietrelcina, el primero discriminado y el segundo combatido por la misma institución. Que sus comportamientos en la adversidad sea un ejemplo...
“La Iglesia es la Casa de Dios. Está prohibido que los hombres entren aquí con los brazos desnudos y usando pantalones cortos. Está prohibido que las mujeres entren con los pantalones cortos, con los vestidos cortos, de cuello bajo o sin mangas."
"¡Padres de familia, enderezad el rumbo de vuestros hogares!, dialogad mucho con vuestros hijos; sacad tiempo para escucharlos, porque muchos hogares se están perdiendo por la falta de amor, diálogo, comprensión y ante todo por la ausencia de Dios. Volved a llevar a Dios a vuestros hogares, rezad mi Santo Rosario, porque familia que reza unida, permanece unida."
31 de Enero del 2022 "Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera a vuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)" 
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)." 
"Oh Espada Gloriosa dada a Miguel Arcángel, por el Padre Eterno, del empíreo celeste! Espada Gloriosa: combate todo espíritu ruin en nuestras familias, en nuestra mente y en nuestro corazón. Gloriosa Espada de San Miguel Arcángel, coloca este signo victorioso sobre mi mano derecha para dar la victoria final y poder vencer todo espíritu destructor que quiera alejarme de la Gracia Santificante. Ven Gloriosa Espada de San Miguel, relampaguea con un rayo del Santo Espíritu, para poder ver el rostro de nuestro Padre Amado Celestial y ser digno de las promesas de mi Señor Jesucristo. Amén"
Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano, míranos humildemente postrados ante tu altar. Somos tuyos, y tuyos queremos ser; pero, para estar más seguramente unidos a Ti, he aquí que cada uno de nosotros se consagra hoy libremente a tu Sacratísimo Corazón. Muchos, en efecto, nunca te han conocido; muchos también, despreciando tus preceptos, te han rechazado. Apiádate de todos ellos, Jesús misericordioso, y atráelos a tu sagrado Corazón. Sé Rey, Señor, no sólo de los fieles que nunca te han abandonado, sino también de los hijos pródigos que te han abandonado; haz que vuelvan pronto a la casa de tu Padre para que no mueran de miseria y de hambre. Sé Tú Rey de los que se engañan con opiniones erróneas, o a los que la discordia mantiene alejados, y llámalos de nuevo al puerto de la verdad y a la unidad de la fe, para que haya un solo rebaño y un solo Pastor. Sé el Rey de todos los que todavía están envueltos en las tinieblas de la idolatría o del islamismo, y no te niegues a atraerlos a la luz y al reino de Dios. Vuelve tus ojos de misericordia hacia los hijos de la raza, que en otro tiempo fueron tu pueblo elegido: desde antaño hicieron descender sobre ellos la Sangre del Salvador; que ahora descienda sobre ellos una fuente de redención y de vida. Concede, Señor, a tu Iglesia la seguridad de la libertad y la inmunidad de los daños; da la paz y el orden a todas las naciones, y haz que la tierra resuene de polo a polo con un solo grito: "Alabado sea el Corazón divino que obró nuestra salvación; a él sea la gloria y el honor por siempre". Amén.