
(A15-25) Mensaje de Jesus y Dios Padre a Linda
§1: El amor se abandona y abunda el odio
§2: No os demoréis, porque el tiempo apremia
§3: Tanto viene y los tiempos serán difíciles
§4: Amados Hijos, será en la primavera cuando vengan los cambios
Linda: “He rezado el Rosario como se me pidió. Parece como si algo estuviera en marcha. ¿Hay algo en marcha, Jesús mío?“
§1
Jesús: «Oh, Amados Hijos de Mi Sagrado y Beatificado Corazón, observen las bendiciones que doy en toda la naturaleza, en el alimento que proveo y los cantos de los pájaros y la risa de los niños y la Divinidad del Amor bajo Mi Promesa.
Hijos, cuando el blanco se vuelve negro, el Alma sufre. La Naturaleza se vuelve contra el Hombre y grita. La comida se contamina y se agria. Los pájaros callan y la risa se convierte en llanto.
El amor se abandona y abunda el odio. Hijos, no debéis ser contrarios a lo que Yo he hecho para vosotros por Amor y para el Amor y a partir del Amor. Yo os he creado a cada uno de vosotros y sois Mis Alegrías Singulares.
Hijos de Mi Corazón Divino, os anhelo. Anhelo vuestro Amor y atención. Venid a Mí por Mi Amor y Misericordia y aceptad la generosidad que os ofrezco».
§2
Dios Padre: «Hijos, no podéis permitiros esperar. No podéis tardar en elegirme a Mí, vuestro Señor Dios y Padre. Entregué a la Humanidad a Mi Único y Amadísimo Hijo para que podáis ser redimidos por Su Gran Sacrificio de Amor.
Oh, Hijos, no dejéis que este enorme acto de Amor no sea apreciado. No perdáis este regalo para todas las Almas. Hijos de Mi Corazón, no podéis esperar. La tormenta está arreciando afuera, y ustedes no han salvaguardado lo que atesoran (el Alma en estado de Gracia).
Hijos, debéis venir a Mí. Sabed lo que acepto y lo que no acepto. Uníos a Mí en Mi Amor.
No os demoréis, porque el tiempo apremia, y ¿qué haréis cuando la tormenta llegue a su punto álgido y vuestro hogar sea arrasado y no tengáis dónde encontrar consuelo, fuerza o Misericordia?
Hijos desconcertados, venid a Mí. Yo os doy paz y la claridad que viene con Mi Paz.
Oh, Hijos, ¡no os demoréis! No os demoréis.
Id a reconciliaros (a la Confesión Sacramental) con vuestro Señor Dios. Acercaos a vuestro Rey Celestial, el Cristo Jesús con Amor, reverencia y humildad. Él es para vosotros, y vosotros sois para Él. Y vosotros sois para Mí como Yo soy para vosotros.
Hijos, la Eucaristía pronto escaseará, y Mis Amados Siervos se esconderán por su fe y servicio a Mí.
Aquellos con Corazones Verdaderos necesitarán protección de la persecución. Aún así, muchos caen ante la espada del Hombre.
Sí, Hijos Míos, aún ahora muchos de Mis amados Sacerdotes son cortados por su Amor a Mí y devoción a Cristo Jesús, Mi Amado Hijo y su gracia salvadora.
- Orad por Mis Siervos.
- Orad por aquellos que se han extraviado y que buscan activamente el detrimento de la Santa Iglesia. Ellos tendrán que rendir cuentas, y enfrentar la Misericordia con el Juicio es una restitución mucho más amable. Hijos, orad por todos Mis Siervos.
- Orad por aquellos en [el País con el Coliseo] que soportarán muchos sufrimientos y por aquellos que han vuelto sus rostros lejos de Mis Llamados.
Hijos, traedme Mis Florecillas (almas sencillas y humildes). Hacedles saber cómo les Amo. Hacedles comprender que su Señor Dios adora sus Corazones y se cierne constantemente sobre ellos, siempre encantado por su sencillez y asombro ante las cosas que Yo he creado para ellos. Que conozcan el gran Sacrificio de Cristo. Que comprendan la Santidad de la Cruz y de Cristo Jesús, su Amoroso Salvador.
Hijos de Mi Sagrado Corazón (de Dios Padre), orad por aquellos que rechazan Mi Amor. Oren por aquellos que Me han rechazado y que no creen. Es un tiempo crucial, y las Almas deben venir a Mí llenas de confianza, creencia y Amor.
Orad por aquellos que han sido desviados por este Mundo y han deformado las enseñanzas de la Iglesia o han incorporado aquellas cosas que no son de Cristo.
Orad por aquellos que han puesto ídolos delante de Mí. El dinero, la salud, el amor temporal, este Mundo. Hijos, todas estas cosas por las que os preocupáis tanto, todas las cosas a las que os aferráis de este Mundo, todas las cosas que habéis llegado a pensar que son tesoros – dejadlas ir. Despojaos de todo lo que es temporal y mundano y dadme un Corazón de Niño lleno de sencillez, confianza, Amor y un enfoque completo en Mi Amor y en los maravillosos regalos que doy a Mis Amados Hijos.
§3
Sí, Mis Amados, orad constantemente. No hagáis pausas en vuestras devociones.
Tanto viene y los tiempos serán difíciles para Mis Hijos, pero doblemente para aquellos que no Me conocen o que, aun conociéndome piensan que no hay repercusiones por el pecado.
Ay de aquellos que transigen con el pecado. Hijos, no podéis tener dos amos.
Escogedme a Mí y conoced la paz y la alegría que Yo os doy.
Amados Hijos, Mi Preciosa Sangre fue derramada por ustedes por Mi Amado Hijo para el perdón de vuestros pecados. No rechazéis este regalo. No déis por sentado Su Sacrificio, porque es el mayor y más valioso tesoro conocido por la Humanidad.
Hijos, rezad constantemente. Rezad el Rosario.
Hay una lucha continua por vuestras Almas, y si sois débiles por falta de oración, sucumbiréis a muchas penurias que os traerá el que miente y engaña a Mis Amados Hijos.
Hijos, el diablo es un mentiroso rencoroso y astuto. Satanás es convincente y engañará a Mis Amados Hijos cuando la oración no es una prioridad.
§5
Amados Hijos, muchos de Mis Hijos serán engañados por las palabras que escuchen y las cosas que se les digan. Oren y Yo les daré discernimiento, y el Espíritu Santo los guiará.
Mi Santa y Amada Madre tomará vuestras manos en la Suya y os guiará hacia Mí, Su Amado Hijo.
Permite que Ella os guíe hacia Mí. Amadla, porque Ella os defiende y pide caridad y Misericordia en vuestro nombre. Ella ha detenido la Mano de la Justicia a menudo y continúa abogando por la Humanidad.
Amados Hijos, será en la primavera cuando vengan los cambios. Después de esto, vendrán más cambios. Uno tras otro como hojas que caen al viento. Todo lo que os he advertido se cumplirá, una tras otra vendrán estas cosas, y no tendréis tiempo para descansar o recuperar el aliento. Así pues, preparaos ahora mediante la oración, la reconciliación (Confesión Sacramental) y la participación en la Sagrada Eucaristía, Cristo mismo, tan a menudo como sea posible.
Hijos, no temáis lo que venga. Yo soy para vosotros y vosotros sois para Mí. Yo no abandono a Mis amados hijos, sino que os doy fuerza para afrontar todas las dificultades y tragedias. Confiad en Mí y confiad en Mi Amor y Misericordia. Cada uno de vosotros es Preciosísimo para vuestro Dios Amoroso. Paz, Hijos Míos. Os doy Mi Paz».
Fuente: gods-messages-for-us