27 de Mayo de 2024 - Mensaje de Dios Padre a Linda
«Amados hijos de Mi Corazón, escuchadme y sabed lo que acepto y lo que no. Os digo que las palabras y sus significados están cambiando, así como lo blanco se ha convertido en negro y lo negro en blanco. Lo que antes era puro ahora es despreciado, y lo que es oscuro y terrible es exaltado.
Oh, Hijos de Mi Corazón, no os perdáis en este mundo sin compasión. Mi Amor lo da todo. Mi Amor lo es todo, y vosotros no podéis vivir sin el Aliento de Vida.
Hijos, conoced Mi Palabra. Sabed lo que acepto y lo que no acepto. No transigáis con lo que sabéis que es pecado. Yo detesto el más pequeño de los pecados así como detesto el más severo. Los detesto porque cada uno lleva sus almas a la perdición.
Hijos, creedme cuando os digo que Mi Amor es inefable, inmenso e interminable. Es ilimitado para vosotros y vosotros sois tan preciosos para Mí.
Hijos, las nubes se han juntado en montones tumultuosos. Los vientos están listos, y las aguas ya no están en calma. Yo no hablo con acertijos, hijos. Mi Voluntad no es algo que se pueda adivinar, sino algo en lo que debéis confiar con todo vuestro Corazón. Mi Voluntad es Amor, y os he hecho a cada uno de vosotros con Amor y para el Amor y por el Amor.
Sabed que esto es verdad, Hijos Míos. El hombre ha provocado su propia destrucción y dolor. El hombre ha jugado con la ciencia y ha pretendido ser más grande que su Señor Dios y Padre.
Piensen, Mis Amados Hijos. ¿No fue lo mismo con Lucifer que quiso ser lo que Yo soy? El que deseaba conocer todo lo que Yo Soy se sumió en las tinieblas por su falta de Amor hacia Mí.
- ¿Y no hace lo mismo el Hombre?
- ¿No busca el hombre el conocimiento de la creación dentro de las ciencias?
- ¿No con respeto, asombro o adoración, sino por el mero pensamiento de convertirse en un dios de sí mismo?
Oh, Hijos, el poder de la vida y la muerte no es para tomarlo a la ligera. Es bueno curar las dolencias de Mis Amados Hijos. De hecho, si sólo confiarais en vuestro Padre Amoroso, Yo curaría cada uno de vuestros dolores con una oración. Sin embargo, vosotros no confiáis y no creéis en el fondo de vuestras Almas en Mi poder Místico. (Es como si suspirara.)
Sepan, Mis Amados Hijos, que Satanás conoce Mi Poder y sabe que Me aferro fuertemente a cada uno de ustedes, porque son Mis Hijos Amadísimos. Él siente que Yo lo suplanté con ustedes como Mis Criaturas Más Amadas, pero eso es falso. Satanás, el, una vez angelical Lucifer, se condenó a sí mismo y a aquellos con él al infierno porque se dignó pensar que podría elevarse por encima de Mí.
Así comenzó la batalla por vuestras Almas.
Y esta es su mayor queja y su mayor ira. Porque Yo les di a ustedes, Mis Amados, Almas.
Lucifer no tiene Alma, porque Yo no otorgué almas a Mis Ángeles. Sin embargo, ellos tienen libre albedrío y por eso Lucifer cayó. Hijos Míos, sus almas son desesperadamente importantes y preciosas porque Yo los he hecho a Mi Imagen a través de sus Almas.
Hijos, por encima de todo, quiero que sus Almas regresen a Mí por su propia voluntad. El amor no puede ser forzado para que no se convierta en esclavitud. Por eso, espero y anhelo vuestro Amor y atención. Os llamo y tengo sed de vosotros y os envío tantos signos de Mi Cariño.
Venid a Mí, hijos. Venid a Mí y poned vuestros Corazones en Mis Amorosas manos. No pasará mucho tiempo cuando el Mundo en su gran apostasía verá tierras volcadas y océanos derramarse en ciudades y grandes fuegos fluir de las montañas y las naciones irán a guerras horribles.
El este chocará con el oeste y el norte aniquilará al sur. Hijos, vosotros hacéis estas cosas que adelantarán vuestro tiempo de pruebas. Serán tiempos terribles y muchos pueblos serán borrados de esta tierra.
Muchas ciudades y naciones desaparecerán bajo el fuego y la arena y las rocas y el agua. Caerán fuegos de los cielos y correrán como grandes ríos por ciudad tras ciudad. Ya no podréis evitarlo, pero vuestras oraciones mitigarán esta tribulación de las Almas.
Este tiempo de purificación quemará y abrasará vuestras Almas, y Me encontraréis. Mis Hijos Me encontrarán en pequeños lugares esperando. Abriré Mis Brazos a cada uno de vosotros y derramaré Mi Amor y gracias sanadoras sobre cada uno de vosotros que finalmente escuchéis Mi Llamada y prestéis atención a Mis advertencias. Os doy la bienvenida a cada uno de vosotros y anhelo que no sufráis. Mi Madre llora por vosotros. Los ángeles del Cielo suspiran consternados por lo que debéis sufrir.
Hijos, no temáis la(s) batalla(s) de este mundo, sino luchad en la batalla por vuestras almas.
Rezad. Rezad, hijos Míos, y permaneced cerca de Mí. Alinead vuestras virtudes a Mis Leyes. Mírenme en todas las cosas y sepan que Mi Palabra no cambia.
Mi Palabra es toda verdad, toda alegría y todo Amor. El Cristo Jesús es la Palabra de Dios, y confiar en el Cristo Jesús es la respuesta a cada pregunta. Confiad en el Cristo Jesús y sabed que de todas las maneras, Él os acerca a Él y busca la salvación de las Almas.
Hijos, no dudéis, sino confiad en el Señor Jesucristo. Él os conduce al Padre, y sin el Hijo, no hay camino hacia el Padre. Y aquellos cuyos pecados Él perdona, Yo los perdono. Y aquellos que reconocen al Hijo, reconocen al Padre. Y aquellos que se alejan de la Luz del Hijo se alejan de la Luz del Padre.
Palabras, hijos Míos. Orad y buscad el discernimiento del Espíritu Santo. Sólo a través de la oración constante y la deferencia oiréis la guía del Espíritu Santo. Él os rugirá y os susurrará, así que debéis orar para reconocer la Voz Amorosa que os guía.
Hijos, estáis a minutos de la tribulación. Lo que habéis experimentado hasta ahora en los confines más duros de la tierra no se compara. Rezad y no temáis. Lo que soportarán no será fácil. Os enfrentaréis a tragedias, e incluso los buenos caerán presa del engaño.
Rezad, hijos Míos. Rezad y participad del Cordero de Dios. Vosotros por vosotros mismos sois criaturas débiles e indefensas. Pero Yo soy vuestro Señor Dios y Padre, y no permito que la oscuridad venza a aquellos que vienen a Mí con Amor y confianza y contrición.
Amad, hijos Míos. Rezad y buscad Mi guía.
Sepan que mientras las palabras cambiarán y habrá gente que buscará cambiar significados y palabras y hacer lo que es negro blanco y lo que es blanco, negro, la Palabra de Dios no se altera. Mi Palabra no cambia. Mi Verdad no cambia. Mis leyes no cambian.
Paz, Mis queridos hijos. Paz y sabed que Mi Amor está eternamente con vosotros. Paz.»
Fuente: gods-messages-for-us
Orad por la Iglesia, sus Jerarquías, los consagrados válidamente ordenados, durante este tiempo de confusión y apostasía. No caigáis en la trampa de la división, ni siquiera con aparentes buenas razones. Volved la mirada a la vida de los santos, como San Martín de Porres y San Padre Pío de Pietrelcina, el primero discriminado y el segundo combatido por la misma institución. Que sus comportamientos en la adversidad sea un ejemplo...
“La Iglesia es la Casa de Dios. Está prohibido que los hombres entren aquí con los brazos desnudos y usando pantalones cortos. Está prohibido que las mujeres entren con los pantalones cortos, con los vestidos cortos, de cuello bajo o sin mangas."
"¡Padres de familia, enderezad el rumbo de vuestros hogares!, dialogad mucho con vuestros hijos; sacad tiempo para escucharlos, porque muchos hogares se están perdiendo por la falta de amor, diálogo, comprensión y ante todo por la ausencia de Dios. Volved a llevar a Dios a vuestros hogares, rezad mi Santo Rosario, porque familia que reza unida, permanece unida."
31 de Enero del 2022 "Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera a vuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)" 
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)." 
"Oh Espada Gloriosa dada a Miguel Arcángel, por el Padre Eterno, del empíreo celeste! Espada Gloriosa: combate todo espíritu ruin en nuestras familias, en nuestra mente y en nuestro corazón. Gloriosa Espada de San Miguel Arcángel, coloca este signo victorioso sobre mi mano derecha para dar la victoria final y poder vencer todo espíritu destructor que quiera alejarme de la Gracia Santificante. Ven Gloriosa Espada de San Miguel, relampaguea con un rayo del Santo Espíritu, para poder ver el rostro de nuestro Padre Amado Celestial y ser digno de las promesas de mi Señor Jesucristo. Amén"
Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano, míranos humildemente postrados ante tu altar. Somos tuyos, y tuyos queremos ser; pero, para estar más seguramente unidos a Ti, he aquí que cada uno de nosotros se consagra hoy libremente a tu Sacratísimo Corazón. Muchos, en efecto, nunca te han conocido; muchos también, despreciando tus preceptos, te han rechazado. Apiádate de todos ellos, Jesús misericordioso, y atráelos a tu sagrado Corazón. Sé Rey, Señor, no sólo de los fieles que nunca te han abandonado, sino también de los hijos pródigos que te han abandonado; haz que vuelvan pronto a la casa de tu Padre para que no mueran de miseria y de hambre. Sé Tú Rey de los que se engañan con opiniones erróneas, o a los que la discordia mantiene alejados, y llámalos de nuevo al puerto de la verdad y a la unidad de la fe, para que haya un solo rebaño y un solo Pastor. Sé el Rey de todos los que todavía están envueltos en las tinieblas de la idolatría o del islamismo, y no te niegues a atraerlos a la luz y al reino de Dios. Vuelve tus ojos de misericordia hacia los hijos de la raza, que en otro tiempo fueron tu pueblo elegido: desde antaño hicieron descender sobre ellos la Sangre del Salvador; que ahora descienda sobre ellos una fuente de redención y de vida. Concede, Señor, a tu Iglesia la seguridad de la libertad y la inmunidad de los daños; da la paz y el orden a todas las naciones, y haz que la tierra resuene de polo a polo con un solo grito: "Alabado sea el Corazón divino que obró nuestra salvación; a él sea la gloria y el honor por siempre". Amén.