
(M2.4.6-25) Extractos de mensajes de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz a Marcos Tadeu Teixeira Jacareí, Brasil
1. Seguid rezando cada día Mi Rosario
2. El Señor ya no puede soportar tanto mal en el mundo
3. Innumerables pecados claman al Cielo venganza
§1
1. Seguid rezando cada día Mi Rosario
María Santísima: «Queridos hijos, hoy os invito de nuevo a la Oración, al Sacrificio y a la Penitencia. Sólo a través de estas tres cosas podréis subir al Cielo.
Os invito también, en este tiempo de renovación y conversión, a volver como nunca vuestros corazones al Señor, a la oración, a la meditación. Así vuestros corazones recobrarán la paz y el sentido de la vida.
Que también meditéis más Mis mensajes de Heede (Alemania) [1] que han sido tan olvidados.
Sufro por cada hijo que permanece obstinado, pero Mi Corazón se consuela y se alegra por cada hijo que decide seguirme por el camino de la oración, del sacrificio y del amor a Dios.
Seguid rezando cada día Mi Rosario.
Y no olvidéis, hijos Míos, que al final de vuestra jornada en esta tierra, cada uno de vosotros tendrá que comparecer y rendir cuentas al Señor. Por eso, no perdáis el tiempo en cosas terrenas y dedicad vuestra vida completamente a Dios, a la oración y a hacer el bien.
No perdáis más tiempo en juegos, pasatiempos y deportes. Dedicaos a la oración y luchad conmigo en mi ejército contra todos los enemigos y adversarios de Mis mensajes, porque éstos son los secuaces del enemigo.
§2
2. El Señor ya no puede soportar tanto mal en el mundo
“Queridos hijos, secad Mis lágrimas con la oración y con el sacrificio más grande que deseo de vosotros: que es la renuncia a vuestra propia voluntad, a vuestros propios deseos, a vuestra propia manera de pensar para obedecer Mis mensajes y seguirme por el camino de la oración, del amor a Dios que conduce al Cielo.
Os invito a todos a mirarme más de cerca en La Salette y a Mi Secreto [2], que ahora se realiza y se cumple ante vuestros ojos.
Pero ahora todos deben dedicar cada minuto, cada hora a la salvación de su alma, porque ahora el tiempo correrá aún más rápido porque el Señor ya no puede soportar tanto mal, tanto pecado en el mundo.
¡Seguid rezando el Rosario meditado todos los días!”
§3
3. Innumerables pecados claman al Cielo venganza
“Hijos Míos, yo soy la Señora de las Lágrimas. Rezad, rezad todos los días el Rosario de las Lágrimas [3].
Sólo una gran fuerza de oración puede detener los castigos que están llegando a la humanidad.
Sí, di Mis mensajes en La Salette, Heroldsbach (Alemania) [4], Olsene (Bélgica) [5] y en otros lugares, pero la humanidad no escuchó Mis llamadas a la oración y a la penitencia. Ha seguido el camino del alejamiento de Dios, del mal, de la impiedad, de los vicios, y por eso, cada día innumerables pecados claman al Cielo venganza, y ¡he aquí que la venganza vendrá!
Para detenerla, lo que dije en Akita [6], Japón, lo repito aquí: ¡oración y penitencia! Sólo cuando el número de almas muy amorosas y reparadoras sea grande, se aplacará la justicia del Padre. Los que confíen plenamente en Mí se salvarán. Los que pongan su confianza en otros se desilusionarán y se perderán.
Lo que dije en Akita se está cumpliendo hoy: la Iglesia está llena de gente que ha hecho pactos. Satanás ha oscurecido y llenado la Iglesia con el humo de su maldad, y está invadida de errores, de ideologías contrarias a la verdad de mi hijo Jesús. Sólo no se perderán los que recen Mi Rosario Meditado y sean completamente obedientes a Mis mensajes. Por tanto, vivid verdaderamente vuestra consagración a Mi Corazón Inmaculado obedeciendo Mis mensajes y rezando al menos tres horas al día.
¡Penitencia y oración! Lo que dije en Erechim (Brasil) lo repito aquí: ¡penitencia! Penitencia para la conversión de los pecadores. El pueblo ya no es digno de señales, ¡sino de castigos! Y vendrán, porque el Padre Eterno ya no puede soportar tantos crímenes, tantos pecados, tanta violencia, tanta maldad en todo el mundo, tanta desobediencia a mis mensajes. ¡Por eso vendrá el castigo!
Toda desobediencia, toda sordera, ¡pronto serán castigadas!
Os bendigo a todos con amor: desde Pontmain (Francia), desde Lourdes (Francia) y desde Jacareí (Brasil).”
- Apariciones de Heede, 1937-1945, Alemania:
Jesús: «La humanidad no ha escuchado a Mi Santa Madre, revelada en Fátima para exhortarla a hacer penitencia. Ahora Yo mismo he venido, en esta última hora (¿100 años, 1937-2037…?) a advertir al mundo; ¡los tiempos son graves! Que los hombres hagan por fin penitencia por sus pecados; que se aparten del mal de todo corazón y recen, recen mucho, para que la ira de Dios se apacigüe. Especialmente que recen a menudo el Santo Rosario: esta oración puede mucho ante Dios. ¡Menos diversiones y pasatiempos! … Estoy muy cerca, estoy con vosotros, no temáis. Os alegraréis y me daréis gracias. Los que esperan en Mí tienen Mi ayuda, Mi gracia y Mi amor. Pero para los que no están en estado de gracia, será temible. Los ángeles de la justicia ya están dispersos por el mundo. Me daré a conocer a los hombres. Cada alma Me conocerá como su Dios. ¡Ya voy! ¡Estoy a la puerta! Mi amor ideó esa operación antes de la creación del mundo. Los hombres no escuchan Mis llamadas; cierran sus oídos, se resisten a la gracia y rechazan Mi misericordia, Mi amor, Mis méritos. El mundo agoniza en el lodazal de la culpa. El odio y la envidia llenan los corazones de los hombres. Todo esto es obra de Satanás. El mundo yace en densas tinieblas. Esta generación merece ser aniquilada; pero Yo quiero mostrarme misericordioso. El Ángel de la Paz no tardará en descender a la tierra. Yo curaré y salvaré. Sobre las heridas, que ahora sangran, triunfa la misericordia y triunfa la justicia. Pero que Mis fieles no duerman como los discípulos en el Huerto de los Olivos, sino que saquen constantemente del tesoro de Mis méritos. Que se preparen para grandes cosas. Yo mismo vendré y manifestaré Mi voluntad.
Todos los que han sufrido en estos últimos tiempos son Mis mártires y preparan la nueva cosecha para la Iglesia. Ellos han participado en Mi camino doloroso. Hijas Mías, vengo pronto, ¡muy pronto! Lo que sucederá superará con mucho lo que ha sucedido. La Madre de Dios, Mi Madre, y los ángeles tomarán parte. El infierno se cree seguro de la victoria, pero Yo se la arrebataré. Muchos blasfeman contra Mí y por eso debo permitir que las desgracias caigan sobre el mundo, porque así muchos se salvarán.
Bienaventurados los que lo soportan todo en reparación de los que Me ofenden. Yo vengo, y conmigo vendrá la paz. Con un pequeño número de elegidos construiré Mi Reino. Este Reino vendrá de repente, antes de lo que pensáis. Haré brillar Mi luz, que para unos será en bendición y para otros, oscuridad. La humanidad reconocerá Mi amor y Mi poder. Daré a conocer Mi Justicia y Mi Misericordia.
Mis queridos hijos: la hora se acerca. Rezad sin cesar y no seréis confundidos. Reuniré a Mis elegidos. Ellos convergerán juntos de todas partes del mundo y Me glorificarán. ¡Ya voy! Bienaventurados los que están preparados, bienaventurados los que me esperan». (Leer más…)
- Aparición y Secreto de la Salette. 1846, (Francia): Leer más…
- Rosario de las Lágrimas de la Virgen: Oración…
- Apariciones de Heroldsbach 1949, (Alemania): Leer más…
- Apariciones de Olsene 1933, (Bélgica): Leer más…
- Apariciones de Akita 1973, (Japón): Leer más…
Fuente: Avisos do Ceu