
(O924) Haces la señal de la cruz y lees todo sin prisa.
§1: Cuando morí, todavía en la Cruz…
§2: Mi Alma inmaculada, pero sin embargo cubierta de todos los males de la tierra…
§3: Esta prueba fue Mi victoria final
§4: Quiero dar a conocer al mundo esta última prueba de Mi Pasión
§5: Yo os apoyo, hijos Míos, en todo dolor, en toda dificultad…
§1
“Mis queridos hijos, […] cuando morí, todavía en la Cruz, vi el mundo y Me quedé inmóvil, como petrificado.
[El mundo] era negro, vil, bajo e inconmensurablemente malo. Vi todas las disputas, todas las ingratitudes, todas las rencillas, todas las desuniones, todas las guerras y vi al demonio de la Soberbia, Lucifer, regocijándose en el desorden, la bajeza y la irresponsabilidad de los hombres a lo largo de los siglos.
He visto en particular los crímenes de aquellos que se llaman a sí mismos Mi pueblo y que estaban orgullosos de sí mismos.Estaban tan llenos de sí mismos, de su superioridad, de sus riquezas, de sus capacidades inviolables que eran totalmente indiferentes a la suerte de aquellos a quienes maltrataban.
§2
Vi el infierno abrirse para tragarme porque era el receptáculo de todas las desgracias del mundo y Mi Alma se aterrorizó. Vi a todos los condenados de todos los tiempos odiarme y detestarme, y todos querían agarrarme para llevarme con ellos.
Los demonios, las almas demoníacas y condenadas Me querían con ellos para condenarme más y fui apresada por esta horda maligna al salir de Mi pobre Cuerpo torturado y conmovedor.
Mi Alma inmaculada, pero sin embargo cubierta de todos los males de la tierra, de todos los pecados de los hombres, por horribles y bajos que fueran, estaba aparentemente destinada a ellos; lo creyeron y su abyecta vileza les hizo creer que podían dominar lo que sólo pertenecía a Dios.
Me agarraron y Yo, la Bondad Divina, la Caridad Divina, la Excelencia Divina, pero también la Autoridad Divina, rechacé su presión con una mirada fulgurante que manifestaba un Poder sin igual y todos se echaron hacia atrás, efecto que ninguna otra alma habría podido obtener sobre ellos, excepto el Alma Divina.
§3
Me libré de sus garras, de su furia, de su aliento pestilente, lo que no podría haber logrado ningún otro, y emprendí Mi viaje por todas las esferas inferiores del Más Allá, comúnmente llamadas Hades o los infiernos.
Liberé a las almas de los justos, pacientes y fervorosos, situados en la esfera de los Patriarcas, pues mientras no se hubiera consumado la Redención, también ellos, herederos del pecado original, no podrían alcanzar el Paraíso, donde las almas santas, vivificadas por Mi Vida, tendrían en adelante acceso.
Este impresionante ataque de todo el Infierno, en el que se encontraban Mis enemigos más implacables y detestables, fue la prueba final de Mi Alma, enfrentada al mal superior, al mal infinito, al mal de las profundidades del horror.
Fue victorioso, Uno contra todos, donde ningún alma puede escapar jamás, donde todos están condenados para la eternidad porque han rechazado para siempre al Dios Vivo y Eterno. Esta prueba fue Mi victoria final, de la que muchas almas en la tierra no son conscientes, pues sólo la conocen aquellos que alcanzan el Conocimiento perfecto en el lugar de la Felicidad eterna.
§4
Quiero dar a conocer al mundo esta última prueba de Mi Pasión y de Mi Muerte, la invisible de la última etapa de Mi Pasión y, allí también, la viví perfectamente.
Impresioné tanto a Mis enemigos con Mi mirada imperiosa e inalcanzable, que retrocedieron a pesar suyo, Me dejaron ir involuntariamente y, pronunciando Mi Nombre «Jesús» a pesar suyo, se volvieron sobre sí mismos y doblaron la rodilla ante su gran indignación (Fil. 2, 9-10). Liberado, salí inmediatamente, dejándoles a su vergüenza y cólera.

(Fil. 2, 9-10) “Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos.”
Fui acogido con profunda y santa alegría por Mis Almas en el Limbo de los Patriarcas y recorrí todas las demás esferas del mundo invisible llevándoles la Esperanza y la confianza de la Salvación.
§5
He querido introducirles en el conocimiento de esta realidad invisible y todos Mis Santos del Cielo la conocen ya que es parte integrante de Mi Pasión y de Mi Muerte.
He sufrido física, psíquica y espiritualmente, lo he sabido todo, lo he experimentado todo personalmente y ningún dolor físico o moral me es desconocido.
Yo os apoyo, hijos Míos, en todo dolor, en toda dificultad, en todo cansancio y en toda incomprensión, porque todo lo he vivido, todo lo he conocido y todo lo he experimentado. En Mí encontraréis al confidente perfecto, al consolador experimentado y al médico competente para cada enfermedad.
Todo puede ser curado y sanado en Mí, y no dejo a nadie atrás mientras se dirija a Mí. Yo soy vuestro Salvador, vuestro Redentor, nada Me es desconocido, nada Me es indiferente, y YO OS AMO.
Que Dios os bendiga, os ame a cambio y os admire.
Os bendigo en el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que así sea.
Vuestro Señor y vuestro Dios.”
Fuente srbeghe.blog