Comprended los acontecimientos que os sobrevendrán... todo lo que se está preparando. Sí, ha llegado la hora de la debacle

(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa…) – 3 de julio de 2024

§1: Las elecciones anticipadas de 2024 en (el país de la Torre Eiffel) y sus consecuencias
§2: El estado del (país de la Torre Eiffel) y la Iglesia católica
§3: Razón de los próximos acontecimientos mundiales
§4: Destino del (país con la Torre Eiffel)

§1

«Mis Amados, Mis muy queridos Hijos [del país de la Torre Eiffel] y del mundo, ¿qué puedo deciros hoy?

¿Pensáis en Mí cuando depositáis vuestro voto en la urna?
¿Pensáis en Mí cuando escucháis los resultados, los debates de una segunda vuelta? [1]
La suerte está casi echada y ¿qué piensas?
¿Estás contento con los resultados?
¿Dónde estoy Yo en todo este alboroto?
¿Estoy presente en estas justas verbales?
¿Me amáis cuando os apasionáis por tal o cual candidato?
Mis queridos hijos, ¿no veis Mi ausencia?
Y, sin embargo, cuando votáis, elegís lo que os parece menos malo, pero en ese menos malo, ¿estoy Yo presente?
Mis queridos hijos, os comprendo, pero ¿dónde están los que verdaderamente Me representan?
¿Están presentes?
¿No han sido barridos por ser tan pequeños y casi inexistentes?

Así es vuestro mundo de hoy, realmente he sido expulsado del mundo político, del mundo social e incluso del mundo religioso.

§2

El modernismo ha invadido la esfera católica, otras religiones también se han apoderado de Mí y ¿acaso Yo, la Verdad, Aquel que no puede cambiar, sigo siendo venerado en vuestro mundo que se ha vuelto pagano?

Mis muy queridos Hijos, no os dejéis llevar por olas que se disuelven en la arena y que no os traerán ni la seguridad esperada ni la calma esperada. El hombre sin Dios no puede hacer nada en un país que ha renegado de su alma y que, por tanto, carece de futuro.

[El país de la Torre Eiffel] era ciertamente la Hija Mayor de la Iglesia, pero la propia Iglesia, en manos renegadas, predica la falsedad y el mundo entero, con algunas excepciones, se encamina a la ruina.

Cuando la madre se engaña, la familia se deshace; cuando la madre se prostituye, la familia se deshace.

Ahora los representantes de la Santa Iglesia Católica y Apostólica, que es la Madre de todos los cristianos, se engañan a sí mismos y se condenan a la ruina, arrastrando consigo a tantos cristianos desamparados por su insuficiente educación.

Unos pocos representantes de la Santa Iglesia Católica y Apostólica permanecen fieles, pero su voz es silenciada, o ellos mismos son condenados y condenados al ostracismo de la Iglesia, a pesar de que son devotos servidores conscientes de sus responsabilidades.

Hijos Míos, os digo todo esto para iluminaros, no para desanimaros.

§3

Si estáis lúcidos e informados, comprenderéis los acontecimientos que se están produciendo en vuestro país y en el mundo, y todo lo que se está preparando y lo que se avecina es obra del demonio que quiere apartarme, que quiere destruiros y que está a punto de conseguirlo. Volved todos a Mí, venid a Mí con humildad, con fervor y con la Verdad y el mundo cambiará porque, a través de vuestra conversión, traeré a él la paz, la concordia y la serenidad.

Fuera de Mí, no hay salvación; fuera de Mí, hay discordia, guerra, rabia y crueldad. Que Dios esté con vosotros, pero volved a Mí, sois Mis criaturas, os he creado para vuestra felicidad, no para vuestra desgracia.

Comprended los acontecimientos que os sobrevendrán, comprended las cobardías, comprended las infidelidades, comprended vuestros propios errores y volved a doblar las rodillas ante el Santísimo Sacramento del altar, porque en Mí encontraréis la paz, el amor y la solución a todas vuestras desgracias, a todos vuestros compromisos, a todas vuestras dificultades.

§4

[El país de la Torre Eiffel] sólo se recuperará de su derrota por su conversión, por su piedad reencontrada, por el reconocimiento de su sujeción a Dios, como ya afirmó Santa Juana de Arco [2] al rey Carlos VII [3]: después de haber recibido el reino del [país de la Torre Eiffel] del rey, Juana lo entregó a Dios que lo entregó a Carlos para que fuera el lugarteniente de Dios en su función real.

Con la revolución de 1789 [4], [el país de la Torre Eiffel] se rebeló contra esta sujeción divina, y mientras permanezca en este espíritu revolucionario, sin doblar la rodilla ante Dios, su verdadero Rey, se hundirá cada vez más bajo, para su desgracia y la de sus habitantes.

Ha llegado la hora, sí, ha llegado la hora de la debacle y los hijos [del país de la Torre Eiffel] se destrozarán unos a otros porque cada uno querrá ser su propia autoridad, escuchándose sólo a sí mismo sin consideración ni estima por nadie más.

Sí, la hora ha llegado, Mis queridos hijos, pero no os mezcléis en este concierto depravado, venid a rezar porque Yo os escucharé, os protegeré, os cubriré con Mi Amor.

Permaneced unidos a Mí, buscad consuelo sólo en Mí, Yo soy vuestro único Salvador, no hay otro más que Yo.

Os amo, no os abandonaré, podéis contar siempre Conmigo, donde Yo esté, estaréis vosotros.

Os bendigo, Queridos Míos, os bendigo en el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Que así sea!

Vuestro único Salvador.»

Francia: Elecciones anticipadas (1ª vuelta: 30 de junio; 2ª vuelta: 7 de julio de 2024)
Juana de Arco es una santa patrona de Francia, honrada como defensora de la nación francesa por su papel en el asedio de Orleans y su insistencia en la coronación de Carlos VII de Francia durante la Guerra de los Cien Años. Afirmando actuar bajo la guía divina, se convirtió en una líder militar que trascendió los roles de género y obtuvo el reconocimiento como salvadora de Francia.
Carlos VII, llamado el Victorioso o el Bien Servido, fue rey de Francia desde 1422 hasta su muerte en 1461. Su reinado supuso el final de la Guerra de los Cien Años y el fin de facto de las pretensiones inglesas al trono francés. Durante la Guerra de los Cien Años, Carlos VII heredó el trono de Francia en circunstancias desesperadas.
La Revolución Francesa desencadenó un “Reinado del Terror”, del 5 de septiembre de 1793 al 27 de julio de 1794. “Con la guerra civil extendiéndose desde la Vendée y los ejércitos hostiles rodeando Francia por todas partes, el gobierno revolucionario decidió poner el “Terror” a la orden del día (decreto del 5 de septiembre) y tomar duras medidas contra los sospechosos de ser enemigos de la Revolución (nobles, sacerdotes y acaparadores). En París se produce una oleada de ejecuciones. En las provincias, los representantes en los comités de misión y vigilancia instituyeron terrores locales. El Terror tuvo una vertiente económica encarnada en el Máximo, una medida de control de precios exigida por las clases bajas de París, y una vertiente religiosa que se concretó en el programa de descristianización llevado a cabo por los seguidores de Jacques Hébert. Durante el Terror, el Comité de Seguridad Pública (del que Maximilien de Robespierre era el miembro más destacado) ejerció un control prácticamente dictatorial sobre el gobierno francés. Durante el Reinado del Terror, al menos 300.000 sospechosos fueron arrestados; 17.000 fueron oficialmente ejecutados, y quizás 10.000 murieron en prisión o sin juicio” (Enciclopedia Británica)

Fuente: srbeghe.blog