
De los mensajes de Nuestra Señora de Emmitsburg a Gianna Talone, E.E.U.U.
Preparación espiritual ~ 3
Curso de preparación de Nuestra Señora de Emmitsburg para fortalecer la fe de quienes tendrán que afrontar los acontecimientos de la Tribulación, que pronto sacudirán nuestro planeta.
§1: Invocad a Jesús. Invocad Su Misericordia. Abandonaos a Su Misericordia
§2: No hay tiempo para el miedo. Hay tiempo para el cambio
§3: Permitid que os lleve a Mi Hijo
§4: Mi Hijo os ama tremendamente
§5: No queda tiempo. Quiero ayudaros
§6: No seáis esclavos del miedo y del materialismo
§7: Ya no puedo retener la Mano de Mi Hijo
§8: Sólo los que observan y viven Su Palabra serán justificados
§9: Este período de tiempo es el último período en el que se Me permitirá venir a vosotros
§10: El silencio es el escudo y el Amor la espada para combatir el mal
§11: Entrega y confianza en Jesús
§1
Invocad a Jesús. Invocad Su Misericordia. Abandonaos a Su Misericordia
(A2194) «Mis queridos hijitos, ¡alabado sea Jesús!
Mis pequeños, por favor entréguense a Mi Hijo. Si os entregarais a Su Misericordia en vuestra miseria, veríais desvelarse Sus maravillosas obras.
Mis palabras son sencillas, y deseo ayudaros a ser felices y libres; pero necesitáis rendiros y confiar en Dios. Si sois miserables, entonces la oportunidad de rendiros a la Misericordia de Mi Hijo existe en este momento presente.
No os demoréis. Las maravillas de Dios se desplegarán ante vosotros, y todos podréis vivir en la Gloria de Dios en armonía. Pero si no ponéis vuestras miserias al Pie de la Cruz, abrazando quiénes sois y vuestra necesidad de la Misericordia [de Jesús], continuaréis viviendo en un mundo de división y destrucción.
Invocad a Jesús. Invocad Su Misericordia. Abandonaos a Su Misericordia. Confiad en Él y veréis cómo se despliegan las maravillas de Dios. No hay tiempo como el presente para aceptar la Misericordia de Dios. Por favor, hijos, aceptad el Amor misericordioso de Dios entregándoos y confiando en Él.”
§2
No hay tiempo para el miedo. Hay tiempo para el cambio
(A1494) “Mis pequeños, […] concéntrense en Jesús en la Eucaristía y confíen en Él. Temed a Dios, para que no le ofendáis con vuestro orgullo y vuestra arrogancia.
Sed humildes, amadle, implorad su Misericordia y adoradle en el Santísimo Sacramento. Vosotros pertenecéis a Dios. Recordad que una casa que no es de Dios se divide a sí misma. Apaciguad vuestros miedos y esperad en Cristo Resucitado.
No hay tiempo para el miedo. Hay tiempo para el cambio. Todos sois novicios en el conocimiento de Su Amor Misericordiosísimo. Haced espacio y permitid que Mi Hijo sea vuestro Dios. Quitad la idolatría que habéis formado en vosotros mismos y que habéis colocado por encima de Él. Él es vuestro Dios, y se Me ha permitido venir aquí para imploraros que os centréis en Él, confiéis en Él y volváis a Él.
Os suplico que no aboguéis por el aborto como forma de control de la población.
Mis pequeños, por favor fíjense en la destrucción, la desolación y la profanación que resultan de destruir el Templo de Dios [1]. La vida es vuestro don. La vida es un tesoro y no una carga.
Abusad [de la Vida] y Mi Hijo os la quitará. Por favor, prestad atención a Mi advertencia en Su Nombre.
Por favor rezad ante Mi Hijo en el Santísimo Sacramento, e implorad Su Misericordia y gracia para que os ilumine con Su Verdad de Vida.”
§3
Permitid que os lleve a Mi Hijo
(MG594) “Hijitos Míos, rezad para que la Misericordia de Dios os limpie y os aparte de vuestros caminos pecaminosos.
Vosotros, hijitos, actuáis como si fuerais omniscientes y poderosos en el Amor de Dios. Volved a Dios en la pequeñez y confiad en Él para que os guíe. Rezad ante Él en el Santísimo Sacramento por la verdad de vuestros caminos engañosos, para que podáis arrepentiros con humildad y ser sanados.
Mi Hijo os ama, y Yo deseo ayudaros y salvaros de caminar hacia una vida de destrucción humana.
Permitidme que os lleve a mi Hijo. Permitidme que presente vuestra belleza de niños. Para hacer esto, debéis someteros humildemente a cambiar vuestros engañosos caminos de poder, reputación, aceptación del hombre, éxito para vuestra gloria, por lo que pertenece a Dios.
Volved a Dios, y a toda costa buscad serle obedientes. Sólo aquellos que arriesgan incluso la posibilidad de pasar dificultades por Dios, en obediencia a seguir la Verdad de Su Palabra, son los verdaderos comandantes en Su ejército de Amor.
Es hora de que ustedes pongan en acción vuestro amor por Él. Debéis estar dispuestos a dejarlo todo por Dios para ser verdaderos enamorados de Cristo.”
§4
Mi Hijo os ama tremendamente
(MG1694) “Mis pequeños, Rezad siempre por el don de la gratitud a Dios. Es en gratitud a Él que recibiréis más dones.
Agradeced siempre la bondad y el amor de Dios. Mi Hijo os ama tremendamente. No os ha abandonado. Sed íntegros en Él. Sed pequeños. Ser pequeño es simplemente «ser» y amar a Dios, confiando en Él. Sed totalmente dependientes de Él como un niño.
Utilizáis mucho más vuestro intelecto que vuestro corazón. Orad con el corazón. Procesad todo a través de vuestro corazón. Estais confiando en vuestra mente en lugar de vuestro corazón, especialmente en la reflexión, lo que causa resistencia y falta de gozo.
La gracia de Dios se hace abundante para vosotros. Su camino es sencillo. Es hora de que recéis para tener fortaleza y rendiros a la Voluntad de Dios en todo momento. Procurad ahora vuestra relación con Dios como hijos dependientes, en la pequeñez y en la gratitud.”
§5
No queda tiempo. Quiero ayudaros
(MG1994) “Mi Hijo, que lo ha dado todo al Padre por amor a vosotros, hasta Su Vida, pide que se lo den todo a Él, por amor a Él.
¿Qué, hijitos, estáis dispuestos a arriesgar por Amor a Dios?
Muchos de Mis hijos actualmente dicen que están dispuestos a arriesgarlo todo por Dios; pero en este presente, sólo un pequeño porcentaje de la población mundial está verdaderamente dispuesta.
¿Eres tú uno de los que pronto se apartará de Mi Hijo y le negará?
Hijitos Míos, ya no queda tiempo. Ya no escucháis Mis palabras y es casi demasiado tarde. El brillo de la luna ha comenzado a reflejar el del derramamiento de sangre.
Os exhorto a rezar como nunca antes lo habéis hecho. Rezad y pedid al Espíritu Santo consejo, entendimiento, temor de Dios, fortaleza, piedad, sabiduría y conocimiento de Su Verdad. Quiero ayudaros, pequeños. Os quiero. Debéis cambiar ahora mismo y vivir en la Paz de Dios o será demasiado tarde. No temáis, sino ESCUCHAD Mis palabras y uníos en familia. Rezad y amad. Simplificad vuestras vidas y vivid para Dios, que os ama.”
§6
No seáis esclavos del miedo y del materialismo
(MG2694) “Hijitos Míos, si tuvierais conocimiento de la salvación, os libraríais del miedo y de vuestros enemigos. El Espíritu Santo, por su don de caridad, os da entendimiento y conocimiento. Os ilumina para que os alegréis en Dios. Os santifica. Quien vive en el Espíritu Santo vive agradecido por las gracias recibidas.
Deseo ayudaros e interceder por vosotros, pero debéis ESCUCHAR Mis palabras y responder a Mi llamada. Actualmente, la gran mayoría de Mis hijos a quienes deseo ayudar están escuchando solo lo que ellos eligen escuchar.
Por favor escuchad todas Mis palabras de Verdad. Ustedes no sólo pueden reconocer Mi súplica, sino que deben responder a través de la aceptación de Mis palabras y vivirlas. Les digo de nuevo, pequeños, que deben estar dispuestos a arriesgarlo todo por el Amor de Dios.
Mi Hijo os liberó dándolo todo a Dios por amor a vosotros. Él os lo ha dado todo. Ha proveído para vosotros. Pero ahora, no estáis dispuestos a devolver a Dios lo que os ha dado, porque sois esclavos del miedo y no confiáis en Mi Hijo.
¿Cómo puedo ayudaros, si elegís las palabras que os digo y decidís escucharlas?
Escuchad, hijitos. Escuchad Mi llamada maternal y responded. No tengáis miedo de entregaros totalmente a Dios. Él siempre os proveerá y os llenará de Alegría.
No seáis esclavos del miedo y del materialismo. Si os entregáis incondicionalmente a Mi Hijo, Me permitiréis ser una Madre que proveerá lo mejor para sus hijos.”
§7
Ya no puedo retener la Mano de Mi Hijo
(J294) “Mis queridos hijitos, ¡alabado sea Jesús que os ama! ¡Alabado sea el Padre que os ama! ¡Alabado sea el Espíritu Santo que os ama y alimenta vuestra alma! Hijitos Míos, ¡debéis sumergiros inmediatamente en Mi Corazón Inmaculado! ¡Deseo que todos estéis consagrados a Mi Corazón Inmaculado y que estéis seguros y libres!
Por favor, hijitos, ya no puedo retener la Mano de Mi Hijo del dolor causado a Su Sagrado Corazón. Hijitos, hijitos, no estáis escuchando Mis palabras. No estáis viviendo Mis mensajes.
¿No veis cómo deseo ayudaros?
Son pocos los que confían en Dios. Son pocos los que viven en Su fe. Por favor, hijitos, os pido con urgencia que atendáis a Mi llamada.
Adorad a Jesús Sacramentado. Orad al Padre y confiad en Su tiernísimo Amor. Os amo, hijitos y os he dado muchos mensajes para ayudaros a conocer Su Verdad. Vivid los mensajes y orad para que no seáis probados, sino libres y felices.”
§8
Sólo los que observan y viven Su Palabra serán justificados
(J994) “Hijitos Míos, si sólo oís la Palabra de Dios, no estáis justificados ante Él. Sólo los que observan y viven Su Palabra serán justificados. No seréis justificados por vuestras obras, sino por vuestra fe [1]. Es vuestra fe y confianza en Dios lo que os hará justos.
Necesitáis vivir los mensajes de Dios. Vive Su Palabra. No puedes limitarte a oírla. No puedes llevar una imagen externa de santidad. Dios lo ve todo. Es el espíritu de vuestras obras y vuestra fe viva en Dios lo que os hará santos.
Pequeños Míos, todas vuestras obras ocultas serán juzgadas. No podéis esconderos de Dios. Todo el bien y todo el mal serán escardados, y a cada uno le será revelada la verdad de sus incentivos y el estado de su fe.
Las gracias brotan de Mis Manos, hijitos, deseosas de ayudaros. Yo os amo. Mi Hijo os ama. Él es amoroso y misericordioso.
Hijitos, por último, os pido que recéis y apoyéis a todos Mis amados sacerdotes. La espada pronto atravesará sus corazones. Rezad por vuestros sacerdotes, Obispos y Cardenales. Rezad por la unidad y las resoluciones pacíficas entre sacerdotes, Obispos y Cardenales.
Os bendigo a todos, hijitos. Sabed que Dios os ama. Os he señalado el camino hacia Mi Hijo. Ahora es vuestra elección.”
§9
Este período de tiempo es el último período en el que se Me permitirá venir a vosotros
(J1694) “Este período de tiempo designado por Mi Hijo es el último período en el que se Me permitirá venir a vosotros, Mis pequeños hijos, por todo el mundo. Por favor, prestad atención a Mis palabras, porque Yo soy una Madre amorosa que desea ayudaros.
Hijitos, hijitos, orad, orad, orad, orad por la Paz. Rezad en el seno de vuestras familias. La unidad, la compasión y el perdón son frutos de la oración en la familia, y os he dicho que no podéis tener un corazón puro a menos que perdonéis.
Sed obedientes a Mi amado Papa y apoyad a Mis amados sacerdotes. Servid a Mi Hijo con alegría y en libertad contribuyendo a las necesidades de los demás. Ejerced la hospitalidad.
Alegraos en la esperanza, soportad en la aflicción y perseverad en la oración. No busquéis venganza en los demás, sino practicad la Misericordia. La misericordia es el eslabón que falta para amar. Mi Hijo os ama, y el Padre os ama y desea que reconozcáis Su Amor. Él es Amor.
Llevo vuestras peticiones al Sagrado Corazón de Mi Hijo y os recuerdo que imploréis e invitéis al Espíritu Santo para que os santifique.”
§10
El silencio es el escudo y el Amor la espada para combatir el mal
(J2394) “Hijitos Míos, por favor, no juzguéis a los demás. Sed amables y cariñosos. Cómo juzgáis a los demás refleja cómo os percibís a vosotros mismos y cómo os juzgaríais a vosotros mismos.
Concéntrense en Mi Hijo. Por favor no se distraigan. Si sois poco caritativos, negáis el Amor de Jesús y no podéis llevar la armadura como un verdadero seguidor de El.
Para estar en unión con Dios, debéis rezar, ser caritativos, ser obedientes y servir a las necesidades de todos a través del Amor. Esto requiere fe, y esta unión con Dios nunca será destruida.
Hijitos, Dios os ama mucho y desea que Le conozcáis. Por favor, estén abiertos a Su Amor. Estad deseosos de presentaros como aceptables a Dios.
Por favor no causen desgracia a otros. Satanás está intentando desesperadamente causar división. La ira, el odio, el resentimiento, los celos, la malicia y los intentos premeditados de despojar a los demás del respeto, la dignidad y la autoestima son los venenos venenosos del mal.
El silencio es el escudo y el Amor la espada para combatir el mal.
Os invito a vivir la caridad, la paciencia, la bondad y el Amor hacia los demás. Cuando hacéis daño a los demás, en realidad os estáis haciendo daño a vosotros mismos.”
§11
Entrega y confianza en Jesús
(J3094) “Pequeños Míos, humillaos ante Dios. Los que se humillan son exaltados. Mi Hijo eleva a los humildes a lugares altos.
Rezad para ser humildes como Dios. Entregaos y confiaos en Él. Recordad que no son vuestras obras las que dan gloria a Dios, sino vuestra fe viva y el espíritu de vuestras obras. Utilizad la integridad para realizar las obras de Dios en Su Amor.
Integridad es honestidad, sinceridad y totalidad. Integridad es entregarse a vivir en unión con Dios haciendo Su Voluntad. Si sois humildes a Sus ojos, conoceréis Su Voluntad; porque le conoceréis a Él.
El amor es sencillo. El amor es paciencia. Sed pacientes con vosotros mismos mientras os entregáis y crecéis en Su Amor. Dios os ama y es tierno, misericordioso y paciente. Él desea que los frutos de Su Amor ejemplifiquen caridad, alegría y tranquilidad de paz en vuestra vida.
Virtudes y gracias abundantes brotarán de Su Sacratísimo Corazón si vosotros lo permitís.
Hijitos Míos, dejad que Dios sea Dios. Estoy aquí para deciros que Dios existe, y que estáis invitados a Su banquete a través del Amor y la Misericordia. Por favor, aceptad Su invitación con un «sí» de amor.
Paz, y gracias por responder a Mi llamado.
Os bendigo en el Nombre (+) de Mi Hijo, que Me ha permitido estar aquí.
Ad Deum.”
Curso de preparación completo
Fuente: Our Lady of Emmitsburg