
(S1124) Haces la Señal de la Cruz (+) ante de leer
§1: La Creatividad Divina es infinita
§2: El hombre es único en la diversidad de la Creación
§3: Dios nunca dejará de crear
§4: La Tierra es una joya porque alberga a los hijos de Dios
§5: El Cielo es único, no hay otros
«Mis queridos Hijos, a través de Mí todo es, sin Mí nada sería, nada, lo que significa la ausencia de todo.
§1
El universo es una realización Divina, pero existen otros universos en un esquema diferente al vuestro.
Universos que no tienen ni sol ni planeta, pero que son ricos en diversidad, diferentes e incomprensibles para los seres humanos.
La Creatividad Divina es infinita y no se ha detenido en un solo universo. Así como hay innumerables soles y planetas, galaxias y zonas vírgenes, también hay otros innumerables universos que no tienen las mismas características que el que contiene a la Tierra. Por ejemplo, las medidas son una parte esencial de vuestro universo, mientras que otros no tienen nada en común con el vuestro.
Todo esto os será revelado cuando entréis en el Cielo y tengáis acceso a las realizaciones divinas.
§2
Dios es el Creador, y como es infinito, Sus Creaciones son infinitamente semejantes a Él. No podéis imaginarlo.
Es más, como el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, es único en la diversidad de la creación. Ser hombre es importante para Dios porque Él creó al hombre a Su imagen y semejanza para ser adoptado por Él como hijo e hija, y la Santísima Virgen María es la única Madre de Dios, de Jesucristo, Dios, y tal por la duración infinita del Cielo.
Os espera un futuro incomparable, ser hijos de Dios, el Creador, el Verbo, el Infinito, el Dueño de Su creación, de Sus Creaciones.
Estáis llamados a ser hijos e hijas de Dios por adopción y por semejanza humana con el Verbo de Dios, el Dios Uno y Trino; a estar unidos a Él por la eternidad, Él el Gran Creador, Bueno, Justo, Misericordioso y Todopoderoso.
§3
Dios reina desde el Cielo sobre Su creación, sobre Sus Creaciones, y vosotros comprenderéis la bondad de Dios Creador que no cesa de ejercer Sus atributos, Sus virtudes, Sus poderes.
Dios, Dueño del Cielo y de la tierra, de todo el universo y de todo lo que crea y nunca dejará de crear, porque el Creador crea, el artista crea y nunca deja de crear mientras tenga el poder de hacerlo, el arquitecto proyecta y construye y nunca deja de construir mientras sea capaz de hacerlo.
§4
Hijos Míos, la pequeña Tierra de vuestro sistema solar es una joya porque alberga a los hijos de Dios, Su familia, y no hay otro lugar en todo el universo que albergue a la familia divina. Es un hecho que una familia en la Tierra es única y ninguna otra familia es como ella.
La Tierra en el universo es única y el universo en relación con otros universos es único. La Santísima Virgen María, Madre de Dios, es única, así que cada uno de vosotros es único y está destinado al Cielo.
§5
El Cielo es único, no hay otros, pero ¿no dije Yo?:
“Hay muchos lugares en la casa de Mi Padre” (Jn 14,2).
Esto puede significar muchas cosas, pero Mis palabras, literal y figuradamente, son siempre verdaderas:
“Voy a prepararos un lugar […] para que donde Yo esté, estéis también vosotros” (Jn 14,3).
Sí, estaréis en Mi morada y, como un Rey en su palacio, sus hijos estarán con Él. Y luego, hay muchos otros habitantes en ese palacio y también en otros lugares, a su alrededor o más lejos. Aunque no son hijos del Rey, sino habitantes del Cielo, son cuidados y felices con su suerte en un Reino hermoso, bueno, ejemplar.
Así es en el Cielo, vasto y ordenado, rico y maravilloso, extenso y sin escollos. Los habitantes de este Reino ejemplar y eterno han sido creados y elegidos por Dios de dondequiera que vengan, pero los hijos de Dios son de Su familia, santos e inclinados a obrar en perfecta unión con su Padre, Rey del Cielo, orando y oficiando según el beneplácito de su Padre, Dueño del espléndido Reino eterno.
Esta es la grande y bella descripción verdadera que quiero daros hoy, para que conozcáis un poco el alcance de la Acción Divina, vuestro lugar dentro de la Creación y la grandeza del santo, del hijo de Dios que es el Rey de la Eternidad.
Amad a Dios, rezadle, adoradle y no dejéis nunca de tenerle la más alta estima, la más grande admiración, la más profunda veneración porque, cuando entréis en Mi Reino, conoceréis tantas grandezas, tanta creatividad, tanta equidad que os asombraréis.
Os bendigo, hijos Míos, en el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Vuestro Señor y Vuestro Dios.»
Fuente srbeghe.blog