18 de marzo del 2024 - Mensaje de San Miguel Arcángel a Luz de María
“Amados hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, como Príncipe de las Milicias Celestiales vengo a ustedes por Orden Divina.
Son hijos de la Trinidad Sacrosanta y de Nuestra Reina y Madre:
- Alimenten la fe siendo cumplidores de la Voluntad de Dios, recibiendo a Nuestro Rey y Señor en el Sacramento de la Sagrada Eucaristía.
- Alimenten la fe con la praxis de la Sagrada Escritura, amando a sus hermanos, cumpliendo los Sacramentos y todas las Obras de Misericordia, leyendo libros de los Padres de la Iglesia.
Luchen por desterrar el egoísmo; este les lleva a mirarse únicamente a ustedes mismos y a hacerles creer que todo lo que existe es para ustedes. El egoísmo les lleva a caer en la soberbia. Hay tantos soberbios que no se miran a sí mismos y continúan siendo cada momento, más soberbios, pensando merecer todo; y cuando se miren, el egoísmo les habrá causado lepra espiritual (Cf. Prov. 16, 18-19).
En este momento:
- Faltan criaturas humanas espirituales…
- Falta verdad…
- Falta humildad…
- y falta un recto conocimiento de Nuestro Rey y Señor Jesucristo para que se dispongan a dejar de buscar caminos equivocados, por desear saber más de Nuestro Rey y Señor Jesucristo.
Como Príncipe de las Legiones Celestiales:
- Les llamo a vivir siendo verdaderos, esto lo lograrán únicamente a través de la humildad.
- Les llamo a respetarse como hermanos.
- Les llamo a respetar a los verdaderos instrumentos que la Trinidad Sacrosanta y Nuestra Reina y Madre han elegido para este momento tan difícil.
Hijos de Nuestra Reina y Madre van a vivir momentos trágicos, verdaderamente fuertes; si la fe no es fuerte y firme, (cf. I cor 16, 13) será más difícil para las criaturas humanas enfrentarlos.
Continúen sin sentir temor, vivan sin miedos, siendo conocedores de la Palabra Divina (Cf. II Tim. 3, 16-17) para que ustedes aprendan a ser amor para con sus semejantes; procuren conversar hijos, sin gritar por más acalorada que sea la conversación.
Hijos de la Trinidad Sacrosanta, existe tanto mal en la humanidad, tanta envidia (Cf. Sant. 1, 22; 1 Cor. 13, 4) que sobreabunda el poder del Demonio y sus formas de hacer el mal son buscadas por el mismo hombre a través de hermanos que se han entregado a las tinieblas.
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo:
Yo soy el encargado de acompañar a las almas hasta el Corazón Inmaculado de Nuestra Reina y Madre de la humanidad; es nuestra Reina y Madre quien les lleva hasta el Trono Trinitario. Mi intercesión es por cada uno de ustedes para recibirles y llevarles ante Nuestra Reina y Madre para que gusten del Banquete Celestial.
Reciban Mi continua Protección.
San Miguel Arcángel.”
Fuente: Revelaciones Marianas