7 de marzo del 2024 - Mensaje de la Santísima Virgen María a Luz de María
“Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Deben cambiar, aunque sin cambiar los amo. Les ruego que transformen su vida en un constante caminar hacia la meta, que es cumplir la Voluntad de Dios. (CF. MT. 7,21)
- No han atendido a Mis Ruegos, Mis Enseñanzas a través de estas Revelaciones…
- No han aprendido a transformarse y todavía caminan en la infidelidad hacia Mi Hijo…
Deben disponerse al cambio apresuradamente porque van a ser juzgados por el amor, por las obras (Cf. Mt. 25, 31-46) y ustedes deben presentar sus manos con abundantes obras en favor de la conversión de sus hermanos, pero primero en favor de su propia conversión.
Vienen momentos muy difíciles, hijitos, momentos de grandes pruebas, ustedes lo saben, momentos de dolores de parto y ustedes:
- Deben en medio de las grandes calamidades mantener la fe…
- Deben volver la mirada hacia Mi Divino Hijo y que nada les aparte de mantener a Mi Divino Hijo como centro de sus vidas… pero deben doblar rodillas…
- Deben extender las manos hacia sus hermanos y ser misericordiosos con sus hermanos, porque el pecado condena a la criatura, condena a Mis hijos.
Como Madre Dolorosa, Mi Corazón es atravesado por Siete Espadas una y otra vez constantemente, pero hijos Míos van a recordar estas palabras, las van a recordar y se van a lamentar de no haber sido conscientes de que yo les hablo, porque están a poca distancia de grandes padecimientos a nivel humano.
Deben ablandar el corazón (Cf. Heb. 3, 7-11; Cf. Rom. 2,5-6). ¡Ya dejen las cadenas, el endurecimiento del ego humano, déjenlo largo, lejos de ustedes!
Les pido que oren, hijos Míos, pero que oren también con obras y actos.
Oren por Medio Oriente.
Oren por todas las naciones que se están implicando en el conflicto bélico que conduce a la Tercera Guerra Mundial.
Amadísimos Míos, miren las señales y los signos de este momento que les anticipan el gran padecer de esta generación, como nunca antes lo ha habido.
Sodoma y Gomorra padecieron y fueron destruidos (Gen.19-24-25), pero en Mi Corazón de Madre hacia ustedes, deseo que todos se salven, hijos Míos, deseo que todos se salven y que lleguen a mantener la fe en el corazón, en la mente, en el pensamiento, en sus obras y en sus actos; porque quién tiene el amor en su corazón tiene un gran tesoro, que no tiene comparación con ninguna otra cosa del mundo y que no tiene comparación espiritual porque el que es amor lo tiene todo, todo.
Hijitos Míos, Mi Hijo es amor, pero a la vez es un Justo Juez. Esta generación ha caído en lo más bajo, en las ofensas más grandes hacia Mi Divino Hijo, cómo se duele Mi Corazón por ello, por las bajezas que se están cometiendo en este mismo momento en contra de Mi Divino Hijo y de esta Madre, y la humanidad sumergida en un marco de tinieblas continúa hundiéndose más porque no alcanza a ver la luz.
Hijos Míos, caminen rectamente cumpliendo Los Mandamientos, asistan a recibir a Mi Divino Hijo en la Celebración Eucarística, adoren a Mi Hijo en el Sacramento del Altar.
Hijos Míos:
- Yo los acompaño: cada criatura que llega frente a Mi Divino Hijo a adorarle.
- Yo le acompaño para que no se encuentre solo, para llevar hasta su corazón palabras, sentimientos de amor hacia Mi Divino Hijo.
Que la fe se acreciente en ustedes en cada momento, hijitos Míos, para que continúen caminando rectamente y preparándose como lo están haciendo y más; para que vivan en su carne el dolor de la traición, la amargura de la hiel, el dolor de la cruz para luego saborear la miel de la Resurrección junto a Mi Divino Hijo.
Hijitos les amo, les bendigo a ustedes, a sus familias, a todos sus familiares y que renazca la fuerza en ustedes para que, por medio de esa fuerza, ustedes conduzcan a los familiares que no se han convertido hacia la conversión total.
(Hace la señal de la cruz al recibir la bendición...)
Les amo hijos Míos y les pido que eleven sus Sacramentales y en especial su Santo Rosario para bendecirlo nuevamente y sellarlo con la Preciosa Sangre de Mi Divino Hijo en el (+) Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Mamá María.”
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Fuente: Revelaciones Marianas