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A Mis Sacerdotes (parte 2): Volved a Mí, a la santidad de vuestra elección, conducta, apostolado

La Ley de Dios no cambia... La Santa Iglesia no puede morir, pero puede ser destruida y perder sus ovejas a causa de la mala conducta de los clérigos. El papel de Mis sacerdotes es conducir a Mis fieles a la santidad, al espíritu de fe, a la altura de la catolicidad, no a la bajeza del mundo y del pecado

(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa...) - 16 de noviembre de 2022

Gesù ai Suoi sacerdoti

“Mis queridos Amigos y Siervos, Yo estoy con vosotros y os amo. Yo os he elegido y vosotros habéis respondido a Mi llamada. Me habéis dicho, o deberíais haberme dicho: "Ad sum", porque así Me habríais respondido si hubierais sido ordenados en el rito latino de la Tradición secular. Pero lo dijiste en vuestra lengua, la de vuestro país.

Lo importante no está ahí, Me respondisteis "Aquí estoy" y fuisteis ordenados, prometiendo obediencia y fidelidad a vuestro obispo y a la jerarquía eclesiástica, que también debe ser sumisa y totalmente entregada al crecimiento de Mi Esposa, la Santa Iglesia Católica, ella misma totalmente entregada y sumisa a Su Esposo, Cristo y Señor Jesús.

Sí, Mis queridos Amigos y Siervos, vosotros Me habéis prometido obediencia y sumisión, Me habéis prometido guardar las ovejas de Mi rebaño, sois Mis ayudantes, Mis delegados, Mis representantes, y si algunos de vosotros Me sois lo más fieles posible, desgraciadamente muchos otros han dejado Mi servicio para volverse a las fábulas:

"Porque vendrá un tiempo en que los hombres ya no soportarán la sana doctrina, sino que, al capricho de sus pasiones y con comezón de oír, se darán maestros en cantidad y apartarán sus oídos de la verdad para volverse a las fábulas. "

Y luego:

"En cuanto a ti, cuídate en todo, soporta la prueba, cumple con tu trabajo de predicador del Evangelio, desempeña tu ministerio a la perfección." (2 Tim 4, 3-5).

Amigos Míos, Hermanos Míos, ¿por qué queréis embrutecer a aquellos de vuestro rebaño que desean permanecer fieles a la enseñanza de la Santa Iglesia, que ha dado un nuevo rostro a Europa, que se ha hecho cristiana, al Oriente cristiano, al mundo cristiano?

Gesù ai Suoi sacerdoti

Si esta enseñanza era errónea y la corregisteis abriendo la Iglesia al mundo, habéis olvidado Mis palabras:

"Si el mundo os odia, sabed que a Mí me odió antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo que hay de bueno en vosotros; pero porque no sois del mundo, puesto que Mi elección os ha sacado del mundo, el mundo os odia" (Jn 15, 18-19).

El Concilio Vaticano II quiso abrir la Iglesia al mundo y, naturalmente, fue el mundo el que invadió la Iglesia, y no al revés.

  • ¿Qué quiere el mundo?

Es enemigo de Jesucristo y, como en el momento de la crucifixión del Hombre-Dios, quiere la destrucción de la Santa Iglesia Católica. Releamos la encíclica del Papa León XIII sobre la masonería, Humanum Genus, 20 de abril de 1884.

  • ¿Qué vemos hoy?

La realización de todas las advertencias del Soberano Pontífice. La Santa Iglesia, invadida por el espíritu del mundo como pretendía el Concilio, ya no es un baluarte sobrenatural contra la obra del demonio, y poco a poco vemos a muchos eclesiásticos de alto rango caer en sus redes: su caída en pecados infames que desacreditan a la institución y alejan de ella a sus hijos. Su abandono de la santidad de los ritos les lleva a trivializar la santidad de su oficio y la Santa Iglesia en sus representantes muere y se arruina.

Amigos Míos, Hermanos Míos, Siervos Míos, volved a Mí, a la santidad de vuestra elección, a la santidad de vuestra conducta, a la santidad de vuestro apostolado. La Santa Iglesia no puede morir, pero puede ser destruida y perder sus ovejas a causa de la mala conducta de los clérigos. El papel de Mis sacerdotes es conducir a Mis fieles a la santidad, al espíritu de fe, a la altura de la catolicidad, no a la bajeza del mundo y del pecado.

La moralidad en el matrimonio es burlada; los descubrimientos médicos, comenzando por la contracepción y avanzando hacia el transhumanismo, deben ser denunciados. El aborto es un crimen, un asesinato, y la humanidad, que, por egoísmo, mata a sus hijos, impide la procreación y se dedica a todo tipo de tráfico genético, es presa del diablo. Éste la persigue, la degrada, la aplasta mientras le hace creer que crece y se hace dueña de sí misma.

Hermanos Míos, amigos Míos, volved a la fe de vuestros antepasados, a las leyes del pasado respetadas por los fieles católicos cuya moral era virtuosa y valiente, a la enseñanza de la moral y de la fe en vuestra predicación, al respeto de los Diez Mandamientos de Dios.

La Ley de Dios no cambia, pero los hombres cambian y se apartan de ella, y vuestro papel es mantenerlos en la virtud: las virtudes teologales primero, luego las cardinales y morales, y vuestra vida ejemplar debe ser para ellos la prueba de la verdad de vuestra enseñanza.

"Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué la saláis? No sirve más que para ser echada fuera y pisoteada por la gente" (Mt 5,13).

Meditad esta frase y tomadla a pecho. Sí, no seáis de los que son pisoteados por la gente, de los que ya no son respetados ni seguidos. Sed imitadores Míos, Yo he trabajado mucho, no he sido perezoso, he cumplido Mi Misión.

  • ¡SeguidMe, no os demoréis más!

Os bendigo, Mis queridos Amigos, Hermanos y Siervos, os necesito. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, así sea.

Vuestro divino Maestro y Amigo.”

  1. A Mis Sacerdotes: (Parte 1)

Fuente: srbeghe.blog