
(Haces la señal de la cruz ante de leer y lees todo sin prisa…) – 21 de julio de 2022
(DeepL Translator) “Queridos hijos, ahora quiero deciros esto: cuando el verano haya quedado atrás, el mundo retomará su curso, las vacaciones y el respiro proporcionado habrán terminado y el demonio que nunca descansa reanudará sus fechorías. Decidirá sobre la guerra que se avecina en Europa y que se desbordará desde Ucrania. Sí, esta guerra traerá tristeza y desolación, y los grandes incendios en el sur de Francia ya dan testimonio de su naturaleza desastrosa. Sí, el mundo no escapará a su culpa y se acarreará su propio sufrimiento.
Rusia también tiene sus debilidades, pero se mantiene firme frente a la corrupción de los espíritus que incendia la tierra y las almas. No obstante, será uno de los brazos vengadores de la depravación occidental, y no será suave. Ni puede serlo, porque todas las guerras son duras, asesinas, odiosas y destructivas.
El otro brazo vengador será el islam que, aprovechando la debilidad general del mundo occidental ante la guerra, saldrá de sus guaridas e intensificará la persecución.
Francia quedará herida en el corazón de su población, nadie estará a salvo, pero Dios protegerá a los suyos: o los acogerá en su Amor y los unirá a la Cruz de su Hijo Jesucristo, o los preservará de la muerte, pero no les ahorrará la penitencia.
Sí, hijos Míos, es por la penitencia que os uniréis a Mi Pasión, es por la penitencia que os santificaréis, es por la penitencia que os convertiréis.
El mundo entero será afectado, la tierra entera será probada porque, entre la enfermedad, la guerra, la persecución, la violencia y el hambre, todos los hombres serán abrumados, todos los hombres serán probados.
El tiempo de la llegada de Mi Reino – ‘venga Tu Reino’ como pide la oración del Padre Nuestro- es ahora, y este tiempo maravilloso será la culminación de vuestro tiempo de penitencia. Que venga Tu Reino, que se haga Tu Voluntad en la tierra como en el Cielo.
Sí, hijos Míos, esto supone vuestra conversión, supone la revisión de todas vuestras leyes permisivas, inmorales y asesinas, supone que Mis hijos, que son también los súbditos de vuestros gobiernos, vuelvan a la observancia de las Leyes de Dios, de los Diez Mandamientos, de la coherencia familiar en la unidad y la fidelidad. La Voluntad de Dios en la tierra como en el Cielo presupone el retorno a Dios, a la fe católica, a la piedad privada y pública, porque el Señor Jesús es Cristo Rey, Rey de las naciones y Rey de las sociedades, ¡y debe reinar!
Para comprender esto, el hombre debe volver a la penitencia, para comprender esto, el hombre debe renovarse, debe dejar el hombre viejo y revestirse de Jesucristo, ‘el Hombre Nuevo, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad’ (Ef. 4, 24).
Sí, hijos Míos, os llamo a la santidad, os llamo a TODOS a la santidad. Fuisteis creados para ser santos, para disfrutar de la felicidad eterna Conmigo, vuestro Dios, no para regodearos en el libertinaje, la inmoralidad, la crueldad y la servidumbre a Mi Enemigo, el inefable Mentiroso y Engañador de la raza humana.
Os he advertido tantas veces, Mi Santísima Madre María os ha advertido tantas veces, pero no escucháis.
Seguís votando a líderes indignos, presidentes corruptos, guías incompetentes. Seguís a todos los que os llevan por caminos desviados, callejones sin salida, precipicios, y les seguís persuadiéndoos de que su conducta os dará riqueza, desarrollo y comodidad.
Incluso muchísimos eclesiásticos han abandonado el Camino de su Maestro y Señor, y ‘muchos de ellos caminan por la senda de la perdición, llevándose consigo muchas almas’ (Garabandal, 18.06.1965).
Hijos Míos, como los habitantes de Nínive (Jonás 3, 1-10), arrepentíos, convertíos, haced penitencia y Dios se acordará de vosotros y no os dejará en vuestra miseria.
Que Dios os bendiga, os amo a vosotros que venís a Mí, os aprecio y quiero que seáis felices.”
Vuestro divino Maestro.”
Fuente: srbeghe.blog