¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Julio 06 2020 – Llamado de Dios Padre a Su Pueblo Fiel. Mensaje a Enoch.
Una nueva pandemia está por desatarse y será más mortal
“Mi Paz sea con vosotros, Israel.
Así dice el Señor:
Mi Nabí: Dile a mi Pueblo que una nueva pandemia está por desatarse y será más mortal que la que estáis viviendo. La humanidad seguirá confinada y los confinamientos serán más prolongados. No soy Yo, vuestro Padre, el causante de estas desgracias, es la mano del hombre y su ciencia al servicio del mal, la que está causando estas pandemias. Acordaos que respeto vuestro libre albedrío, es el mal que habita en el corazón y la mente de la Élite, que se hace llamar ‘iluminados’ los que están causando todo este desastre.
Si vosotros Pueblo mío, acudís a Mí, y hacéis las oraciones de protección que os he enviado, junto con la medicina del Cielo, os aseguro que ningún mal, virus o pestes, podrá haceros daño. Mas, si os apartáis de Mí, haciendo vuestra voluntad por encima de mi Voluntad, os aseguro que la maldad de los malvados se descargará sobre vosotros. Os anuncio Hijos míos: vienen días de gran tribulación y purificación, por el pecado y la maldad, de la inmensa mayoría de esta generación impía que ya tocó fondo. Todos los impíos van a sentir el rigor de mi Justicia, que los desaparecerá de un soplo. Serán todos como paja que arderá al paso de mi Justicia. Serán días difíciles para vosotros, heredad mía; días de prueba que os purificarán hasta haceros brillar como Crisoles; sólo los que permanezcan unidos en la fe, el amor y confianza en Dios, podrán superar estas pruebas.
Pueblo mío, el Cisma en la Iglesia de mi Hijo, la guerra, la crisis económica, la hambruna, los virus, pestes, pandemias y la furia de mi Creación, son algunas de las pruebas que os purificarán. Los ayes están comenzando, ¿quién podrá salvar a Hija de Sión, en los días de mi Justa ira? ¡Oh, Israel, tus hijos han abandonado mis Decretos, me han dado la espalda y se han prostituido, adoran dioses extraños; la maldad y el pecado, se han apoderado de mi Pueblo; por eso caminaréis al destierro, la desolación te acompañará y la muerte te enlutará, hasta que me reconozcáis y alabéis pueblo mío como vuestro único Dios!.
Preparaos Israel, porque el tiempo de mi Justicia está tocando a vuestra puerta, vendré como ladrón en la noche; que vuestras lámparas como las doncellas sensatas estén encendidas con la oración, el ayuno y la penitencia, para que el Ángel de mi Justicia no os hiera y pase de largo. El día Grande y Terrible del Señor se acerca, el sol y la luna se oscurecen y las estrellas pierden su brillo. Haré oír mi voz de Trueno desde el Monte Sión; la tierra temblará; pero Yo, vuestro Dios, seré un refugio protector para mi Pueblo. (Joel 3. 15, 16)
Quedad en mi Paz, Pueblo mío, Heredad mía.
Vuestro Padre, Yahvé, Señor de las Naciones.
Dad a conocer Israel, mis mensajes a toda la humanidad.”
*Israel significa todo el pueblo de los creyentes en Dios
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."