¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Anno Domini 2016, Julio 25 – Llamado urgente de María Auxiliadora al pueblo de Dios
Un nuevo Papa será elegido y este será el azote del Pueblo de Dios
“Mis niños, la paz de mi Señor esté con todos vosotros.
Hijitos, la división en el interior de la Iglesia de mi Hijo, está ardiendo. El cisma se siente venir.
La hecatombe espiritual hará que muchos pierdan la fe, el ambiente dentro del Vaticano es caótico; los purpurados están divididos, unos apoyan al Papa, pero otros lo atacan y ya no le obedecen.
Orad hijitos por el Papa Francisco, porque son muchos sus detractores y buscan su caída. Las nuevas reformas son el objeto de los ataques, su mala interpretación está creando confusión, división y separación, que llevarán a la Iglesia a padecer el cisma más grande en toda su historia.
Mis niños, el cielo llora conmigo al ver como mi Hijo, nuevamente será traicionado y su Iglesia dividida. Este cisma va a ser aprovechado por los emisarios del mal dentro del Vaticano, para tomarse la silla de Pedro y abrirle la puerta a mi adversario, para que éste se siente en ella. El caos y la anarquía se están tomando ya el Vaticano y muchos de mis hijos predilectos fieles, darán su vida a causa del Evangelio de mi Hijo.
Los hijos del Islam y su ejército de muerte, apoyados por los traidores, se tomarán la sede de Pedro y harán correr la sangre en el recinto sagrado. Roma perderá la fe y será motivo de escándalo para el mundo católico.
La Iglesia será dividida y parecerá que las fuerzas del mal la derrumbarán. Pero no temáis mis niños, yo vuestra Madre, junto con Miguel y los Ejércitos Celestiales y Terrenales, no permitiremos que las fuerzas del mal prevalezcan contra ella. El Papa huirá en medio de cadáveres y finalmente terminará dando su vida.
Por un tiempo la Iglesia de mi Hijo estará en poder de mi adversario y sus emisarios del mal, y el ser de iniquidad se sentará en su trono.
Un nuevo Papa será elegido y este será el azote del Pueblo de Dios. Muchos mártires darán su vida y su sangre renovará la Iglesia.
El mundo cristiano y católico, será perseguido, pero después de la purificación, renacerá una nueva Iglesia para Gloria de Dios y servicio de su Pueblo.
Preparaos hijitos míos, porque están próximos los días de purificación de la Iglesia.
El año de la Misericordia está por terminar, aprovechadlo para que ganéis el mayor número de indulgencias, que os servirán para el fortalecimiento de vuestra fe en los días de oscuridad espiritual que se aproximan.
Permaneced firmes al Evangelio de mi Hijo y que nada ni nadie os robe la paz.
Sabed que todo tiene que cumplirse como está escrito. La Iglesia de mi Hijo está próxima a pasar por una gran prueba que moverá sus cimientos, pero no la derrumbará.
Como Madre Auxiliadora de la Iglesia, hago un llamado urgente a mi Ejército Militante, a mis Legionarios y Consagrados y al mundo católico en general, para que este próximo 15 de Agosto, fecha de mi Asunción a los cielos, se lleve a cabo una gran jornada de oración, ayuno y penitencia a nivel mundial.
Unidos en oración pidamos al Padre por el Papa Francisco y Benedicto y por el fortalecimiento de la Iglesia, para que ésta pueda salir victoriosa de la prueba que se le avecina. ¡Cuento con vosotros mis Hijitos!
Quedad en la paz de mi Señor, os ama vuestra Madre, María Auxiliadora.
Dad a conocer hijitos mis mensajes a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastorenoc.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."