¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Noviembre 19 de 2019
Llamado urgente de Dios Padre a Su pueblo fiel.
Mensaje a Enoch.
Un cuerpo celeste tocará la tierra
“Pueblo mío, Heredad mía, mi Paz sea con vosotros.
“Shemá (Escucha) Israel:
El jinete de mi Justicia ya cabalga sobre la tierra y muy pronto descargará su copa, sobre sus habitantes. Un cuerpo celeste tocará la tierra y traerá muchas desgracias, por el choque de esta bola de fuego se acortarán más los días. El universo está en transformación y su agitación, va a hacer que muchos residuos por explosiones cósmicas entren a la tierra en forma de bolas de fuego, asolando vuestro planeta, castigando por mi voluntad a las naciones impías.
Los dolores para la humanidad están por comenzar, ¡qué tristeza siento como Padre, al ver que se están acercando mis días de Justicia y la inmensa mayoría de la humanidad, continúa aletargada por el pecado y la maldad! Los días de Justicia están llegando, refugiaos en la oración; conservad la calma y no perdáis la fe, porque se aproximan los días de prueba donde seréis probados como se prueba el oro en el fuego. Vais a estar atribulados en todos los aspectos de vuestra vida y sino estáis preparados, vais a sucumbir al paso de las tribulaciones. ¡Corred, corred, insensatos a poner vuestras cuentas en orden, porque vuestro Amo está que toca a la puerta de vuestra alma y viene a pediros el balance de vuestra vida! Llegaré como ladrón en la noche, que os encuentre despiertos y con las lámparas encendidas con la oración, para que podáis ser justificados y no tengáis de qué lamentaros.
¡Ay de vosotros mortales, que continuáis dándome la espalda y no la cara, porque lo mismo haré con vosotros en los días de mi Justicia! Seréis todos vosotros como paja que arderá por el fuego de mi Justa Ira. Humanidad pecadora, ya tocasteis fondo; ¿quién podrá salvarse en el tiempo de mi justicia? Sólo los rectos y limpios de corazón, podrán salvarse, sólo los que obran con justicia, serán justificados y estos pueden contarse. La inmensa mayoría de esta humanidad que camina en el pecado y la maldad, será borrada de un soplo y no quedará recuerdo alguno de ella.
Se os está acabando el tiempo raza de víboras, seguid en vuestra loca carrera de pecado, que ya casi llegáis a la meta, donde os espera como premio, la muerte eterna. Las profundidades del abismo os esperan, allí será el llanto y el rechinar de dientes, ese será el pago que recibiréis por todo vuestro pecado, maldad e injusticia, con que obrasteis en este mundo.
Pueblo mío, en el tiempo de mi Justicia, alabad la Gloria de Dios, con cánticos y Salmos, no entréis en pánico. La oración y la alabanza, serán vuestra fortaleza que os ayudarán a sobrellevar esos días. Orad en cadena con vuestros hermanos, para que el poder de la oración mitigue el curso de los acontecimientos y todo se dé conforme a mi Santa y Divina Voluntad. Este tiempo de purificación es necesario para sesgar la cizaña que está asfixiando la buena cosecha; mis Ángeles muy pronto vienen a separar el trigo de la cizaña, solo la buena cosecha entrará en mi Nueva Creación. Nuevos Cielos y Nueva Tierra, serán el deleite de mi Pueblo elegido.
Quedad en mi Paz, Pueblo mío, Heredad mía.
Vuestro Padre, Yahvé, Señor de la Creación.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, Pueblo Mío.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."