¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Enero 20 2018
Parroquia Corpus Cristi, Cali, Colombia
Llamado urgente de San Miguel a los tibios de corazón
Tibios de corazón a muchos de vosotros os espera el averno
“¿Quién como Dios? ¡Nadie como Dios!
Dad gloria a Dios, porque es eterna su Misericordia.
Hermanos mortales, la Gloria de Dios muy pronto se os manifestará, vuestro paso por la eternidad cada vez está más cerca. Las Trompetas Celestiales están por sonar y los sonidos del Shofar, os anunciarán que el día del Aviso está llegando. Estad listos y preparados espiritualmente, para vuestro encuentro personal con el Altísimo.
Si estáis en Gracia de Dios hermanos, no debéis de temer, porque vuestro encuentro con Nuestro Padre, será vuestro mayor gozo. Más si os sorprende este día en pecado mortal o sin la Gracia de Dios, si debéis de temer, porque en vez de Misericordia, lo que conoceréis será la Justicia de Dios. ¡Ay de aquellos que los sorprenda el Aviso en pecado mortal, porque corren el riesgo de perderse eternamente!
¡Cómo Príncipe de los Ejércitos Celestiales, os hago un llamado urgente, Tibios de Corazón! ¿Qué estáis esperando para aceptar a Dios con sincero corazón? No sigáis sin rumbo como hojas que mueve el viento, de aquí para allá. Dejad vuestra tibieza espiritual, porque de seguir como vais, muchos de vosotros os perderéis.
¡Tibios de Corazón, el tiempo se os está acabando, si seguís en vuestra tibieza sin ser fríos o calientes, vuestra falta de decisión, será vuestra perdición! Aceptad de una vez a Dios en vuestro corazón, para que mañana cuando os presentéis ante El, podáis ser contados como Hijos de Dios.
Tibios de corazón a muchos de vosotros os espera el averno. Mi Padre permitirá esto para despertaros de vuestra tibieza espiritual, porque no quiere que os perdáis. Recapacitad hermanos de doble ánimo, aún os quedan unos pocos instantes de Misericordia; acogeos a ella, para que vuestro paso por la eternidad no sea vuestra perdición o peor pesadilla.
Corred a poner vuestras cuentas en orden y lo más importante, aceptad a Dios con sincero corazón. No dejéis para último momento vuestra conversión, porque a lo mejor no vais a tener tiempo, y os va a sorprender el Aviso, sin haberos definido.
Mortales, mirad las señales del cielo que cada vez se intensifican más, no sigáis en vuestra terquedad; acogeos a los últimos instantes de Misericordia y recogeos en oración, ayuno y penitencia, para que cuando el Amo llegue y toque a la puerta de vuestra alma, os encuentre despiertos y seáis irreprochables. Quedad en la Paz del Altísimo, hombres de buena voluntad.
Vuestro Hermano y Consejero Miguel Arcángel.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, hombres de buena voluntad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastorenoc.org








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."