¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Febrero 25 2018 – Llamado urgente de Jesús el Buen Pastor a Su Rebaño
Si pecáis, acudid donde uno de Mis Sacerdotes y confesad
“Ovejas de mi Grey, mi paz sea con vosotras.
Rebaño mío, la noche le está llegando a ésta humanidad ingrata y pecadora, que continúa en su loca carrera de desenfreno y pecado; se niegan a escuchar Mi Voz y cumplir Mis preceptos. ¡Pobres mortales, los va a coger Mi Justicia sin estar preparados!
Siguen como en los tiempos de Noé, casándose, comprando y vendiendo, llevando su cotidianidad, sin prestarle atención a los llamados del Cielo. Mi Justicia les va a llegar de improvisto y no van a tener tiempo para arrepentirse.
Mi Justicia llegará como un sueño y qué tristeza que muchos no volverán a despertar; esta humanidad no aprende de los errores del pasado, continúan repitiendo y repitiendo sus ofensas a Dios; los preceptos del Altísimo a diario son quebrantados por la inmensa mayoría. No saben que Dios todo lo ve, todo lo sabe, todo lo juzga y todo lo dirige con Sabiduría.
El hombre, nace, crece y lleva a cabo el plan de Dios en Divina Voluntad; todos los seres creados tienen una razón de ser y existir y todo en Divina Voluntad ya existe. El hombre viene a este mundo no a crear, sino a hacer realidad lo que ya existía. Todo lo pasado vuelve y no hay nada oculto que no se sepa. La vida del hombre sin temor de Dios, es vanidad de vanidades.
Rebaño mío, siento gran tristeza al ver tanta maldad y tanta degradación humana; satanás y sus demonios andan sueltos y cada día se están apoderando más de la humanidad. Toda la violencia, odio , resentimientos, suicidios, abusos y miseria humana en general, es el producto de la acción que están ejerciendo los demonios en la mente de los hombres apartados de Dios.
La inmensa mayoría de la humanidad me ha dado la espalda, es por eso que los demonios los están poseyendo. Ya hay muchas almas poseídas por demonios, haciendo correr la sangre y cometiendo actos execrables.
Rebaño mío, orad a todo instante, porque Mi adversario anda como león rugiente, buscando a quien devorar. Haced de vuestra mente una fortaleza espiritual, invocad el poder de Mi Sangre en todo momento, porque Mi adversario está atacando vuestra mente; os está inculcando falsos pensamientos, falsas sugestiones, falsas imaginaciones, engaños, impurezas, pensamientos suicidas, envidias y demás pecados de la carne; busca con esto hacer que caigáis en tentación y pequéis, para ir apoderándose de vuestra alma.
Hijos míos, si pecáis, acudid de inmediato donde uno de Mis Sacerdotes y confesad vuestro pecado; no dejéis pasar el tiempo para que no le abráis puertas a Mi adversario; todas Mis ovejas deben de permanecer en Mi Gracia, porque los ataques en la mente cada día serán más fuertes.
No perdáis la cabeza con los ataques, orad y reprended con el poder de Mi Sangre y decid:
Poderosa sangre de salvación, combate al enemigo de Mi alma en Mi cuerpo, mente y espíritu (tres veces).
Os aseguro que si así lo hacéis, el demonio huirá de vosotros.
Permaneced pues orantes y vigilantes, para que no caigáis en tentación y pecado, porque bien sabéis que lo que está en juego es la salvación de vuestra alma.
Mi paz os dejo, Mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús el Buen Pastor.
Dad a conocer Mis mensajes a toda la humanidad, ovejas de Mi rebaño.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."