¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Febrero 26 2020
Llamado de San José al Pueblo de Dios.
Mensaje a Enoch.
Pueblo de Dios, estad bien preparados espiritualmente
“Amados Hijos, la Paz de Dios esté con todos vosotros y mi humilde protección e intercesión, os asista siempre.
Soy vuestro Padre José y me encuentro también ya en medio de vosotros, he sido enviado para acompañaros y asistiros en las batallas espirituales que tenéis en este mundo. Pedid mi humilde intercesión al Buen Dios y llamadme diciendo:
Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces).
Mis Amados Hijos, pedidle a nuestro Buen Dios que por mi humilde intercesión, os conceda el Don de la Humildad y la Pureza, tan necesarios para vuestra lucha y crecimiento espiritual. Acordaos mis niños que mi Amado Hijo Jesús, jamás desoye las súplicas y peticiones que le hago en favor de mis devotos. El Don de la Humildad y la Pureza, son poderosas armaduras espirituales con las cuales venceréis a los demonios; los espíritus del mal huyen ante un alma humilde y casta, la humildad y la pureza, unida al amor, ciegan a satanás y sus demonios; la humildad y la pureza, os acerca a Dios y os hace invisibles a las fuerzas del mal; acordaos, un corazón humilde y sencillo, jamás Dios lo rechaza.
Hijos míos, estáis en tiempos de oscuridad, no descuidéis la oración, el ayuno y la penitencia; permaneciendo a todo instante en la Gracia de Dios, porque bien sabéis que vuestro enemigo el diablo, no descansa buscando la forma de haceros perder. Muchas almas se están perdiendo por la falta de oración y cumplimiento de los Santos Preceptos; los placeres de la carne y los afanes y trabajos de este mundo, están apartando a muchas almas de Dios; la inmensa mayoría de la humanidad está vendada espiritualmente y no saben que lo que está por llegarle es tribulación como nunca antes se había visto en la tierra. Pueblo de Dios, vosotros estad bien preparados espiritualmente, para que podáis afrontar los días de angustia, desesperación, desolación, escasez, hambre, pestes, caos y muerte, que están llegando.
Hijos míos, la mayor prueba por la que vais a tener que pasar en aquellos días, será la Sed de la Palabra de Dios; cuando llegue el tiempo de la Gran Abominación, el Santo Espíritu de Dios se apartará de la humanidad; sólo estará con su Pueblo Fiel. Mi Amada Esposa María, será el Sagrario donde encontraréis a Nuestro Amado Hijo Jesús. La inmensa mayoría de esta humanidad ingrata y pecadora se perderá en el paso por el desierto, porque el Espíritu de Dios no estará con ella. Entonces, se rasgarán sus vestiduras y clamarán al cielo diciendo: Señor, Señor, ven a librarnos, venid en nuestro auxilio, pero ya no habrá quien los escuche. Pequeños, os regalo esta oración de protección para que la hagáis con fe y seáis fortalecidos en la tentación, y así podáis derrotar al enemigo de vuestra alma.
Oración a San José, pidiendo su protección

¡Oh Glorioso San José! por vuestra profunda humildad, por vuestra mansedumbre inalterable, por vuestra paciencia invencible, por vuestra pureza angelical y por la perfecta fidelidad que os hizo puntual imitador de las virtudes de Jesús y de María, os pido me consoléis en todas mis penas, me dirijáis en todas mis dudas, me defendáis en todas las tentaciones, me libréis de todos los peligros espirituales y materiales; extended vuestro brazo contra todos mis enemigos visibles e invisibles, rompiendo y desbaratando todos los lazos y celadas que tiendan y armen contra mí. Amén.
Que la Paz y el amor de Dios, permanezca en vosotros mis Amados Hijos; que mi humilde intercesión, os proteja de todo mal.
Vuestro humilde Servidor, José de Nazaret.
Dad a conocer mis mensajes, a toda la humanidad, Pueblo de Dios.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."